El proyecto desarrollado por L35 Architects no se limita a una simple modernización de la histórica estación, sino que busca mejorar la experiencia de los usuarios reconectando el equipamiento con la ciudad al mismo tiempo que redefine su imagen y reorganiza los espacios y servicios para adaptarlos a las necesidades contemporáneas.
«Las estaciones se están reinventando, pasando de ser lugares de paso a lugares de vida. Poco a poco, se están convirtiendo en verdaderos espacios donde las personas pueden también trabajar, hacer compras, disfrutar del ocio y encontrarse. El reto de este proyecto ha sido acompañar esta evolución, manteniendo un equilibrio respetuoso con su valioso legado histórico».
Caterina Memeo, Arquitecta Socia en L35 Architects.
La falta de organización del espacio que mostraba anteriormente la estación fue el punto de partida del proyecto que permitió identificar las áreas de intervención para convertirla en el mayor hub intermodal de Italia. El proyecto trata de potenciar la claridad de los recorridos y mejorar tanto la orientación de los usuarios como la funcionalidad, estableciendo conexiones visuales más fluidas entre los diferentes niveles del conjunto.
Una intervención ambiciosa que respeta un icono de la arquitectura moderna romana
Uno de los puntos clave de esta intervención fue la liberación de vistas hacia las Murallas Servianas desde el vestíbulo principal. La estructura de la fachada, obra de los arquitectos italianos Eugenio Montuori, Leo Calini y Annibale Vitellozzi, enmarca con una gran vidriera un tramo de las Murallas Servianas, la muralla más antigua de Roma.
Apodada como «el Dinosaurio», las geometrías curvas que dan forma al edificio, originalmente fueron proyectadas para dar continuidad a los perfiles del agger serviano que se encuentran justo al lado de la estación. Sin embargo, con el tiempo y debido a la expansión comercial, esta forma tan característica permanecía oculta, por lo que la reconfiguración de las áreas comerciales deuelve a los usuarios la conexión visual con las Murallas Servianas al retirar la tienda que obstruía la vista desde el atrio.
En la planta inferior, el Fórum también alberga partes de las murallas. Mediante pavimentos y falsos techos el proyecto realza la continuidad visual de la muralla de manera conjunta con una iluminación arquitectónica pensada para destacar los restos arqueológicos conservados y distribuidos a lo largo de la estación.
Optimización y reorganización de los espacios
L35 Architects reorganizó las diferentes áreas comerciales y espacios destinados a los servicios ferroviarios, proponiendo volúmenes con formas puras y dinámicas, claramente diferenciadas del contenedor arquitectónico, lo que ha favorecido la fluidez y la claridad en los recorridos. Además, la propuesta devolvió protagonismo a los servicios ferroviarios, reubicando la venta de billetes, las lounges y la atención al cliente en la isla central de la estación, mejorando así su visibilidad desde el atrio, la galería y los andenes.
«La materialidad y la composición arquitectónica de los nuevos elementos se han mantenido sencillas, evitando añadir complejidad a un edificio ya enriquecido por múltiples intervenciones a lo largo del tiempo. La expresividad del proyecto surge de una lógica material y compositiva clara, donde el vidrio y el metal dialogan con los revestimientos y los tonos de la preexistencia histórica».
Caterina Memeo, Arquitecta Socia en L35 Architects.
Los volúmenes de las áreas comerciales en el Dinosaurio y la Galería Gommata se agrupan en unidades fácilmente identificables, buscando generar una unidad estética que resalte el valor monumental de estación.
Intervenciones en el Fórum
En la planta subterránea, la intervención mejoró significativamente la calidad espacial a través de la abertura de huecos estratégicos que permiten el paso de luz natural hacia la planta inferior, conectándola visualmente con la Galería Gommata y ampliando la percepción del espacio. Unas lamas metálicas cubren todos los espacios del Fórum contribuyendo a la absorción del ruido mejorando el confort de los usuarios en una estación muy transitada y por tanto ruidosa.
La estación, a pesar de estar compuesta por múltiples edificios y áreas comerciales, ahora se percibe como un conjunto coherente y unificado, que no solo se ha actualizado, sino que ha revalorizado su patrimonio histórico y arquitectónico. Los visitantes, que antes solo percibián los espacios de manera fragmentada, ahora disfrutan de una experiencia continua y armoniosa en contacto directo con la historia de la ciudad.