Más allá de sus cualidades estéticas, Takk plantea para la Habitación de Roma, un sistema constructivo que utiliza materiales provenientes de desechos de proyectos precios, desde bloques de cemento a distintos tipos de aislantes o planchas de cartón yeso.
El proyecto resultante supone un ejemplo de adaptabilidad y sostenibilidad. Es, además de un espacio que busca promover para quien lo habita numerosas oportunidades y una experiencia más libre y placentera, un lugar que rompe con los ideales clásicos espaciales de una vivienda, representando las posibilidades de la innovación dentro del entorno doméstico.
La habitación de Roma por TAKK. Fotografía por José Hevia.
La habitación de Roma por TAKK. Fotografía por José Hevia.
Descripción del proyecto por Takk
Un dormitorio hecho con materiales de construcción reciclados.
Como parte de la adaptación de un espacio industrial de 400 m² en una vivienda, quedó claro desde el principio que sería imposible controlar el clima de todo el espacio sin incurrir en altos costos económicos y ecológicos. La solución fue crear habitaciones específicas para el verano y para el invierno. En lugar de vincular el número de habitaciones en la casa con el número de habitantes, se decidió vincular el número de habitaciones con la diversidad climática a lo largo del año. Este enfoque busca lograr una mayor eficiencia energética y un menor gasto de recursos, aprovechando el gran tamaño del espacio.
En este sentido, el nuevo dormitorio para Roma, una niña de seis años, ofrece dos maneras de ser habitado. Una interior, para los meses más fríos del año, y otra exterior, bajo la cubierta a dos aguas, diseñada para ser utilizada durante los meses de verano. Al igual que el resto de las habitaciones que conforman la casa, el dormitorio de Roma está construido utilizando materiales provenientes de desechos de proyectos previos de la oficina. Desde bloques de cemento, aislamiento de lana natural y algodón reciclado, hasta planchas de cartón yeso, cualquier material con capacidades estructurales se aprovecha para crear un espacio alegre y juguetón, ideal para una niña pequeña, más allá de sus cualidades estéticas. Toda la habitación se coloca sobre una subestructura móvil con ruedas para facilitar su movimiento a través del espacio industrial, permitiendo que se ubique en diferentes localizaciones a lo largo del tiempo.
«La habitación de Roma» es un ejemplo de cómo los códigos de vivienda pueden ser modificados para adaptarse a factores climáticos mientras se promueve una experiencia más libre y placentera. A pesar de las aparentemente rígidas normas sobre las características espaciales que una vivienda debe tener, este proyecto busca mostrar las posibilidades de innovación dentro de la vivienda contemporánea.