Uno de los mejores ejemplos de unión y asociación entre un grupo de arquitectos y artistas para conseguir una meta, un objetivo común en torno a la arquitectura, se materializó en la Bauhaus. Walter Gropius creó esta Escuela hace ahora 100 años y tal y como Mies van der Rohe lo reflejó en la fiesta del 70 cumpleaños de su fundador:
 
“Fue una idea (…). Tal resonancia no se puede lograr ni con organización, ni con propaganda, solamente una idea tiene la fuerza de propagarse de tal manera”. (1)
Los Orígenes
 
La Bauhaus estuvo alojada en tres sedes- Weimar, Dessau y Berlín- y tuvo como directores a tres arquitectos: Walter Gropius, Hannes Meyer y Mies van der Rohe. Pero antes de que se fraguara esta poderosa y potente idea, ya existía una escuela de Artes y Oficios dirigida por el arquitecto Henry van de Velde.
 
Henry van de Velde se estableció en Weimar y había conseguido algo que más tarde perseguiría la Bauhaus a toda costa: hacer de mediador entre los artesanos y fabricantes de Turingia para producir unos diseños útiles, y modernos.
 
El director belga se vio forzado a dimitir y abandonó Alemania por la fuerte presión. Debido a la inminente guerra, se le consideró un enemigo de la patria, pero, antes de renunciar a su puesto, ya había mantenido contacto epistolar con W. Gropius y le había propuesto como posible sucesor junto con Hermann Obrist y August Endell.
 
Una vez acabada la I Guerra Mundial, Gropius reinicia los contactos con Weimar aunque los interlocutores y los propósitos habían cambiado.
 
La revolución de noviembre de 1918 conlleva el nacimiento de la República. Los cuatro años de contienda rompen vidas y truncan expectativas, pero también hacen tabla rasa con el pasado y crean un nuevo sentimiento donde arte y sociedad deben ir unidas. Artista y artesano deben unificar fuerzas porque el pueblo no debe quedar exento de la experiencia artística y la arquitectura será la mayor expresión que compilará el resto de manifestaciones, por tanto, los arquitectos serán los principales precursores y motores de esta nueva época.
 
En abril de 1919 la Bauhaus abría sus puertas a una juventud deseosa de participar en esta nueva era, una juventud que confiaba en que la cultura era la libertad del pueblo y donde 84 mujeres y 79 hombres, la primera remesa de alumnos, escucharon por primera vez que el arte no podía ser enseñado, pero sí el aprendizaje artesanal a través de los talleres que ofrecía la escuela.
 
Edificio de la Escuela de Arte de Weimar, arquitecto: Henry van de Velde / fotografía Louis Held, c. 1911.

Arte y técnica, una nueva unidad
 
En el verano de 1923 se realizó la gran exhibición donde la Bauhaus debía mostrar al exterior sus logros: exposiciones, conferencias, reuniones, representaciones teatrales, fiestas… todo ello iba dirigido al numeroso público que asistió y al que no solo le hacían imaginar una nueva forma de vida con la casa experimental Haus am Horn, también hacían suya, bajo pabellón de la Bauhaus, una nueva forma de entender la arquitectura.

Era necesario contar con ayuda exterior y Gropius no tuvo ningún inconveniente en llamar a Le Corbusier, J.J.P. Oud, G.T. Rietveld, Frank Lloyd Wright y varios arquitectos rusos y checos así como a sus compatriotas Erich Mendelsohn, Mies van der Rohe, Hans Poelzig, Bruno y Max Taut para demostrar a las autoridades locales y al público en general que la Bauhaus abanderaba, como si fuese suyo, el lenguaje de la nueva arquitectura que se estaba creando, no solo en Alemania.
 
Estas mujeres y hombres, con una conciencia innovadora en sus experiencias con tejidos, metales, cerámica, pintura mural, pero también a través de la literatura, pintura, el teatro y  la música, sin olvidar las matemáticas, el dibujo técnico y la física, consiguieron dar un nuevo enfoque integrador en el que se experimentó la modernidad en todas sus facetas, incluida una forma de convivencia asociativa y mixta que condujo a un nuevo resultado arquitectónico.
 
La fulminante retirada de subvenciones obligó a la Bauhaus a mudarse. El resultado de los años vividos en Weimar hay que interpretarlo como un laboratorio de ideas que cristalizaron en la nueva sede para la escuela en Dessau, el nuevo edificio que representará La nueva objetividad y la buena forma a la que deben tender todos los objetos diseñados por la escuela.
 
