Dicha tecnología, dada su capacidad transformadora, su magnitud, su escala, su crecimiento y concentración de la mecanización en el centro del país, con máquinas realmente gigantes, genera una nueva transformación del territorio.
Esta tecnología transforma el territorio en detritus, algo que se repite en a algunos ejemplos arquitectónicos como la torre monumento de las olimpiadas de Londres. Este proceso de transformación demanda la creación de GigaFactories de distribución totalmente automatizadas y donde la presencia del ser humano apenas existe. Se construyen edificios de una escala y tamaños gigantescos, medidos en kilómetros, realizados para empresas como Tesla o Amazon.
La apertura en el otoño de 2019, de la exposición en la rotonda, Countryside: Future of the World (título provisional) presentará las especulaciones sobre el mañana a través de las ideas sobre el campo actual. Más que cualquier ciudad, los vastos territorios no urbanos del campo se han convertido en la frontera de la transformación. La exposición explorará la inteligencia artificial y la automatización, los efectos de la experimentación genética, la radicalización política, la masa y la micro migración, la gestión territorial a gran escala, los ecosistemas humano-animales, los subsidios y los incentivos fiscales, el impacto de lo digital en el mundo físico y otros desarrollos que están alterando paisajes en todo el mundo.
Campo: El futuro del mundo está organizado por Troy Conrad Therrien, Comisario de Arquitectura e Iniciativas Digitales, con Ashley Mendelsohn, Asistente de comisario, Arquitectura e Iniciativas Digitales.