Se modula el espacio a partir de las crujías de dimensiones óptimas y de la utilización de sistemas constructivos en seco, que permite la redistribución de superficies de una manera fácil y asequible. Esto se realiza con una estructura de forjados de hormigón armado unidireccionales apoyados sobre soportes de hormigón.
Se proponen unas fachadas con dos tratamientos diferentes en función de su relación con el paisaje al que se enfrentan: zonas opacas con acabado exterior de chapa de acero lacado y plegado; y zona de huecos con bandas traslúcidas formadas por placas de policarbonato celular.
Parque de bomberos por NGNP arquitectos. Fotografía por Jesús Granada.
Parque de bomberos por NGNP arquitectos. Fotografía por Jesús Granada.
Descripción del proyecto por NGNP arquitectos
El proyecto para el Parque de bomberos, emplazado en la periferia de Jerez de los Caballeros (Badajoz), es consecuencia del encuentro entre la funcionalidad y la visibilidad que requiere un equipamiento público de esta naturaleza. Partiendo de una actitud responsable, que aúna la buena práctica del oficio y la búsqueda de lo significativo, la propuesta se aborda a partir de un cumplimiento escrupuloso del programa, pero sin renunciar a la calidad arquitectónica. Esto convierte al edificio en un objeto compacto en dos plantas, cuyo programa se distribuye en torno a la privacidad de los usos y a las condiciones ambientales. Así, las dependencias públicas asociadas al uso profesional (oficinas, hangar, gimnasio o vestuarios) se localizan en planta baja, mientras que los dormitorios y aula están arriba. Con esta disposición las zonas de estar y dormir se orientan al norte, optimizando su uso por una luz neutra y evitando la radiación excesiva. El proyecto se plantea desde la homogeneidad del conjunto en torno a dos materiales, la chapa normalizada de color cobre y el policarbonato, cuya disposición permite presentar cuatro fachadas diferentes en función de su relación con el paisaje al que se enfrentan. Esta propuesta compositiva, abstracta y rotunda, desde el material aporta monumentalidad a un edificio que, a priori, no la requiere. Sin embargo, tanto la composición neoplástica de las fachadas, que equilibra la escala de la pieza, como el ennoblecimiento de los materiales prefabricados, aportan significado, personalidad y presencia a un edificio que, de otra manera, desaparecería en un paisaje industrial de periferia.
La propuesta parte de un análisis exhaustivo de los parámetros fundamentales del proyecto: el programa solicitado y el presupuesto disponible. Nuestro trabajo siempre persigue garantizar la viabilidad económica y técnica de la obra, optimizando para ello al máximo la edificación propuesta, evitando tareas innecesarias y aquilatando razonadamente el programa, cumpliéndolo escrupulosamente. Este planteamiento trata de proteger la inversión pública pero no renuncia en absoluto a la calidad arquitectónica necesaria para asegurar la visibilidad y funcionalidad de un equipamiento de esta naturaleza.
Parque de bomberos por NGNP arquitectos. Fotografía por Jesús Granada.
Parque de bomberos por NGNP arquitectos. Fotografía por Jesús Granada.
El escrupuloso cumplimiento del programa lleva a una propuesta muy compacta, organizando todos los usos en un único volumen edificado, que permite reducir circulaciones, lo cual redunda en una mejor funcionalidad, al estar todos los puntos del espacio relativamente próximos al hangar en caso de emergencia. El hangar, los vestuarios y aseos y duchas, el gimnasio, despachos, salas, y espacios de servicio (almacenes, limpieza, instalaciones…) se ubican todos en planta baja, como requiere el programa facilitado. Dormitorios, cocina – comedor, formación y aseos se ubican en planta alta, en una pieza muy compacta. La circulación peatonal principal en el interior se establece en prolongación al acceso, a modo de espina dorsal, que divide al edificio en una crujía a norte y otras a sur. A norte se disponen los usos propiamente de residencia, salas, despachos, etc., aprovechando una luz neutra constante a lo largo de todo el día, evitando radiación excesiva y deslumbramientos. Hacia el sur se desarrollan 3 paquetes fundamentales: gimnasio, con conexión directa al exterior, con la pista y torre de prácticas; aseos y vestuarios, relacionados gradualmente en 3 bandas (vestuarios de limpio dando a la distribución principal, aseos y duchas conformando la banda central, y vestuarios de intervención, con acceso directo al hangar); y hangar, que cuenta también conexión directa con la distribución principal del edificio residencia, en la zona más amplia, junto a la escalera que conduce a la planta superior. En esta, el programa principal también se dispone a norte, ubicándose a sur, en una crujía de menores dimensiones que la norte, los aseos y el almacén de material de formación y ofimática. También en la fachada sur se establece el acceso a la terraza, sobre el volumen de planta baja, con vistas hacia el núcleo urbano. Esta terraza da a su vez acceso a la terraza de máquinas e instalaciones, colindante con la zona de garaje de camiones, minimizando longitudes de las redes de instalación más importantes.
