HOKUSAI, KATSUSHIKA (1800-05). Monte Fuji en primavera. Xilografía a color. © Rijksmuseum. Amsterdam.
Por otra parte, el Monte Fuji ha sido desde tiempos ancestrales poco menos que una obsesión para los japoneses, pues materializa la dilatada historia de este pueblo y es símbolo de la belleza eterna de su paisaje. No es de extrañar que el Fuji aparezca de forma recurrente en la obra del artista Katsushika Hokusai (1760-1849), desde sus primeros libros de ilustraciones en la década de 1780 hasta las últimas creaciones de su vejez, casi setenta años después.
HOKUSAI, KATSUSHIKA (h. 1830-32). Treinta y seis vistas del Monte Fuji. Nº 2. Viento del sur, cielo claro. Xilografía a color. © The Metropolitan Museum of Art.
HOKUSAI, KATSUSHIKA (1834). Monte Fuji en la nieve. Cien vistas del Monte Fuji. Xilografía en blanco y negro. © The British Museum.
Tanto en las Treinta y seis vistas del Monte Fuji (1823-29) como en su secuela en blanco y negro Cien vistas del Monte Fuji (1834), Hokusai retrató momentos fugaces de la vida japonesa. El pintor no trata de reconciliar los contrastes y contradicciones que allí se representan, sino que la presencia renovada de la montaña sugiere que todos los puntos de vista, en conjunto, componen Japón. La única constante es el Fuji, símbolo de lo único que es imperecedero y eterno en aquel país.
Autorretrato de Hokusai en 1839. © Musée du Louvre.
Toyo Ito en 2013. © Yoshiaki Tsutsui.
También la arquitectura japonesa posee una clara conciencia acerca de lo transitorio de la existencia y la importancia del momento presente. Las grandes catedrales occidentales, que fueron construidas para que perduraran miles de años, tendrían su equivalente en los santuarios reverenciados por el sintoísmo, como por ejemplo el Santuario de Ise (h. S. IV). Sin embargo, éste se reconstruye cuidadosamente cada veinte años desde hace más de un milenio siguiendo el patrón original. Es así como una edificación de materiales perecederos como la madera y la paja adquiere una nueva vida y se convierte en un símbolo de rejuvenecimiento permanente, llegando hasta nosotros prácticamente sin cambios.
Los historiadores suponen que esos santuarios sintoístas pasaron por una etapa “primitiva” antes de que se ritualizara su construcción e insisten en que el estilo procede de chozas primitivas utilizadas como viviendas (1).
TANGE, KENZO y KAWAZOE, NOBORU (1965). Daijo-kyu. Santuario central del recinto japonés de la coronación. © The M.I.T. Press. Massachusetts.
De un modo parecido, esta tradición de vida en cabaña en Japón continúa gracias a la misma recurrencia con la que el arquitecto japonés Toyo Ito (*1941) alude al mito del refugio primigenio. Su Casa de aluminio (1970-71) en Fujisawa (Japón) era una construcción muy simple que recordaba a las viviendas rurales tradicionales. Cuando se concluyó, Ito se encontraba en desacuerdo con la perversión de muchos buenos proyectos urbanos de los 60 y la proliferación de los rascacielos en Tokio. Como respuesta, aprovechó la publicación de la casita para crear un fotomontaje en el que quedaba reducida a un prototipo tipo cápsula, capaz de multiplicarse para colonizar toda la ciudad, como si de barracas se tratara.
ITO, TOYO (1970-71). Casa de aluminio. Fujisawa (Japón). Axonometría. © Toyo Ito & Associates, Architects.
Toyo Ito intentó materializar a continuación esta visión en la concepción de su propia Cabaña de Plata (1982-84) en mitad de la “galaxia” tokiota. El planteamiento comprendía un suelo sin cambios de nivel, postes de hormigón cada 3,6 metros y una cubierta de estructura de acero que conformaba siete bóvedas rebajadas descansando sobre los soportes exentos. En el centro de la zona sur se abría un patio sobre el que se instaló una carpa que se podía retirar a voluntad, provocando una forma de habitar parecida a la vida al aire libre, donde se podían realizar una gran variedad de actividades dependiendo del día y la estación.
