Partiendo de la idea de que en la maqueta es donde se concibe por primera vez la idea arquitectónica, la exposición crea una "atmósfera sagrada" mediante la colocación de 500 maquetas realizadas por estudiantes en lo alto de un pedestal.
La maqueta juega un papel importante en la enseñanza de la arquitectura, ya que permite la interpretación del espacio en todas sus direcciones y ayuda a comunicar el proyecto a través de la composición física.
El suelo del pabellón está cubierto con losas de diferentes tamaños artísticamente colocadas. Esta capa base estructura el espacio y junto con las maquetas flotanto en los soportes y el techo blanco tipo membrana bajo una cubierta de vidrio crean una atmósfera peculiar, casi sagrada.
El equipo de diseño Spacemaker ha concebido esta idea para representar la complejidad involucrada en el proceso creativo entre el concepto y la realidad. El resultado es una puesta en valor del trabajo en equipo gracias a la aportación de estudiantes de distintas generaciones. Con la colocación de las maquetas de manera ordenada, la exposición pretende transmitir los principios mínimos fundamentales en las etapas del proceso de diseño.
CRÉDITOS DEL PROYECTO
Encargado: Gábor Gulyás.
Comisario: Bálint Bachmann.
Diseño: Balázs Markó.
Comisario asistente: István Puskás.
Equipo de diseño: Johanna Keresnyei, Balázs Kósa, Zsolt László, István Németh, Andrea Stemmer, Péter Zilahi.
Asistentes de diseño: Linda Papp, Zoltán Varga, Dóra Zsalakó.
Media art: Vince Keresnyei, Zoltán Kovács, Zoltán Németh, Adrián Majoros, Dávid Szolykó, Dániel Veszely.