El arquitecto británico David Chipperfield ha acusado a funcionarios de Milán de ignorar su diseño y ha dicho que "la colocación de la piedra de mala calidad" en el nuevo Museo de la Cultura de Milán transformó el edificio en "un museo de los horrores".
The architect David Chipperfield is at the centre of an extraordinary row over Milan’s new €60m (£44m) Museum of Culture, a building he has designed and now disowned after accusing officials of skimping on flooring materials.
The resulting “floor war” – as locals have dubbed the stand off – has led the British architect, famous for the Neues Museum in Berlin and China’s Liangzhu Culture Museum, to demand that his name be removed from the project. — independent.co.uk
El complejo de la Città delle Culture (Ciudad de la Cultura) ocupa una fábrica de acero reconvertida en el distrito de Tortona, de Milán. Se espera su inauguración para el 26 de abril, coincidiendo con la Exposición Universal de 2015 que abre a la semana siguiente.
Reports of the "war of the floor" surfaced in the Italian press last month, when culture minister Filippo Del Corno told L'Espresso magazine that Chipperfield had been difficult to work with. Chipperfield, whose firm has offices in Milan, Berlin and Shanghai as well as London, told a press conference that “the laying of stone of poor quality” had transformed the building into “a museum of horrors,” and that it amounted to “a pathetic end to 15 years of work”, according to a report by UK newspaper the Independent.
Informes de la "guerra del suelo" aparecieron en la prensa italiana el mes pasado, cuando el ministro de cultura Filippo Del Corno dijo a la revista L'Espresso que había sido dificil trabajar con Chipperfield. Chipperfield, cuya firma tiene oficinas en Milán, Berlín y Shanghai, así como en Londres, dijo en una conferencia de prensa que "la colocación de la piedra de mala calidad" había transformado el edificio en "un museo de los horrores", y que equivalía a "un final patético después de 15 años de trabajo", según un informe elaborado por el diario británico The Independent.
"The explicit lie saying that I had demanded the floor to be taken up forces me to expose the rather miserable story behind such a simple problem, and explain our exhaustive attempts to solve this problem," comentó Chipperfield.
"I must point out that this dispute has been running for nearly 18 months, at no point did we resort to any strategy other than trying to resolve the physical mistakes made to the building," agregó. "It is sad that the public administration has spent so much time avoiding responsibility and so little time solving the problem."
El Ayuntamiento ha defendido el proyecto, insistiendo en que las decisiones presupuestarias se basan en el "sentido común". Alega que la empresa de Chipperfield aprobó la documentación de que se ha instalado, y también alegó que el arquitecto ha aceptado más de 3,6 millones de libras en honorarios.
"Nos costó 60 millones de €, de los que 3,6 millones € fueron a Chipperfield por su gestión del diseño y proyecto", dijo el consejo en un comunicado. "Estas son sumas de dinero apropiadas para una institución pública y adecuadas a la importancia del proyecto, pero era necesario tomar decisiones basadas en el sentido común y en los intereses de los contribuyentes."