Las reflexiones, ideas, argumentos y aflicciones que Jenny Holzer ha expresado a lo largo de más de 40 años de carrera se presentarán al público a través de un amplio abanico de instalaciones, cada una de las cuales posee una evocadora dimensión social. Su medio, ya se plasme en forma de camiseta, placa, pintura o señal de leds, es el lenguaje. La difusión de textos en espacios públicos constituye un aspecto esencial de su obra, empezando en la década de 1970 con pósters pegados a escondidas por toda la ciudad de Nueva York y continuando con sus recientes proyecciones de luz sobre paisajes y arquitecturas.
Los visitantes de la exposición serán testigos de la evolución experimentada por la praxis de la artista, que aborda los temas fundamentales de la existencia humana, incluyendo el poder, la violencia, las creencias, la memoria, el amor, el sexo y la muerte. Su arte se dirige a un público amplio y diverso por medio de un lenguaje directo, conciso y mordaz. El objetivo de Holzer es involucrar al espectador mediante la creación de espacios evocadores que provoquen una reacción, un pensamiento o la adopción de una postura, dejando a la autora, a menudo anónima, en un segundo plano.
Descripción de la exposición
Sala 205: Truismos, Ensayos incendiarios y Lamentos
La serie Truismos (Truisms), que engloba una lista de más de 250 declaraciones compuestas por una única frase, fue escrita por Holzer entre 1977 y 1979. Estas afirmaciones, semejantes a aforismos, máximas y clichés existentes, reúnen una amplia gama de planteamientos teóricos, filosóficos y políticos contradictorios. Dispuestos en orden alfabético, los Truismos aparecieron primero en pósters callejeros anónimos pegados con engrudo por el centro de Manhattan y, desde entonces, han vuelto a aparecer en camisetas, gorras, letreros electrónicos, suelos de piedra y bancos. Cada frase reduce una idea, en principio difícil y controvertida, a una afirmación aparentemente sencilla. Los Truismos analizan la construcción social de creencias, costumbres y verdades sin decantarse por un punto de vista concreto.
En palabras de la propia artista: “Con un letrero o un póster en la calle, dispones del lapso de tiempo que una persona tarda en recorrer unos metros. Con Truismos ofrezco lo que funciona en cuestión de segundos, o en periodos de tiempo ligeramente más largos para aquellas personas que puedan y quieran concentrarse. [...] No hay que olvidar que los espectadores son voluntarios. [...] Hay frases que son mensajes completos, que puedes asimilar en un instante, pero, si alguien desea detenerse durante más tiempo, hay toda una serie en la que aparecen esas frases de tres segundos que es un poco más complicada [...]”.
Los Ensayos incendiarios (1979–82), que también se exhiben en esta sala, en un principio se imprimieron sobre papel de colores y, al igual que los Truismos, se pegaron en diversos espacios públicos de la ciudad de Nueva York. Esta serie se vio influida por las lecturas de la artista de manifiestos políticos, artísticos, religiosos y de otro tipo. Originalmente, tal y como se imprimieron en inglés, cada texto tenía cien palabras dispuestas en veinte líneas. Al igual que cualquier manifiesto, la voz de cada uno de esos ensayos propugna una ideología o un punto de vista muy concreto y firme, y adopta un tono sumamente apremiante. Con esta serie, Holzer invita al lector a plantearse la necesidad de un cambio social, el potencial de la propaganda para manipular a la opinión pública y las condiciones que conducen a la revolución.
En Bilbao, estos pósters se encuentran dispuestos en una nueva configuración que cubre toda la pared e incluyen traducciones al euskera, español, francés y alemán.
Dentro de la sala, dos sarcófagos de piedra (uno de mármol rojo de Ankara y otro, de granito negro de Nubia) presentan fragmentos del texto de Holzer Lamentos (Laments, 1989). Escrito durante los momentos más difíciles de la epidemia del sida, Lamentos describe en primera persona la muerte innecesaria de esos hablantes desconocidos y anónimos, entre los que se incluyen mujeres, hombres, niños y un bebé. Un tercer sarcófago, más reciente y hecho de mármol de Sevarezza, muestra un pasaje del poema de Anna Świrszczyńska “Martwa Natura” (Naturaleza muerta), una demoledora crónica de la brutalidad de la guerra, lo cual revela la continuidad de las inquietudes y los materiales de Holzer a lo largo de los años, aunque su actividad se haya ampliado para incluir palabras de otros.
De su obra sobre piedra, Holzer afirma: “Aprecio y confío en lo efímero e incorpóreo, y en la roca firme. Llegué a la piedra como material cuando empecé a hacer exposiciones en galerías. No quería que la gente tuviera que permanecer en pie para leer mis textos en letreros electrónicos. Quería que estuviera cómoda y se tomara su tiempo para observar. Así que pensé en proporcionarles bancos, y se me ocurrió que podía escribir en los asientos y que los bancos debían ser de piedra”.
