La técnica empleada por el artista es algo que viene desarrollando desde hace varios años como en la serie de obras Espacios ocultos, en la que hace una reinterpretación de pinturas relevantes en la historia del arte mediante el vaciado de estas.
El diálogo que se produce entre esta nueva interpretación del Guernica y las imágenes de Bilbao confluye en un escenario vacío, que deja paso a la imaginación del espectador.
En torno al Guernica posee el mismo tamaño que la obra original, para el proceso de vaciado de personajes en el espacio se ha llevado a cabo un proceso de tratado digitalmente.
Esta experiencia artística se puede complementar con un proyecto digital accesible desde la propia pagina web del Museo. De igual forma, si se quiere conocer más acerca del proceso de producción tanto de las fotografías de Bilbao como del proyecto del Guernica, se ha publicado un libro que incluye comentarios de Carlos del Amor.
Un proyecto en colaboración
Tras la pandemia, el Museo se ha visto afectado igual que la mayoría de lugares de ocio o empresas, lo cual ha supuesto que sea muy complicado poder llevar a cabo nuevas iniciativas. Por ello, se debe nombrar la colaboración de tres empresas que han ayudado a que esta exposición salga adelante.
Estudios Durero, que ha sido la encargada de la producción de las reproducciones fotográficas y de la publicación del libro homónimo, ya mencionado. Giroa-Veolia ha realizado tanto la instalación como la iluminación de las obras. Por último, LIN3S, ha desarrollado la experiencia digital que muestra las obras de la sala, pero también lo relaciona con otros trabajos del artista, algo hecho de forma inédita en el Museo.