Esta organización era el resultado de pensar cuál sería la alternativa a la estructura de la cabaña primitiva en el Tokio de hoy en día. Para Ito, la de las casas rústicas antiguas es bonita, pero en nuestro tiempo tendríamos que encontrar una nueva estructura cabañil propia y adecuada a la situación actual (2).
En la Cabaña de plata (1982-84), la cubierta se descompuso en una malla triangular que ponía de relieve los elementos, liberándolos de toda connotación mecánica. Las ventanas, las puertas y las paredes desaparecían y sólo las líneas de la estructura parecían diseñar un sistema fluido y homogéneo. En el Museo Yatsushiro (1988-1991) y la Galería U (1989-1991) la misma solución compositiva y estructural se volvió a trabajar para superar los límites de un perímetro regular y abrir de nuevo los volúmenes al entorno circundante (3).
ITO, TOYO (1988-91). Galería U. Yugawara (Japón). Perspectiva egipcia. © Toyo Ito & Associates Architects.
ITO, TOYO (1988-91). Museo municipal. Yatsushiro (Japón). Maqueta. © Toyo Ito & Associates, Architects.
La Cabaña de Plata se ha reconstruido para servir de marco a las actividades de los talleres y eventos en el Museo de Arquitectura Toyo Ito (2009) en Omishima (Japón), una pequeña isla con vistas al Mar Interior de Seto. La réplica se asienta en un valle al pie de una colina, junto a la nueva estructura del museo, consistente en otra cabaña, en este caso de acero.
ITO, TOYO (2009). Museo de arquitectura Toyo Ito. Imabari (Japón). Plano de situación. © Toyo Ito & Associates, Architects.
Tal y como apuntaba el filósofo rumano Mircea Eliade (1907-1986), con la renovación del mito de los orígenes arquitectónicos en el nuevo bosque en que se ha convertido la megalópolis contemporánea, Toyo Ito parece querer volver a satisfacer “la necesidad para las sociedades arcaicas de regenerarse periódicamente por medio de la anulación del tiempo” (4).
ITO, TOYO (2009). Museo de arquitectura Toyo Ito. Imabari (Japón). Planta baja y altillo. © Toyo Ito & Associates, Architects. 1. Almacén. 2. Vestíbulo de la caja de escalera. 3. Cuarto húmedo. 4. Aseo. 5. Espacio de trabajo semi-exterior. 6. Archivo. 7. Sala con mobiliario.
ITO, TOYO (2009). Museo de arquitectura Toyo Ito. Imabari (Japón). Vista desde la fachada de acceso. © Daici Ano.
NOTAS.-
(1). RYKWERT, JOSEPH (1972). On Adam’s House in Paradise. The idea of the primitive hut in architectural history. Nueva York: Museum of Modern Art (versión castellana de Justo G. Beramendi (1974). La casa de Adán en el Paraíso. Barcelona: Gustavo Gili), p. 224.
(2). ITO, TOYO (2000). Escritos. Murcia: Colegio Oficial de Aparejadores y Arquitectos Técnicos de Murcia, p. 40.
(3). MAFFEI, ANDREA (2001). Toyo Ito: le opere, i progetti, gli scritti. Milán: Electa (versión inglesa de Christopher Evans (2002). Toyo Ito: Works. Projects. Writings. Milán: Electa), p. 13.
(4). ELIADE, MIRCEA (1949). Le mythe de l'éternel retour: archétypes et répétition. París: Gallimard (versión castellana de Ricardo Anaya (2001). El mito del eterno retorno: arquetipos y repetición. Buenos Aires: Emecé), p. 53.