“Cuando las palabras están grabadas en piedra, se pueden tocar, se pueden leer con la mano, y quizá podrían percibirse de forma distinta a cuando están escritas en papel. El mármol y el granito congelan el tiempo, mientras que los letreros electrónicos y las proyecciones comunican de un modo diferente. Pensé que las hileras de bancos podían hacer que la gente se imaginara salas de espera, tribunales de justicia, hospitales e iglesias, para bien y para mal”.
Sala 206: Dibujos, bancos, letreros pintados y letreros electrónicos
Esta sala incluye seis bancos de piedra, una selección de bocetos de trabajo realizados sobre papel de calco, una serie de letreros de metal pintados a mano, y tres letreros electrónicos. La selección es buena prueba de la gran variedad de soportes que Holzer ha utilizado para presentar y difundir sus textos, de lo costoso a lo efímero, de lo intelectual a lo popular, incluyendo algunos que, en principio, es posible que los espectadores no interpreten como “arte”, sino que más bien les recuerden a objetos sacados de la vida cotidiana. Al igual que los pósters de Holzer, los letreros esmaltados pintados a mano utilizan la influencia que el lenguaje puede ejercer en los espacios públicos. Sin embargo, a diferencia de los pósters, los letreros pintados nos traen a la memoria los modos oficiales de presentación y alocución pública, tales como los letreros de las calles que vemos en las áreas urbanas y, en ocasiones, también en las rurales. Resaltando el poder del lenguaje institucionalizado, Holzer despliega eficazmente sus textos enfrentando al observador con una contradicción: un texto que parece oficial, pero que, inesperadamente, dice algo muy distinto de lo que podría decir un letrero oficial.
Los bancos de granito negro de esta sala constituyen la primera obra de Holzer en piedra. El texto de Bajo una roca (Under a Rock, 1986) explora los efectos de la política en el cuerpo humano y las manifestaciones y la persistencia del dolor, en un intento de aproximarse a lo innombrable. Bajo una roca se compuso tanto para bancos de piedra como para leds, y respondía al deseo de Holzer de explorar las diferencias existentes entre leer textos electrónicos que van pasando y sentir con la mano el texto grabado en piedra. De nuevo, el uso de bancos, como el de letreros pintados, recuerda al observador los mecanismos institucionales de presentación de textos, tales como los bancos con inscripciones que encontramos en vestíbulos de empresas, en museos y en muchos otros lugares públicos. Aquí, el contraste entre el soporte formal del banco de piedra, monumental y prosaico a un tiempo, y la fuerza del texto intensifica el impacto de la obra.
Para producir este tipo de bancos antes de que el proceso fuera digital, Holzer realizaba un dibujo a lápiz de grafito sobre papel de calco. En esos dibujos, muchos de los cuales se pueden contemplar en la sala, el texto se ha dispuesto con mimo antes de ser transferido a la superficie de piedra del banco, donde lo graban maestros artesanos. Los dibujos, de aspecto más frágil y efímero que los bancos, poseen su propia belleza única y, en ocasiones, inquietante cuando se presentan como obras por derecho propio.
Los letreros electrónicos incluyen fragmentos seleccionados de dos de las series de textos más famosas de Holzer: Viviendo (Living, 1980–82), que presenta un conjunto de reposadas observaciones, instrucciones y advertencias; y Supervivencia (Survival, 1983–85), una aleccionadora serie que cuestiona el modo en que las personas responden a su entorno político, social, físico, psicológico y personal. A diferencia de los Ensayos incendiarios, los textos de Viviendo están escritos en un estilo directo y periodístico, apropiado para descripciones de la vida cotidiana. Los comentarios abordan la cuestión de cómo el individuo gestiona paisajes, personas, reglas, expectativas, deseos, miedos, otros cuerpos y a uno mismo. El tono de Supervivencia es más apremiante que el de Viviendo. Tal vez la afirmación más célebre de la serie sea “PROTECT ME FROM WHAT I WANT” (Protégeme de lo que deseo). Supervivencia fue el primero de los textos de Holzer escrito expresamente para letreros electrónicos: las frases, que originalmente aparecieran en grandes vallas publicitarias electrónicas de Times Square y de otros centros urbanos, son concisas y mordaces para que resulten fácilmente accesibles para los transeúntes.
