La rotación de las salas respecto al eje de organización otorga una cierta independencia a cada espacio de exhibición, además de servir como contrapunto a la organización clásica del espacio interior.
Descripción del proyecto por MEILI & PETER ARCHITEKTEN
El museo existente representa una situación topográfica y espacial extremadamente compleja. Ésta no es fácil de interpretar, ya sea para una operación museística o para su extensión. Por lo tanto, el proyecto propone un volumen muy simple como extensión que - en un tamaño similar al de la parte existente - formule su propia relación con el lago y el paseo: sobresale entre los árboles, flotando ligeramente, con una única planta principal. Proporciona una conclusión y enmarca la parte existente con sus espacios dispuestos en capas diagonales.
El diseño de la nueva ala de exposiciones forma en un principio una enfilada simple y clásica, que proporciona un recorrido suave y sinóptico para los visitantes. Esta ruta obtiene su ritmo no sólo de sus diferentes tipos de habitaciones, sino también del hecho de que las habitaciones en la red parecen "bailar" ligeramente: se han dispuesto ligeramente giradas fuera de la rejilla ortogonal y por lo tanto proporcionan una cierta independencia a cada sala, que queda por otra parte enfatizada por la altura del techo. En la interrelación entre el extremadamente estricto cubo exterior y la planta llena de acontecimientos, se colocan pequeñas galerías acristaladas de forma que permiten una vista de los alrededores, aportando pequeños vestíbulos que pueden ser también utilizados.
Estos espacios de danza virtual se mantienen unidos por una fachada de hormigón tranquila y pesada, cuya formulación como bandas de relieves visualiza los eventos en el interior. El hormigón como material de la fachada se trata como una piedra tallada que se refina mediante intervenciones creativas y procesamiento manual. Así, los materiales obtienen un aspecto noble, suave, casi aterciopelado por su coloración oscura.