En este libro, su autora Josenia Hervás, hace explicito el tesón de aquella mujeres, que unido al adiestramiento que practicaron en las escuelas en las que entraron para formarse, demostraron que ellas tenían capacidad suficiente para desarrollar cualquier actividad intelectual por compleja que esta fuera. Estas mujeres luchadoras, como las llamaría Ida A.R.Wylie, nunca unas "mujercitas corrientes", lograron culminar en la Bauhaus unos estudios altamente cualificados. Se convirtieron en ingenieras industriales y arquitectas.
El libro muestra el lado menos conocido de la escuela más famosa: el trabajo de las arquitectas que surgieron de la Bauhaus.
Las mujeres, en un principio, con ser admitidas ya se daban por satisfechas. Eran disciplinadas, muy trabajadoras y se conformaban con las tareas que se les asignaba. Todos los estudiantes conocían las dificultades que acarreaba el ingreso y ser admitido era un hecho trascendente. Käthe Brachmann, agradecía en 1919 poder formar parte del alumnado: “Por lo tanto, nosotras las mujeres, también vinimos a esta escuela, porque cada una de nosotras encontró un trabajo que realizar aquí ¡que no nos atrevíamos a descuidar! ¡Puede que nadie envidiase nuestro trabajo! Gracias a todos aquellos que nos lo concedieron…” Somos nosotras, las siguientes generaciones de arquitectas, historiadoras, ingenieras, publicistas, diseñadoras… las que envidiamos y resaltamos su trabajo. Cuando Isabelle Anskombe contactó a principios de 1981, a través de Gunta Stölzl, con Marianne Brandt, ésta se encontraba en un asilo cercano a su lugar de nacimiento (antigua DDR) y quedó gratamente sorprendida del interés despertado.
CRÉDITOS.
Año de edición.- 2015
Idioma.- Español
Editorial.- Diseño Editorial
ISBN.- 978-987-3607-86-8
Páginas.-386
Encuadernación.- Rústica