Sala 207: Las promesas rotas de la Primavera Árabe
Esta sala presenta una nueva obra de led robotizada, THERE WAS A WAR (Hubo una guerra). Una instalación de bancos de piedra —algunos de ellos tumbados— creada ex profeso para este emplazamiento rodea el led en una escenificación del caos y la destrucción. Bancos curvos de la colección permanente del Museo aparecen cubiertos de versos de un texto que Holzer escribiera en 2001, Arno, una reflexión por momentos elegíaca sobre el dolor, la intimidad y la ausencia. La instalación incluye bancos grabados con fragmentos de Erlauf (1995), un conjunto de textos encargados a modo de monumento a la paz en Austria que considera la guerra como un compendio anónimo de recuerdos, sucesos, interrupciones y preguntas fracturadas. También se incluyen bancos con textos de Bajo una roca, Viviendo y Supervivencia.
THERE WAS A WAR consiste en una señal led vertical de forma cuadrangular que cuelga de una estructura robótica suspendida del techo de la sala. Para esta obra, Holzer buscó información sobre la crisis internacional de los refugiados y las devastadoras consecuencias humanitarias de la guerra civil que aún se libra en Siria, incluyendo 131 relatos de testigos presenciales reunidos entre 2011 y 2016 por las organizaciones Human Rights Watch y Save the Children. Entrevistas con manifestantes civiles arrestados, detenidos y torturados por el régimen de al Assad, así como con desertores del Ejército y de las agencias de inteligencia sirias, nos ofrecen una perspectiva de las promesas rotas de la Primavera Árabe en Siria. Por su parte, declaraciones de niños sirios, así como de sus padres, dan voz a las numerosas familias que han tenido que huir de sus hogares a lo largo de los últimos ocho años y que ahora afrontan grandes desafíos.
Sala 209: La violencia sexual
Esta sala alberga otra instalación de leds robotizada de nueva creación, I WOKE UP NAKED (Me desperté desnuda), que ofrece una serie de testimonios en primera persona de supervivientes de agresiones sexuales y violaciones. Los relatos, que se muestran en inglés, español y euskera, provienen de entrevistas con cooperantes y organizaciones sin ánimo de lucro, incluidas Human Rights Watch, Save the Children, Protect Our Defenders, el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados, y los textos en euskera procedentes de Voces para ver/Ikusteko ahotsak, libro de testimonios publicado por el Departamento de Empleo, Inclusión Social e Igualdad de la Diputación Foral de Bizkaia. El letrero electrónico recorre toda la sala sobre un sistema de carriles con un movimiento a ratos lineal y a ratos descontrolado e imprevisible.
I WOKE UP NAKED se extiende hacia Purple, 2008 (Púrpura), una sucesión de letreros de leds curvos compuesta por 19 elementos que recuerdan a costillas humanas, una obra que se pone en movimiento por primera vez en esta exposición. Púrpura muestra otro de los textos de Holzer, Lustmord, 1993–95 (Crimen sexual), en inglés y español. Centrada en el uso instrumentalizado de la violación como arma de guerra en la antigua Yugoslavia, Lustmord toma su título de una palabra alemana que denota un asesinato cometido para obtener placer sexual. Los textos de esta serie, redactados desde la perspectiva del autor, la víctima y el observador de esas violentas relaciones sexuales o de sus consecuencias, abordan el tema de la violencia sexual en sus múltiples manifestaciones.
Sala 208: Los abusos de la guerra
Colgada del techo de esta sala, podemos ver SWORN STATEMENT (Declaración jurada), una nueva obra electrónica que denuncia la impunidad de la que a veces se beneficiaron el personal militar y los contratistas del Ejército estadounidense ante las denuncias por abusos sistemáticos contra los detenidos en la guerra de Afganistán. En 2004, la Comandancia de Investigación Criminal (Criminal Investigation Command o CID) del Ejército estadounidense inició una investigación después de que salieran a la luz relatos creíbles de abusos cometidos en la base de Gardez en una serie de artículos publicados por medios de comunicación estadounidenses. La CID localizó y entrevistó a testigos afganos, médicos, y soldados y veteranos estadounidenses que habían estado desplegados en Afganistán, tanto en Gardez como en las restantes instalaciones en las que supuestamente se habían producido los abusos. Finalmente, tras escuchar los espeluznantes relatos afganos, los investigadores de la CID dieron por buenos los desmentidos de los soldados estadounidenses. SWORN STATEMENT incluye entrevistas con los investigadores.
Ram, 2016 (Ariete), un panel de leds de más de siete metros de largo, constituye una de las más recientes exploraciones por parte de Holzer de la relación entre estructura física y lenguaje, en la cual las palabras se desplazan a distintas velocidades por ambas caras de un letrero horizontal, encendiéndose y apagándose periódicamente para, al final, descomponerse en un espectro de colores que baña el suelo circundante en un resplandor tóxico. Las diversas velocidades evocan patrones del habla que Holzer describe como «el equivalente cinético de la inflexión en la voz». Con ayuda de la robótica, Ariete se mueve adelante y atrás y gira a un lado y a otro, en alusión al movimiento de los arietes militares o al sexo.