A partir de unas crujías de dimensiones óptimas y de la utilización de sistemas constructivos en seco, se consigue la tan deseada modularidad en el interior del edificio, que permite la redistribución y la permuta de superficies con gran facilidad y a un muy bajo coste. Así, se han mantenido y desarrollado adecuadamente los criterios fundamentales de racionalidad, sostenibilidad y economía que marcaron la propuesta del cliente. El concepto general que ha guiado la elección de los mismos en el desarrollo de las soluciones técnicas ha sido la eficiencia y funcionalidad de los mismas, tanto estética como económicamente, criterios estos tomados como compromiso ético de calidad que, creemos, todo edificio de equipamiento público debe asumir con naturalidad. Este concepto se materializa en una serie de premisas que fundamentan las decisiones de ejecución material del proyecto: durabilidad y facilidad de mantenimiento, Materiales económicos pero de calidad contrastada, singularidad estética y representativa de la condición pública del edificio, confort ambiental de los espacios, sostenibilidad y eficiencia bioclimática de las soluciones constructivas y los materiales elegidos, modularidad y estandarización de elementos, y uso en lo posible de elementos prefabricados.
Parque de bomberos por NGNP arquitectos. Fotografía por Jesús Granada.
Constructivamente, esto se realiza una estructura forjados de hormigón armado unidireccionales apoyados sobre soportes de hormigón, y se proponen unas fachadas con dos tratamientos diferentes: zonas opacas formadas por fachada ventilada con acabado exterior de chapa de acero lacado y plegado, y hoja interior mediante trasdosado de yeso laminado y aislamiento térmico; y zona de huecos con bandas traslúcidas formadas por placas de policarbonato celular machihembradas con perfilería de aluminio y ventanas fijas u oscilobatientes con vidrios dobles en cámara y carpinterías de aluminio. Todo esto, el construye la envolvente de manera que, manteniendo la volumetría y configuración general originales, se logra una imagen rotunda, elegante y consecuente estéticamente, a la par que técnicamente más funcional.
La definición constructiva del edificio adquiere en este caso un carácter esencial para trascender la habitual imagen meramente industrial de entorno y programa. En un ejercicio de alta costura povera, la arquitectura trata de transformar la piel del edificio, mediante la aplicación de una estricta geometría cartesiana sobre materiales sencillos y prefabricados, como la chapa de acero y el policarbonato celular, en una envolvente de apariencia noble, al modo de un traje a medida, de corte esmerado pero ejecutado con tejidos humildes: digno y duradero. El proyecto trata de exprimir el presupuesto disponible, diseñando fachadas ventiladas, adecuadas al clima extremo de la localidad, formadas por una hoja interior aislante de bloques de hormigón celular, y un revestimiento exterior de paneles arquitectónicos de chapa de acero perfilada y lacada en color cobre. La iluminación y ventilación se resuelven mediante huecos que conforman siempre bandas completas, incorporadas al juego volumétrico de las fachadas, compuestas por planos de policarbonato celular traslúcido y algunas ventanas puntuales de vidrio, que enfatizan las vistas disponibles. Un conjunto de pletinas de acero galvanizado sirve para trazar el nítido dibujo que imbrica planos opacos y traslúcidos, chapa cobre y policarbonato opal, así como unas pocas substracciones que destacan los accesos, como si se tratase de las costuras del austero vestido que honra el trabajo de los bomberos.