Para abordar las preguntas y las dicotomías sobre estas tipologías, la aparente ausencia de edificios altos en su amplia cartera y, no obstante, el deseo del arquitecto de innovar dentro de la tipología, el curador, António Choupina, seleccionó una variedad de materiales (incluidos bocetos, modelos arquitectónicos, maquetas, fotos y otros medios de cada uno de los proyectos construidos con alturas entre 16 y 137 metros respectivamente).
La torre de vigilancia en Proença-a-Nova (2018-21) funciona con paneles solares y se eleva en la cima de una cadena montañosa llamada Serra das Talhadas. Puede que solo tenga 16 metros de altura, pero se encuentra a 616 metros sobre el nivel del mar, con vistas a las crestas cuarcíticas de 50 millones de años del geoparque circundante. Esta torre está destinada a evitar la propagación de incendios forestales, además de funcionar como un mirador en la cima de una ambiciosa ruta de escalada en roca. Álvaro Siza compuso la torre vigía con losas cuadradas en voladizo y esquinas redondeadas. El plano de planta destila la estructura a su forma más esencial: una cuadrícula cruzada, no muy diferente del crucifijo vecino.
Torre 611W56 en Manhattan por Álvaro Liza. Fotografía por João Morgado.
Su torre más reciente, en Manhattan (2014-22), con una altura de 137 metros, puede parecer modesta en comparación con el horizonte en constante crecimiento de Nueva York, pero es suficiente para «acariciar el cielo en lugar de rascarlo», según Siza. Sus torres son por tanto instrumentos de renovación y reestructuración de territorios, como el barrio de 611W56, expandiéndose verticalmente para dar cabida a espacios públicos que permitan la participación social de las comunidades -en la esquina de la avenida 11- y la implementación de áreas ajardinadas -en Patio del 2do piso. La torre tiene un vago parecido con una escultura antropomórfica, su cuello largo y cabeza en voladizo revestido de piedra caliza, con un patrón de doble espina de pescado.
Es uno de los arquitectos más premiados del mundo, ganando el primer Mies van der Rohe Award for European Architecture (1988) y el Mies Crown Hall Americas Prize (2014), Premio Nacional de Arquitectura (2019), así como el Pritzker Prize (1992), el Praemium Imperiale (1998), el Premio Wolf (2001), el León de Oro a la Trayectoria (2012) y las Medallas de Oro de la Fundación Alvar Aalto (1988), Royal Institute of British Architects (RIBA, 2009) e International Union for Architects ( UIA, 2011), por mencionar solo algunos.
La exposición, ahora la segunda dedicada a Siza en el museo desde 1985, estará abierta hasta el 5 de julio.