El impulso surge de uno de sus recientes viajes, mientras fotografiaba el Hintze Hall en el Museo de Ciencias Naturales de Londres, donde cuelga del techo el esqueleto del animal más grande descubierto en el mundo hasta el momento: una ballena azul de 25 metros de envergadura. En ese instante, surgió una tensión contradictoria entre el poder del arcaico esqueleto y el orden impuesto por la arquitectura que lo rodea. Inmediatamente la construcción desaparece ante la evidencia de la esencia, del origen y esa tensión visual es la que marca su última serie: Evolution.
Así, la exposición se estructura como un enfrentamiento entre obras de sus series anteriores con las de la serie Evolution, en la que Christian Voigt avanza en el lenguaje fotográfico. El artista recrea en ese límite entre realidad y ficción —idea presente a lo largo de su trayectoria— la convivencia entre ambos mundos: el construido por los humanos a través de los tiempos en sus distintas conceptualizaciones y el de los seres arcaicos, que hace eones dominaron el planeta en aparente soledad.
Origen explica en imágenes el momento en que todo el trabajo previo de Christian cobra un nuevo sentido. En estas fotografías percibimos la tenacidad —inconsciente o no— del autor para reflejar el origen de nuestra esencia, que nos retrotrae a un tiempo salvaje, libre de convenciones sociales y de toda temporalidad. Voigt plantea una forma dispersa de ordenar el conjunto de su obra, enfrentando los diferentes paisajes y estampas del mundo, que conforman una única realidad.
Así, la exposición se estructura como un enfrentamiento entre obras de sus series anteriores con las de la serie Evolution, en la que Christian Voigt avanza en el lenguaje fotográfico. El artista recrea en ese límite entre realidad y ficción —idea presente a lo largo de su trayectoria— la convivencia entre ambos mundos: el construido por los humanos a través de los tiempos en sus distintas conceptualizaciones y el de los seres arcaicos, que hace eones dominaron el planeta en aparente soledad.
Origen explica en imágenes el momento en que todo el trabajo previo de Christian cobra un nuevo sentido. En estas fotografías percibimos la tenacidad —inconsciente o no— del autor para reflejar el origen de nuestra esencia, que nos retrotrae a un tiempo salvaje, libre de convenciones sociales y de toda temporalidad. Voigt plantea una forma dispersa de ordenar el conjunto de su obra, enfrentando los diferentes paisajes y estampas del mundo, que conforman una única realidad.