RAM contiene una selección de poemas del libro Budowałam Barykade (La construcción de la barricada), de Anna Świrszczyńska, cuya obra vemos también en la Sala 205. Świrszczyńska, escritora polaca, se unió a la resistencia en la Segunda Guerra Mundial y atendió como enfermera voluntaria a los partisanos heridos y moribundos durante el Alzamiento de Varsovia. No fue capaz de escribir sobre esa experiencia hasta treinta años más tarde, cuando, en 1974, publicó ciclo de poesía compuesto por 100 poemas. Una selección de textos de Budowałam Barykade se mostrará en las proyecciones de Holzer sobre la fachada del Museo y la ría.
RAM y SWORN STATEMENT se exhiben junto a instalaciones de huesos humanos obtenidos de fuentes éticas. Holzer comenzó a incorporar huesos humanos en su obra a comienzos de la década de 1990 y, en ocasiones, los muestra rodeados de cintas adhesivas plateadas en las que se han grabado las desesperanzadas palabras de Lustmord. A menudo, los huesos aparecen dispuestos sobre una mesa de madera, aunque, para la exposición de Bilbao, Holzer los ha dispuesto en función de su ubicación específica, como respuesta al entorno donde se exhiben.
Sala 203: Pinturas
Jenny Holzer. Lo indescriptible reúne un grupo de obras pictóricas pertenecientes a la serie Redaction Paintings (Pinturas de censura), que Holzer se encuentra realizando actualmente. Algunas cuelgan en ordenadas filas a lo largo de las paredes, en contraposición a otras dispuestas en el suelo en configuraciones aparentemente aleatorias. Desde comienzos de la década de 2000, Holzer ha venido estudiando documentos del gobierno estadounidense que han sido desclasificados con arreglo a la Ley de Libertad de Información (Freedom of Information Act o FOIA). Trabajando en óleo sobre lino, la artista reproduce documentos desclasificados, pero sumamente censurados, entre ellos muchos del Ejército.
Entre sus fuentes se incluye material de la era Bush que data de los comienzos de las operaciones militares estadounidenses en Afganistán e Irak, y documentos del FBI relativos a amenazas terroristas y al contraespionaje informático. Nuevas pinturas, que se exponen por vez primera en Bilbao, muestran documentos oficiales publicados recientemente relativos a la investigación por parte del fiscal especial Robert S. Mueller de la injerencia rusa en las elecciones presidenciales de 2016. Cada documento se amplía digitalmente y el contenido se calca minuciosamente para reproducir de forma fiel tanto el texto como los rastros de la censura. A continuación, se aplican colores y hojas de metal a las superficies de algunos lienzos, a veces realzando el contenido y, otras veces, apartándose de él, produciendo imágenes que invitan al visitante tanto a la lectura como a la contemplación.
Sala 204: Acuarelas
En esta sala se exponen acuarelas realizadas sobre los bocetos de trabajo en papel de calco utilizados para transferir los documentos desclasificados a lino para las Pinturas de censura de Holzer. En palabras de la artista: “Yo difumino algunos dibujos seleccionados para hacerlos más vívidos, y luego emborrono y pinto otros. La acuarela exige decisiones ágiles y acciones rápidas para lograr un buen efecto “húmedo sobre húmedo”, y eso es más emocionante que escribir correos electrónicos, actividad tan típica en mí. No tengo claro que estas se relacionen con el Expresionismo Abstracto en cuanto a su aspecto y materiales, dado que muestro más aguadas que pinceladas gestuales, por ejemplo, pero espero que el resultado final sea expresivo. Podríamos declarar expresionista el goteo, eso me haría feliz”. Las acuarelas proporcionan un encuentro táctil con el contenido que a menudo queda oculto tras la censura del gobierno estadounidense.
Sala 202: Sala de inspiración
Jenny Holzer ha descrito el proceso de dibujar como una forma de “pensar y conocer”. En esta sala se muestran artistas clave que han inspirado a Holzer o que han captado su atención a lo largo de los años, incluyendo a Louise Bourgeois, Paul Thek, Alice Neel y George Grosz, algunos de los cuales fueron amigos de Holzer. La mayoría de las obras que se exhiben provienen de la modesta colección de dibujos de la artista, si bien algunos proceden de otras colecciones, incluyendo el Paul Thek Estate de Nueva York y el Louise Bourgeois Studio. La sala revela afinidades, precedentes, y todo un abanico de modelos para tratar el mismo grupo de temas —violencia, justicia, belleza, amor, poder y abuso de poder— que ha preocupado a Holzer durante décadas.