La sede está formada por una zona administrativa, en el edificio en “U”, y otra, para la residencia de los miembros de la arquidiócesis. Los edificios aprovechan la pendiente natural del terreno hacia una quebrada para mimetizarse con el entorno y pasar desapercibidos apoyándose en el uso de una cubierta ajardinada.
Descripción del proyecto por Mallol&Mallol Arquitectos
La sede para la Conferencia Episcopal se inserta en un área de exuberante vegetación natural en una zona de viviendas unifamiliares aisladas en Clayton, antigua franja del Canal de Panamá. El objeto fue diseñar las instalaciones para dotar a la Iglesia Católica y a su Obispado de una sede apropiada y funcional que les permitiese desarrollar plenamente sus actividades administrativas.
El programa, mucho más extenso en un principio, demandaba poder ser ejecutado en fases por lo que se decidió separar los usos en pabellones independientes. Finalmente, quedó reducido a una zona administrativa, en el edificio en “U”, y otra, para la residencia de los miembros de la arquidiócesis.
Uno de los objetivos del equipo de trabajo marcados en el diseño del proyecto fue la accesibilidad para personas de movilidad reducida en todos y cada uno de los edificios. Para ello, se han tenido en cuenta normativas internacionales europeas que marcan requisitos de dotación de servicios y dimensiones mínimas en accesos, estacionamientos, recorridos, anchos de pasos y elevadores.
Los edificios aprovechan la pendiente natural del terreno hacia una quebrada para mimetizarse con el entorno y pasar desapercibidos apoyándose en el uso de una cubierta ajardinada. Se respeta la ubicación de los árboles existentes situando ambas edificaciones de tal modo que conforman un patio a modo de claustro en torno al cual se establecen todas las circulaciones en planta.
La envolvente del edificio se realiza mediante un sistema modular prefabricado de hormigón pretensado una secuencia de llenos y vacios que enmarcan las vistas del paisaje circundante creando, a su vez, una sombra seriada que tamiza el ambiente interior.
Fue todo un compromiso y propósito demostrar al cliente que se puede hacer una arquitectura religiosa con un lenguaje contemporáneo que, además, dialoga con su entorno y es disfrutada por todos.