
Inspirado en la leyenda japonesa de Akai Ito, el hilo rojo invisible que conecta a las almas destinadas, el Pabellón desarrollado por Coldefy & CRA-Carlo Ratti Associati propone una fachada móvil con velos de tela de 17 metros de altura que asemejan telones de teatro suspendidos que interactúan con luz y el viento. El proyecto refleja una visión de la arquitectura flexible y circular a partir de la utilización de elementos prefabricados y modulares que pueden ser reutilizados después de su desmontaje.
El recorrido por el Pabellón se estructura a partir de una secuencia cuidadosamente coreografiada. Teatralidad y experiencia sensorial son conceptos fundamentales que estructuran la propuesta. Como parte de la fachada del edificio, una sinuosa escalera y un balcón se presentan como un escenario que invita a los visitantes a un recorrido en continuo desarrollo hacia el interior. Rompiendo con experiencias lineales tradicionales, los visitantes son encauzados en un recorrido circular que refleja ciclos y pulsaciones, haciendo alusión a los temas principales del Pabellón.

Pabellón de Francia en la Expo Mundial de Osaka 2025 por Coldefy & CRA-Carlo Ratti Associati. Fotografía por Julien Lanoo.
Descripción del proyecto por Coldefy & CRA-Carlo Ratti Associati
Diseñado por el estudio de arquitectura francés Coldefy en colaboración con el estudio italiano de diseño e innovación CRA-Carlo Ratti Associati, el Pabellón de Francia en la Expo Mundial de Osaka 2025 ya está abierto (hasta el 13 de octubre de 2025).
El Pabellón de Francia se concibe como un "teatro de la vida", donde la arquitectura enmarca momentos de presencia, movimiento e interacción. Inspirado en la puesta en escena, el Pabellón está concebido como una secuencia fluida de espacios que guía a los visitantes a través de perspectivas cambiantes que reflejan los ritmos de la vida cotidiana: el inicio, la transición, la pausa y la partida.

El proyecto se inspira en la leyenda japonesa de Akai Ito, el hilo rojo invisible que conecta a las almas destinadas. En una época marcada por el distanciamiento digital, el Pabellón reivindica el espacio físico como medio de diálogo. Un tranquilo jardín interior ofrece refugio, enfatizando que el encuentro con la naturaleza es tan vital como el encuentro con los demás.
Su fachada móvil, con velos de tela de 17 metros de altura que asemejan telones de teatro suspendidos a ambos lados, está en contacto con los elementos y responde a la luz y al viento. El recorrido por el Pabellón sigue una progresión cuidadosamente coreografiada: asciende hacia una exposición en el interior, alterna entre espacios cerrados y al aire libre, y concluye con el regreso al recinto de la Expo.
Construido con elementos prefabricados y modulares, el Pabellón adopta un enfoque circular, garantizando que sus materiales se puedan desmontar y reutilizar, reflejando una visión de la arquitectura tan adaptable como la vida misma.

El concepto arquitectónico del Pabellón se basa en la teatralidad y la experiencia sensorial. La escalera de entrada y el balcón forman un escenario que da la bienvenida a los visitantes a un recorrido en continuo desarrollo. Formando parte de la fachada del edificio, la sinuosa escalera crea un diálogo entre el interior del Pabellón y la plaza exterior, difuminando los límites entre el interior y el exterior y brindando una sensación de bienvenida y apertura a todos.
Los visitantes siguen un recorrido circular que los lleva a través del corazón de la exposición, recorriendo diferentes espacios temáticos, para luego salir a un pequeño jardín, antes de volver al Pabellón y concluir el recorrido con otro momento al aire libre. A diferencia de las experiencias lineales tradicionales, este recorrido, que destaca el savoir-faire francés, refleja ciclos y pulsaciones, haciendo eco de los temas más generales del Pabellón.
Los visitantes experimentan el Pabellón a través de tres actos:
1. Ascenso: Una escalera sensual asciende hasta un mirador.
2. Recorrido Expositivo: Al entrar, recorren una serie de espacios seleccionados, descubriendo instalaciones y elementos escenográficos relacionados con la temática del Pabellón. Interludio en el Jardín: Al salir, los visitantes acceden a un área ajardinada sensorial, que ofrece un momento de reflexión antes de reincorporarse a los espacios interiores.
3. Transición Final: El recorrido concluye con una transición de regreso al aire libre y al recinto de la Expo, reforzando la fluidez rítmica entre el interior y el exterior.

El Pabellón está diseñado con un enfoque circular, que apuesta por la modularidad y la reutilización de materiales. Su fachada móvil, además de ser un elemento estético dinámico, también está diseñada para su desmontaje y reutilización tras el evento. El Pabellón integra tantos componentes prefabricados y temporales como sea posible para facilitar su posterior desmontaje; por ejemplo, se utilizan estructuras de contenedores para los espacios de oficinas. Estas decisiones de diseño garantizan un impacto ambiental reducido, facilidad de reconfiguración y adaptabilidad más allá de la Expo. Más que un monumento estático, el Pabellón es una estructura adaptable que refleja la naturaleza evolutiva de la arquitectura y los espacios expositivos en respuesta a los desafíos contemporáneos.
«El Pabellón de Francia invita a los visitantes a adentrarse en el teatro de la vida. Actores y espectadores de esta producción, los visitantes recorren un camino a través del Pabellón que expresa la simbiosis entre la humanidad y su entorno. Es un honor haber sido elegidos para diseñar el Pabellón de Francia, y creemos firmemente que la Expo Mundial tiene el potencial de crear un momento de reflexión sobre cómo vivimos, qué valoramos y cómo el diseño puede forjar un futuro mejor. Incluso una experiencia breve, ya sea un gesto espacial, un material sorprendente o un momento compartido, puede resonar profundamente».
Thomas Coldefy, socio fundador de Coldefy.
«Infundido con un espíritu lúdico, el Pabellón de Francia es un espacio dinámico y flexible que propicia encuentros inesperados. En una era de creciente polarización, el espacio físico ofrece un antídoto muy necesario. A diferencia del ámbito digital, nos obliga a confrontar la diversidad y a interactuar con perspectivas que podrían desafiar nuestras preconcepciones. Esto refleja la misión de las Exposiciones Universales actuales, como centros vibrantes para el diálogo abierto y el descubrimiento. Es un honor traer la investigación continua del CRA a Osaka y contribuir a la participación de Francia en este diálogo global, un lugar que ha moldeado gran parte de mi pensamiento, desde mis estudios en la École des Ponts hasta este momento».
Carlo Ratti, socio fundador del CRA y comisario de la 19.ª Exposición Internacional de Arquitectura de la Bienal de Venecia 2025.