“Para su construcción reuní a todo el cuerpo de profesores y estudiantes en un verdadero trabajo en equipo. La dura tarea de coordinar las múltiples facetas del diseño en la construcción real de un edificio fue un éxito rotundo y ninguno de los colaboradores se sintió herido en su amor propio. Por el contrario, el hecho de convertir la escuela en una obra de construcción aumentó la moral del alumnado, que se sentía directamente responsable del trabajo que realizaba. El equipo con el que había soñado, formado con personas inspiradas por una misma voluntad y propósito común, se había convertido en una realidad”. (2)
Walter Gropius, recordando aquella época.

Bauhaus edificio Dessau desde el noroeste, arquitectura: Walter Gropius. Fotografía de Lucia Moholy, 1926.
 
La Bauhaus de Dessau
 
La nueva construcción, asimétrica, con un equilibrio de volúmenes que dotaban al conjunto de un gran dinamismo, ofrecía un nuevo concepto espacio-temporal. Se percibía el edificio como algo cambiante, en continuo movimiento.
 
El 4 y 5 de diciembre de 1926 se inauguró el complejo edificatorio que ofrecía a los estudiantes  talleres, aulas, una cantina y salón de actos, además de unos apartamentos para estudiantes y viviendas para maestros.
 
Así recordaba el estudiante Arieh Sharon aquel estreno:

“Al día siguiente empezó el Vorkurs (curso preliminar). Éramos en total veinticinco chicos y chicas de diferentes ciudades y países (ni uno solo de Dessau). Con distintos orígenes y conceptos sobre nuestro futuro. Algunos con la intención de continuar con las bellas artes en los estudios de los maestros Klee, Kandinsky y Feininger, o en el taller de teatro de Schlemmer, otros atraídos por el diseño industrial o de interiores de los talleres; sólo unos pocos queríamos ser arquitectos.” (3)
 
La Bauhaus seguía sin tener un taller propio de arquitectura por lo que la contratación de Hannes Meyer fue importante, con él llegaba finalmente la sección de construcción. La escuela de la federación de sindicatos ADGB, edificada en Bernau, fue de nuevo una oportunidad para que el alumnado materializase las ideas de Meyer y  Hans Wittwer, ganadores del concurso.
 
Simplicidad, honestidad en los materiales y en la estructura, limpieza de ornatos para llegar a la esencia de las cosas. Un voto de pobreza y humildad, este edificio se convertiría en el icono de la era Meyer, ascendido a director al poco tiempo de ejercer como profesor y cesado fulminantemente en el verano de 1930. 
 
Mies van der Rohe le sustituiría, siendo el último director que tuvo la escuela. Llegó a Dessau tras su exitoso pabellón alemán en la exposición de Barcelona, edificio considerado como uno de los más bellos y sublimes del siglo XX.
 
Apenas dos años pudo ejercer en su puesto. En el verano de 1932, el pleno municipal acordaba el cierre de la Bauhaus.


Edificio Bauhaus en Berlín, Birkbuschstrasse en Berlín-Steglitz. Fotogrpah by Howard Dearstyne, 1932.
 
La Bauhaus de Berlín
 
A medida que la Escuela se iba reduciendo de tamaño, su nombre se iba haciendo más grande. De Estatal en Weimar pasó a Provincial en Dessau y acabó como una academia particular en una antigua fábrica de teléfonos a las afueras de Berlín.
 
Los escasos meses transcurridos en la capital alemana debido al traslado forzoso desde Dessau tuvieron un abrupto final. La Bauhaus terminó precintada, como una metáfora de la mordaza que le impusieron a miles de personas que ya no pudieron volver a articular palabra. La República de Weimar se agotó y un nuevo régimen, el de Adolf Hitler, acabó con la Bauhaus. Acabó con la escuela, pero no con sus ideas, porque como dijo Mies,  solamente una idea tiene la fuerza de propagarse con tal intensidad.

Sello "nueva bauhaus", autor: László Moholy-Nagy, 1937.

