
El estudio de arquitectura DABG/deAbajoGarcia se adapta a las condiciones del terreno y propone para Creneas una estructura principal a partir de una cercha de acero que apoya sobre los muros de hormigón del sótano, respetando la vegetación existente. Además, resuelve los espacios principales mediante una estructura de madera de CLT, atendiendo a la cualidad espacial y a la orientación, abrazando con su geometría las preexistencias y organizando la planta en dos mitades.
En Creneas, se toma la decisión de abrir las estancias al jardín, creando una galería protegida por una celosía practicable que permite a los habitantes disfrutar de todos los espacios, tanto interiores como exteriores, y conectarlos entre sí y con su entorno. La estructura libera la totalidad del espacio, facilita una generosa entrada de luz y una óptima ventilación, y acerca a los habitantes a su contexto más próximo gracias a decisiones constructivas sostenibles e innovadoras.

Creneas por DABG/deAbajoGarcia. Fotografía por Montse Zamorano.
Descripción del proyecto por DABG/deAbajoGarcia
Las lógicas tectónicas de Creneas reflejan la capacidad de la arquitectura para abordar desafíos en un contexto expandido. Si bien la escala de una vivienda unifamiliar es pequeña, esta condición facilita un acercamiento directo a problemáticas globales, reflexiones sobre los modos de habitar y nuevos planteamientos constructivos.
El proyecto confía en la construcción industrializada y en los ensamblajes en seco como medios para optimizar los recursos y reducir las emisiones, minimizando la generación de residuos e incorporando las lógicas del ciclo de vida de los materiales en respuesta a las exigencias de la emergencia climática.
Creneas suma este interés a las particularidades del contexto. En este caso, las dificultades del solar forzaron a reducir el impacto de la cimentación en el terreno. Por ello, la estructura principal es una cercha de acero, que apoya en dos puntos sobre los muros de hormigón de un sótano que ocupa un 50 % de la superficie, respetando las raíces de los árboles existentes. El resto de la estructura vuela en dos direcciones y mediante tensores se atirantan las losas que completan la planta baja. Sobre la cercha se apoya la estructura ligera de la primera planta. Su geometría abraza sutilmente el pozo y el olmo de la entrada. El eje de apoyo central organiza la planta en dos mitades.

Atendiendo a la cualidad espacial que generan las alturas libres, la orientación y los requerimientos infraestructurales, los espacios principales se resuelven con estructura de madera CLT vista, y se abren a la luz de sur. Los espacios servidores se organizan en la mitad norte, con forjados de chapa de acero por los se canalizan todas las instalaciones. La obra atravesó múltiples imprevistos, viéndose truncado su inicio por la llegada de la pandemia. Una vez iniciada, la crisis de suministros y las subidas de precios sucesivas dificultaron tanto la compra de la madera como la ejecución de la cercha. Fue una pequeña empresa la que, fragmentando la estructura en partes menores para facilitar su fabricación en taller y el transporte a obra con los medios disponibles, hizo viable su ejecución.
Toda la fachada se ejecutó en muy poco tiempo con un sistema industrializado de ensamblaje en seco. Espacialmente, cabe destacar las estancias que se abren al jardín: El salón -de gran dimensión vertical- con un ventanal, interrumpido únicamente por los tensores que sostienen la losa y los dormitorios en planta superior, que vuelcan a una galería protegida del sol mediante una celosía practicable de madera. La singular estructura permite liberar la totalidad del espacio y el programa informa las decisiones del relleno para una solución residencial.