Por sexto año consecutivo, vuelve a celebrarse el Programa para Jóvenes Arquitectos [YAP] de verano, un programa de promoción y apoyo a la arquitectura joven organizado por el MAXXI en colaboración con el MoMA/MoMAPS1 en Nueva York [EEUU], Constructo de Santiago Chile, Istanbul Modern [Turquía] y MMCA Museo Nacional de Arte Moderno y Contemporáneo de Seúl [Corea]. El grupo italiano deltastudio ha sido finalista con Albula, un sistema de código abierto capaz de depurar el agua del río Tíber, cercano al museo, hasta el punto de hacerla apta para el consumo humano.
Albula es una herramienta urbana interactiva que aborda la crisis de contaminación del río Tíber y su degradación. La instalación es a la vez un espacio urbano y una metáfora de los molinos de agua que poblaban el río en el pasado, recurriendo al imaginario popular olvidado. Si en el pasado el molino generaba energía a partir de la corriente del río, en la plaza del MAXXI, Albula, regulado por una "ecología inversa", utilizará el flujo humano para purificar el agua Tíber y devolverlo a la ciudad.
El proyecto propone un sistema integrado de suspensión de la fitodepuración, cumpliendo las solicitudes de reunión, refrigeración y sombra. La elección de las especies de plantas se determina basándose en la información sobre la contaminación del agua Tíber en 2015 (según datos de ARPA Lazio). En esta configuración, la instalación gestiona un total de 10.000 litros de agua, purificando 2.000 litros recogidos directamente del río romano y vertidos en las tres primeras filas de sacos. El agua limpia obtenida al final del ciclo de la fitodepuración puede ser utilizado para uso humano, conforme a las normas existentes.
La instalación está compuesta por cuatro elementos: una plataforma/balsa, una estructura metálica en forma de T de la que se cuelgan los sacos de fitorremediación, la rueda hidráulica y el depósito de recogida. La cubierta consiste en una capa de agua Tíber, contenida en el interior de los sacos, que proporciona sombra en el espacio público a continuación. Cada saco está diseñado como un micro-ecosistema de diferente tamaño, en el que las plantas se comportan como bombas naturales capaces de absorber los agentes patógenos, productos químicos y metales pesados.
La interacción entre el hombre y el sistema de la fitorremediación se consigue gracias a un Arduino, una placa base programable de bajo coste capaz de interactuar con el entorno en que se encuentra. La posición del cuerpo es detectada por los diferentes sensores de proximidad ultrasónicos conectados a través de la tarjeta a un motor eléctrico que, al operar la rueda hidráulica, desencadena el flujo de caída de agua dentro de los sacos.
Albula es un proyecto de código libre, “open source”, diseñado como un modelo escalable que puede ser replicado en diferentes contextos. Por esta razón, se distribuye bajo la licencia Creative Commons BY-NC-SA 3.0, junto con la secuencia de comandos que controla el funcionamiento de la tarjeta electrónica y sensores de proximidad Arduino.
El resultado es una estructura fascinante y lúdica, diseñada con la intención demostrativa de contribuir a la re-apropiación del río que fluye tan cerca de los flujos urbanos que genera por MAXXI. Todo para hacer que Roma no sea la última de las grandes ciudades que vuelva a enamorarse de su río.
Albula es una herramienta urbana interactiva que aborda la crisis de contaminación del río Tíber y su degradación. La instalación es a la vez un espacio urbano y una metáfora de los molinos de agua que poblaban el río en el pasado, recurriendo al imaginario popular olvidado. Si en el pasado el molino generaba energía a partir de la corriente del río, en la plaza del MAXXI, Albula, regulado por una "ecología inversa", utilizará el flujo humano para purificar el agua Tíber y devolverlo a la ciudad.
El proyecto propone un sistema integrado de suspensión de la fitodepuración, cumpliendo las solicitudes de reunión, refrigeración y sombra. La elección de las especies de plantas se determina basándose en la información sobre la contaminación del agua Tíber en 2015 (según datos de ARPA Lazio). En esta configuración, la instalación gestiona un total de 10.000 litros de agua, purificando 2.000 litros recogidos directamente del río romano y vertidos en las tres primeras filas de sacos. El agua limpia obtenida al final del ciclo de la fitodepuración puede ser utilizado para uso humano, conforme a las normas existentes.
La instalación está compuesta por cuatro elementos: una plataforma/balsa, una estructura metálica en forma de T de la que se cuelgan los sacos de fitorremediación, la rueda hidráulica y el depósito de recogida. La cubierta consiste en una capa de agua Tíber, contenida en el interior de los sacos, que proporciona sombra en el espacio público a continuación. Cada saco está diseñado como un micro-ecosistema de diferente tamaño, en el que las plantas se comportan como bombas naturales capaces de absorber los agentes patógenos, productos químicos y metales pesados.
La interacción entre el hombre y el sistema de la fitorremediación se consigue gracias a un Arduino, una placa base programable de bajo coste capaz de interactuar con el entorno en que se encuentra. La posición del cuerpo es detectada por los diferentes sensores de proximidad ultrasónicos conectados a través de la tarjeta a un motor eléctrico que, al operar la rueda hidráulica, desencadena el flujo de caída de agua dentro de los sacos.
Albula es un proyecto de código libre, “open source”, diseñado como un modelo escalable que puede ser replicado en diferentes contextos. Por esta razón, se distribuye bajo la licencia Creative Commons BY-NC-SA 3.0, junto con la secuencia de comandos que controla el funcionamiento de la tarjeta electrónica y sensores de proximidad Arduino.
El resultado es una estructura fascinante y lúdica, diseñada con la intención demostrativa de contribuir a la re-apropiación del río que fluye tan cerca de los flujos urbanos que genera por MAXXI. Todo para hacer que Roma no sea la última de las grandes ciudades que vuelva a enamorarse de su río.