FBD Arquitectura y Diseño Urbano, Fiallo Atelier, MAS Arquitectos proyectaron el complejo siguiendo dos ideas: un diálogo entre el lugar y el proyecto, para preservar parte de la memoria del cerro donde se ubica, y la creación de un lugar con un tono sagrado.
El proyecto se escalona adaptándose a la topografía, recuperando la conexión con el bosque más próximo en la parte alta de la montaña, albergando árboles autóctonos y vinculándolos con sus patios ajardinados.
El concepto sagrado del edificio, atiende a la tipología de los monasterios, con una arquitectura austera y prestando especial atención al juego entre luz y oscuridad. El proyecto crea un espíritu contemplativo, con una relación entre el edificio y sus jardines organizando el edificio con tres grandes vacíos: Un patio ajardinado, en la parte inferior, una plaza en el corazón del proyecto que funciona como atrio para la capilla, y un claustro en la parte superior, alrededor del cual se distribuyen las habitaciones para residentes y visitantes.
Sede de la Conferencia Episcopal Latinoamericana por FBD Arq + Fiallo Atelier + MAS Arq. Fotografía por Llano fotografía.
Descripción del proyecto por FBD Arquitectura y Diseño Urbano + Fiallo Atelier + MAS Arquitectos
El Consejo Episcopal Latinoamericano (CELAM) fue fundado en 1955 por el papa Pio XII. Por muchos años funcionó en dos sedes ubicadas en Usaquén y Suba, en costados opuestos de los cerros que rodean a Bogotá. La primera era la sede del CELAM, el organismo diplomático y administrativo del obispado Latinoamericano. La segunda, en un lote más amplio y en una zona de menor densidad, albergaba el Centro Bíblico Pastoral para América Latina y el Caribe (CEBITE-PAL), el brazo académico del CELAM y el cual alberga un acervo documental importante.
En 2010 se comenzó a planear la unificación de las dos sedes en un solo lugar reemplazando los edificios del CEBITEPAL en Suba. Para financiar esta operación se destinó una parte del lote para un desarrollo futuro y se construyó un pequeño parque público. El espacio restante se reservó para la nueva sede. Para el diseño de ésta, en 2016 se convocó a un concurso privado de arquitectura con el apoyo de la Sociedad Colombiana de Arquitectos. El programa, desarrollado en 8.250m², plantea una mezcla de usos muy intensa tales como habitaciones para visitantes y residentes, oficinas, audito-rio, capilla, aulas de clase y espacios para almacenamiento de libros y documentos entre otros.
El proyecto parte de poner en diálogo dos determinantes fundamentales: por un lado guardar parte de la memoria del cerro donde se emplaza, por el otro crear un lugar con un tono sacro. Para respetar en la mayor medida posible el lugar, el proyecto se escalona y se adapta a la topografía, y para recuperar en parte el bosque conectado con la parte alta de la montaña que aún es bosque, el proyecto alberga la mayor cantidad de árboles nativos posibles a su alrededor y en sus patios ajardinados. El tono sagrado del edificio se dibuja en una arquitectura muy austera, en la que lo más importante son las relaciones con el entorno y hacia su interior en una actitud de contemplación. Para lograr este tono, trabajamos con especial énfasis en dos aspectos; una relación estrecha con los jardines que rodean el proyecto y que se alojan en su interior, y por otro lado con un intencional juego entre la penumbra y la luz que va desde los recorridos a través de los corredores, escaleras y lugares de oración. El proyecto toma como referente la tipología de un monasterio donde se crea un espíritu contemplativo en la relación entre el edificio y sus jardines. De esta manera tres grandes vacíos organizan el edificio.
Un Patio ajardinado en la parte baja alrededor del cual se distribuyen los programas más públicos del edificio; oficinas, aulas, cafetería y auditorio, ubicados en la parte más baja del lote para tener proximidad con el parque y la ciudad. En la parte alta del patio se ubica la sala de lectura asociada al archivo documental.
Una Plaza en el corazón del proyecto que funciona como un atrio de la capilla y permite la expansión de las actividades de la zona académica/administrativa. Debajo de esta se ubica el archivo que documenta la historia del Celam y que guarda documentos episcopales históricos.
Un Claustro en la parte alta en torno al cual se distribuyen las habitaciones para residentes y visitantes. Las habitaciones para residentes se ubican hacia el occidente y el sur buscando la vista de los cerros y el sol de la tarde. En las esquinas de la planta se localizan espacios comunes y oratorios.
Los tres espacios están conectados por un eje de circulación con escaleras de un tramo que se adaptan a la topografía. En su entorno el proyecto está rodeado por jardines que se conectan a través de senderos de contemplación, en este momento jóvenes, pero que en algunos años lograrán ser parte del bosque nativo de la parte alta e integrarán así el proyecto a la montaña.