NOTAS.-
 
(1). Sigfried Giedion, Walter Gropius. New York: Dover Publications, 1992, p.18. Reedición del libro original de 1954.
(2). Walter Gropius, La nueva arquitectura y la Bauhaus. Barcelona: Editorial Lumen, 1966, p.104.
(3). Arieh Sharon, Kibbutz+Bauhaus, an architect’s way in a new land. Stuttgart: Karl Krämer Verlag, 1976, p.28.

Más información

Ludwig Mies van der Rohe nace en Aquisgrán el 27 de marzo de 1886 y muere en Chicago el 17 de agosto de 1969. Activo en Alemania entre los años 1908 y 1938, cuando se traslada a Estados Unidos donde estaría hasta su muerte. También considerado, desde los años 50, como un “maestro” del Movimiento Moderno, Mies es uno de los padres de este movimiento junto Walter Gropius, Le Corbusier y Frank Lloyd Wright.

Mies van der Rohe, que en su juventud fue guiado por maestros como Hendrik Petrus Berlage o Peter Behrens, nunca perdió de vista el racionalismo de Villlet-Le-Duc o de clasicismo eléctico de Karl Friedrich Schinkel, teniendo así un fuerte vínculo con el historicismo arquitectónico. Como diría en su manifiesto “Baukunst und Zeiwille” al respecto: “no es posible avanzar mirando atrás”.

En 1900 comenzó a trabajar para su padre en el taller de piedra de la familia y poco después se traslada a Berlín para colaborar con Bruno Paul en 1902, participando en el diseño de muebles. Diseñaría su primera vivienda en 1907, la “Casa Riehl” en Neubabelsbers y trabaja de 1908 a 1911 en el despacho de Peter Behrens. Aquí se ve influenciado por técnicas estructurales y diseños basados en acero y vidrio, como es el proyecto de la AEG de Berlín. Estando en el estudio de Behrens diseña la Casa Perls.

Abre su propio estudio en 1912 y diseña una casa en La Haya para el matrimonio Kröller-Müller. El estudio recibió pocos encargos en sus primeros años, pero Mies, al contrario de otros arquitectos como Le Corbusier, en sus primeros años ya mostraban lo que sería una línea de arquitectura a seguir, siendo un arquitecto que cambió poco su filosofía arquitectónica.  En esta etapa se encuentran la Casa Heertrasse y la Casa Urbig como sus principales proyectos.

En 1913 se traslada a las afueras de Berlín con su esposa Ada Bruhn con quien tendría sus tres hijos. La familia se separó cuando Mies fue destinado a Rumania durante la Primera Guerra Mundial.

En el 1920, Ludwig Mies, transforma su apellido en Mies van der Rohe. y en 1922 se une como miembro al “Novembergruppe”. Un año después, en 1923, edita la revista “G” junto con Doesburg Lisstzky y Rechter. En este periodo trabaja en dos casas, el Chalet de Ladrillo y la Casa Mosler. En 1926, Mies van der Rohe ocupa el puesto de comisario jefe de la exposición del Werkbund alemán, siendo nombrado su presidente ese mismo año. En este periodo proyecta la Casa Wolf en Guden y la Casa Hermann Lange en Krefeld y en 1927, conoce a la diseñadora Lilly Reich, en  la exposición de viviendas de Weissenhof, donde fue director,  y diseña para ella un bloque de viviendas en estructura de acero.

En 1929, recibe el encargo para proyectar el Pabellón Nacional de Alemania para la Exposición Internacional de Barcelona (reconstruido en 1986), donde incluye el diseño de la famosa  Silla Barcelona.

En 1930, proyecta en Brünn - actual Republica Checa -, la Villa Tugendhat. Dirige la Bauhaus Dessau hasta su cierre en 1933. El nazismo obliga a Mies a emigrar a Estados Unidos en 1937.  Fue nombrado director del departamento de arquitectura del Intituto Armour en 1938, el que más tarde este se fusionaría con el Instituto Lewis, formando el Instituto Tecnológico de Illinois (IIT) y donde se encargaría de construir gran parte de la infraestructura del Instituto entre los años 1939 y 1958. Uno de los edificios más famoso de este complejo es el Crown Hall, IIT (1950-1956).

En 1940, conoce a la que sería su compañera hasta su muerte, Lora Marx. Se hace ciudadano de Estados Unidos en 1944 y, un año después, iniciaría el proyecto de la Casa Farnsworth (1945- 1950). Durante esta etapa, en 1948, proyecta su primer rascacielos: las dos torres de los Lake Drive Apartments en Chicago, las cuales terminaron de construirse en 1951. Poco después, realiza otro edificio de esta tipología, el Commonwealth Promenade Apartments, entre los años 1953 y 1956.

