El martes 18 de marzo se inauguró la rehabilitación y puesta en valor del yacimiento arqueológico «Laderas del Castillo», llevada a cabo por Rocamora Diseño & Arquitectura en Callosa de Segura, un enclave de más de 4.000 años de antigüedad, perteneciente a la cultura argárica.
El yacimiento se encontraba en situación de riesgo debido a su fuerte pendiente, la exposición ambiental y la ausencia de infraestructuras que permitieran su visita sin comprometer su integridad. El proyecto ha abordado esta complejidad desde una arquitectura museográfica que integra conservación, interpretación y paisaje, entendiendo el lugar como un relato arqueológico que debía ser articulado sin alterar su autenticidad.

Rehabilitación y musealización de «Laderas del Castillo» por Rocamora. Fotografía por Rocamora Diseño & Arquitectura.
La intervención ha consolidado las estructuras arqueológicas descubiertas en sucesivas campañas dirigidas por Juan Antonio López Padilla y Francisco Javier Jover Maestre, y ha estructurado un recorrido a través de seis sectores diferenciados. Mediante pasarelas y puntos de observación estratégicamente dispuestos, el visitante puede recorrer el yacimiento sin pisar ni dañar los restos, comprendiendo su configuración original y su contexto histórico.
La museografía se basa en una narrativa no invasiva, en la que paneles informativos, señalética y recursos gráficos dialogan con el paisaje y acompañan la experiencia sin saturarla. Se ha trabajado con materiales de bajo impacto visual y ambiental, con sistemas modulares y reversibles, e iluminación LED eficiente, reduciendo la huella ecológica de la intervención y garantizando la reversibilidad de los elementos constructivos.

Rehabilitación y musealización de «Laderas del Castillo» por Rocamora. Fotografía por Rocamora Diseño & Arquitectura.
El acceso al yacimiento se ha rediseñado para mejorar su conexión con el núcleo urbano, creando una transición clara entre la ciudad, el monte y la arqueología. El recorrido se adapta a la topografía existente, haciendo legible la ocupación histórica del cerro desde una aproximación didáctica, estética y sostenible.
Este proyecto convierte el yacimiento en un espacio abierto a la ciudadanía y al conocimiento, reforzando la conexión entre patrimonio, comunidad y paisaje. La arquitectura museográfica aplicada por Rocamora ha permitido no solo conservar un enclave clave de la Edad del Bronce, sino también dotarlo de nuevas herramientas para su lectura y disfrute, integrándolo de manera armónica en su medio natural.