Rivera siempre consideró este proyecto como su legado, el lugar donde el público en general podía ver la colección que había reunido a lo largo de su vida.
La nueva ampliación del Museo Anahuacalli del Taller Mauricio Rocha responde a estas cualidades del sitio. Los tres edificios añadidos, además de un patio y una pasarela que conectan las nuevas estructuras con el equipamiento original, se ciernen sobre el suelo volcánico provocando una ampliación que parecería nacer del sueño de Diego Rivera de la "Ciudad de las Artes", teniendo en cuenta que cuando la tierra se transforma, surgen nuevas plazas, caminos, linderos. y rincones escondidos, con nuevas vistas de este hermoso paisaje.
Museo Anahuacalli, reforma y ampliación por Mauricio Rocha. Fotografía por Rafael Gamo.
La ampliación intenta mantener el espíritu original del proyecto, y las plazas son los elementos principales en torno a los que se organizan los edificios. Los nuevos volúmenes añadidos por el proyecto son una reinterpretación contemporánea de los edificios existentes, similares en altura a los otros edificios del museo (excepto por la estructura principal a modo de castillo), entablando un diálogo con el paisaje volcánico, una danza con la topografía accidentada que se funde con la reserva ecológica formada por capas de lava, y prestando atención a las ciudades mesoamericanas.
Además de la reordenación de usos, el proyecto dota a la institución de más espacio expositivo y también de biblioteca, depósito de colecciones, talleres, oficinas y servicios. Combinando hormigón y basalto, las nuevas construcciones se apoyan en el suelo casi sin tocarlo, con unas dimensiones que minimizan su impacto visual siendo absorbidas por el paisaje.
El uso de la piedra basáltica como sistema tectónico, tanto en los elementos estructurales verticales como en las celosías de piedra de las fachadas de los pabellones, regulan las vistas del entorno y unifican el conjunto, y si se presta atención, esto es suficiente para terminar el proyecto. no necesita nada más.
Museo Anahuacalli, reforma y ampliación por Mauricio Rocha. Fotografía por Onnis Luque.
Museo Anahuacalli, reforma y ampliación por Mauricio Rocha. Fotografía por Onnis Luque.
Descripción del proyecto por Mauricio Rocha
Objetivo
Los nuevos edificios junto con los existentes crean un nuevo espacio público con un patio central y rincones libres. Al respetar los niveles de la plaza central en los nuevos edificios, el muelle y el patio se convierten en los articuladores entre los espacios construidos, dejando debajo una topografía accidentada del paisaje volcánico que permite abrir espacios techados en ciertos puntos para lograr dos nuevos talleres al aire libre. . Los edificios existentes adquieren un nuevo programa o lo amplían.
El programa agregado tiene una relación armónica con los edificios originales, tanto en altura como en circulación, lo que permite la perseverancia del patrimonio. Las circulaciones mantienen el mismo nivel en todo el sitio, lo que las vuelve eficientes y permiten jugar con la topografía, creando diferentes patrones dentro del paisaje.
La configuración genera un juego de luces y sombras, y líneas visuales que se adaptan a la geometría general de los edificios y del paisaje. El museo se convierte en una introspección vivida hacia el espacio exterior.
El gran desafío de construir en la reserva ecológica, que es uno de los pocos ejemplos donde su ecosistema no ha sido alterado, con el menor impacto posible y la intervención logra ser un enlazador y no un agresor. Los nuevos edificios son de piedra volcánica en su sótano, losas, muros y celosías de hormigón.
Museo Anahuacalli, reforma y ampliación por Mauricio Rocha. Fotografía por Rafael Gamo.
Contexto
El Anahuacalli comienza con una plaza dura con un patio sumergido a 45 cm de la superficie general con edificaciones que lo conforman con esquinas libres. Diego Rivera inició el edificio central que fue su estudio y donde albergaba sus piezas prehispánicas más importantes, Diego Rivera falleció en 1957. Juan O'Gorman y Ruth Rivera decidieron continuar con el proyecto, en la década del 60 terminaron el edificio central y cuatro edificios más que terminan de formar la plaza central.
Nuestro proyecto trata de construir nuevos edificios en lectura abierta a la traza de los edificios preexistentes y lograr una nueva relación con una plaza blanda donde emerge un patio que es la cuarta parte del patio sumergido de la plaza dura. Los nuevos edificios tienen el mismo nivel de suelo y techo que los existentes, dejando únicamente el edificio principal, que fue el estudio de Diego Rivera, a diferente altura. Al sur se encuentra la bodega de visitas donde se albergan las 60.000 piezas que antes no se exhibían pero que ahora el público puede visitar. Al poniente se encuentra el edificio de talleres con una gran sala de baile que también funciona como sala polivalente para conferencias y conciertos, pórticos que dan a un patio interior y dos salas de artes plásticas y matemáticas.
Al norte se encuentra el edificio de oficinas y al este se compone de edificios preexistentes, logrando una extensión a la biblioteca.
Museo Anahuacalli, reforma y ampliación por Mauricio Rocha. Fotografía por Rafael Gamo.
Actuación
Así como las edificaciones preexistentes utilizaban la roca del terreno en su construcción, la ampliación toma este material y lo convierte en un material etéreo, que levita sobre un mar de lava, contrastando con la expresión masiva de las edificaciones históricas. La expansión deja la roca en el aire, elevándola sobre el paisaje natural, permitiendo que la naturaleza gobierne los espacios debajo de los edificios.
Los edificios están retranqueados en su base para conseguir un menor impacto paisajístico, la materialidad de los nuevos edificios con losas de hormigón y piedra volcánica en su base, en muros y en la celosía cortada a máquina en piezas de 30x15cm. Con una altura de 90cm, ensamblados y entrelazados, logran en su modulación una celosía abierta con vanos que se regulan a la vista del paisaje. El antiguo almacén pasa a ser el área de mantenimiento, construcción de museografías y recepción de obras para exposiciones, el área administrativa en cafetería, tienda y ludoteca, y la biblioteca aumenta de tamaño.
Las áreas siempre están contenidas y, al mismo tiempo, conectadas con el resto de la mancha urbana, vinculando el espacio construido con su paisaje, generando ventanas a su contexto.