En 1958 proyecta el que sería su obra más importante: El Edificio Segram en Nueva York. Este es un edificio de 37 pisos, revestido con vidrio y bronce, que construyó y proyectó junto a Philip Johnson. Se jubila del Instituto de Tecnología de Illinois ese mismo año. Construiría otras torres y complejos como son: el Toronto Dominion Centre (1963-1969), el Westmount Square (1965-1968) y diseñaría la Nueva Plaza y Torre de Oficinas para La City de Londres (1967).

Entre los años 1962 y 1968, construye la Neue Nationalgalerie en Berlín, el cual sería su último legado a la arquitectura. El edificio que nace como sala de exposiciones, está construido con acero, vidrio y granito.

Muere en Chicago el 17 de agosto de 1969 dejando un largo legado e influencia para generaciones futuras.

Dos de las frases  más famosas de Mies van der Rohe son “Menos es más” (Less is more) y “Dios está en los detalles” (God is in the details).

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Walter Adolph Georg Gropius nació en Berlín el 18 de mayo de 1883 (falleció el 5 de julio de 1969), hijo y nieto de arquitectos, cuya influencia le llevó a estudiar arquitectura en Múnich y Berlín. Tras finalizar sus estudios, trabajó en el estudio de Peter Behrens, donde más tarde se independizó. Entre 1910 y 1915 trabajó principalmente en la rehabilitación y ampliación de la fábrica Fagus en Alfeld. Esta obra fue pionera en la arquitectura moderna con sus delgadas estructuras metálicas, grandes superficies acristaladas, cubiertas planas y formas ortogonales.

Además, Gropius fundó la famosa Escuela Bauhaus, una escuela de diseño que enseñaba a los estudiantes a utilizar materiales modernos e innovadores para crear edificios, muebles y objetos originales y funcionales. Fue su responsable primero en Weimar y luego en Dessau, desde 1919 hasta 1928.

A partir de 1926, Gropius se dedicó intensamente al diseño de bloques de viviendas, en los que veía la solución a problemas sociales y urbanos, además de apostar por la racionalización en la industria de la construcción, que permitiera construir de forma más rápida y económica.

Antes de la Primera Guerra Mundial, Gropius ya formaba parte de un movimiento de renovación estética, representado por el Deutscher Werkbund, que pretendía unir el arte con el diseño industrial.

Después de la guerra, Gropius, en su papel de director de la Sächsischen Kunstgewerbeschule (Escuela de Artes y Oficios) y de la Sächsischen Hochschule für bildene Kunst (Escuela Superior de Bellas Artes), decide fusionar las dos escuelas bajo el nombre de “Staatliches Bauhaus” combinando sus objetivos académicos y añadiendo una sección de arquitectura. El edificio construido para la escuela es en sí un símbolo de las ideas más representativas de la Bauhaus: “la forma sigue a la función”.

En 1934 Gropius se vio obligado a abandonar Alemania debido a las agresiones nazis que sufría la Bauhaus y su obra. Vivió y trabajó durante tres años en Inglaterra trasladándose después a Estados Unidos, donde fue profesor de arquitectura en la Escuela de Diseño de Harvard. En 1946 fundó The Architects Collaborative, Inc., un grupo de jóvenes arquitectos conocido como TAC, del que fue responsable de la dirección y formación de los miembros durante varios años.

Walter Gropius murió en Boston en 1969, a la edad de 86 años. Sus edificios reflejan el estilo de la Bauhaus, con nuevos materiales utilizados en su construcción que les confieren un aspecto moderno, desconocido en aquella época. Las fachadas lisas y las líneas claras carecen de elementos decorativos innecesarios. Esta arquitectura le ha convertido en uno de los líderes clave del llamado 'Estilo Internacional' en arquitectura.

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Publicado en: 1 de Abril de 2019
Cita: "Centenario de la Bauhaus, la escuela que cambió el arte y la arquitectura del siglo XX" METALOCUS. Accedido el
<http://www.metalocus.es/es/noticias/centenario-de-la-bauhaus-la-escuela-que-cambio-el-arte-y-la-arquitectura-del-siglo-xx> ISSN 1139-6415
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