El proyecto es un híbridoo entre restauración y nuevos volúmenes, que ha tenido en cuenta materiales, formas y colores como resultado de una cuidadosa investigación sobre la domesticidad de los lugares, extendida a los aspectos perceptivos vinculados a las discapacidades cognitivas.
Los dos volúmenes de nueva construcción albergan apartamentos para padres e hijos con discapacidad cognitiva, con espacios caracterizdos por grandes lucernarios que dan al parque. La masía, junto con el nuevo pabellón, acogen la sede de las dos asociaciones involucradas.
Centro SON para la fragilidad mental «Cascina San Carlo» por B22. Fotografía por Filippo Romano.
Centro SON para la fragilidad mental «Cascina San Carlo» por B22. Fotografía por Simone Marcolin.
Descripción del proyecto por B22
El centro SON para la fragilidad mental, ubicado en las afueras de Milán, consiste en un grupo de viviendas y servicios sociales, distribuidos en dos edificios residenciales y un pabellón para actividades cívicas y públicas. Además, el proyecto incluye la rehabilitación de Cascina San Carlo, un edificio que data de 1915, y la remodelación y ampliación del parque público adyacente.
Dos nuevos edificios albergan los apartamentos para padres con hijos afectados por la fragilidad mental. En la planta baja, habitaciones luminosas caracterizadas por grandes ventanales se abren a los espacios verdes circundantes. En el primer piso, el proyecto prevé habitaciones iluminadas por grandes lucernarios orientados hacia el parque, destinados a albergar a los habitantes en apoyo de las familias.
El edificio existente y el nuevo pabellón albergan dos asociaciones para la promoción de actividades con vocación social y una sala –equipada con un laboratorio de cocina– tanto para actividades públicas como para reuniones privadas. Finalmente, como parte de la intervención, se incluyó un nuevo huerto en el diseño del jardín, y se recuperó y plantó un área abandonada de propiedad pública.
Los edificios y el paisaje dialogan con los signos históricos y los caminos presentes en este fragmento de la ciudad, con el objetivo de crear un ambiente inclusivo, pero también un hito discreto que, durante la noche, como una linterna, se vuelve visible para el barrio.
La relación entre los espacios habitables y los elementos naturales – la luz, el paisaje, el paso del tiempo y las estaciones – está en el centro del proyecto físico y social. Materiales, formas y colores son el resultado de una cuidadosa investigación sobre la domesticidad del lugar, extendida a los aspectos perceptivos vinculados a las fragilidades cognitivas.
La intervención -objeto de un convenio urbanístico específico con la administración pública- se realiza en el marco de la ley "Dopo di noi", que protege los derechos de las personas con discapacidad que se encuentran sin apoyo familiar, y está íntegramente financiada con fondos privados. donaciones y recaudación de fondos.