El edificio de KAAN Architecten junto con Celnikier & Grabli Architectes, está destinado a revolucionar la investigación fundamental en disciplinas como la física cuántica, la biología y la química. La construcción comenzará en 2026, reemplazando el estacionamiento existente de Colladon con los nuevos laboratorios y espacios de oficina de vanguardia en siete niveles, incluidos dos pisos subterráneos.
KAAN Architecten de Rotterdam y Celnikier & Grabli Architectes de París ganaron el concurso de diálogo 2022-2023 para este proyecto innovador. Diseñar una instalación para 26 grupos de investigación y más de 500 usuarios, al tiempo que se abordan las estrictas demandas de la investigación pionera, fue un esfuerzo ambicioso.
El edificio de ciencias avanzadas (ASB) está diseñado para albergar plataformas científicas complejas de diversas disciplinas, cada una de las cuales requiere un control preciso de los factores externos. El edificio refleja el compromiso de la EPFL con este tipo de investigación fundamental y fortalecerá su posición como líder mundial en investigación. Su diseño, que armoniza la flexibilidad operativa y el aislamiento técnico robusto, establece un nuevo estándar para los entornos de investigación en los que incluso las perturbaciones más pequeñas pueden afectar los resultados.
Una de las innovaciones clave del proyecto es un "silo" central que alberga todas las instalaciones técnicas. Esta estructura, aislada del resto del edificio, aborda las inevitables perturbaciones generadas por el equipo técnico. Los espacios de circulación, preparación, experimentación y oficinas están organizados en capas alrededor de este silo central. Los espacios de oficina, que presentan un amplio uso de madera estructural, son modulares y están abiertos a las vistas del campus de Lausana, el lago de Ginebra y los Alpes. Los espacios de reunión están ubicados estratégicamente cerca de las áreas de circulación para fomentar la interacción, lo que garantiza que el ASB sea un edificio acogedor y agradable con un gran patio delantero ajardinado.
El edificio, diseñado con la sostenibilidad como eje central, integra consideraciones de eficiencia energética, ambientales y ecológicas junto con factores sociales y comodidad para los ocupantes. Su estructura compacta reduce las pérdidas térmicas, mientras que la disposición estratégica de las oficinas alrededor de los laboratorios maximiza la luz natural y favorece la colaboración, creando una comunidad de investigación dinámica. El tamaño y la ubicación de las ventanas están optimizados para el confort térmico durante todas las estaciones.
Las persianas exteriores automatizadas en todas las ventanas responden a la radiación solar, mientras que los techos están completamente cubiertos con paneles fotovoltaicos. La iluminación natural se mejora para reducir la necesidad de luz artificial, lo que reduce los riesgos de sobrecalentamiento y deslumbramiento. Se proporcionan grandes ventanales en las áreas de oficinas donde los usuarios pasan la mayor parte del tiempo. Los parasoles ajustables protegen las fachadas de la radiación solar. La selección de materiales tiene como objetivo reducir las emisiones de gases de efecto invernadero al tiempo que garantiza la facilidad de mantenimiento y aumenta la inercia térmica. Se priorizan los materiales locales. El área de oficinas contará con pisos híbridos de madera y hormigón para reducir el impacto de la energía gris sin comprometer la inercia térmica, apoyados por pisos de arcilla expuesta.