Originalmente el edificio contaba con 12 apartamentos, tras la rehabilitación realizada por Reims 502, estos 12 apartamentos se convirtieron en 24 unidades habitacionales de una sola habitación. Esta nueva propuesta con un enfoque juvenil, activo y diverso buscaba adaptarse a un estilo de vida ligero, flexible y urbano que se ajustara a la realidad socioeconómica de los jóvenes.
El edificio de tres niveles fusiona elementos modernos con tradicionales. La fachada de líneas limpias y simétricas, contiene amplios ventanales que permiten la entrada de luz natural. El uso de materiales como el hormigón la piedra y el vidrio aportan al edificio un aire moderno y experimental, reflejando la evolución de la arquitectura mexicana hacia formas más depuradas.
La rehabilitación tiene como objetivo revitalizar la colonia intervenida, mostrando un profundo respeto por el patrimonio y la preservación del carácter histórico de la edificación, al mismo tiempo que fomenta la sustentabilidad en la ciudad.
Petén por Reims 502. Fotografía por Ariadna Polo.
Descripción del proyecto por Reims 502
En la Ciudad de México, los edificios de la década de los 50 en la colonia Vértiz-Narvarte exhibían un estilo arquitectónico moderno, con líneas limpias, geometría audaz y fachadas minimalistas. En este contexto, en 1956 se erigió un edificio multifamiliar para la clase trabajadora, diseñado por el arquitecto e ingeniero civil Enrique Hernández Camarena.
El edificio, de tres niveles, destacaba por fusionar elementos modernos y tradicionales. La fachada presentaba líneas limpias y simétricas, con amplios ventanales que permitían la entrada de luz natural. El uso de materiales como el hormigón, la piedra y el vidrio aportaba un aire moderno y experimental. Los interiores, meticulosamente diseñados, ofrecían espacios amplios y funcionales con detalles arquitectónicos que realzaban la belleza del lugar. De este modo, el edificio en la calle Petén se convirtió en un testimonio de la evolución de la arquitectura mexicana hacia formas más depuradas, reflejando la búsqueda colectiva de una estética acorde con la visión moderna y progresista de la época.
Sesenta y cinco años después, este antiguo edificio de 12 apartamentos, que había caído en el olvido y el deterioro, fue redescubierto como un valioso patrimonio urbano digno de ser rescatado. Su rehabilitación y reinserción en el mercado inmobiliario fue posible gracias a la capitalización de una brecha legislativa que no regula estrictamente la subdivisión de unidades privativas con fines de arrendamiento. Esto permitió desarrollar una nueva forma de tenencia patrimonial rentable para los propietarios, los hijos herederos del autor original, quienes eran personas mayores jubiladas que buscaban generar ingresos mediante sus rentas patrimoniales. Así, los 12 apartamentos originales fueron convertidos en 24 unidades habitacionales de una sola habitación, rediseñadas y adaptadas a las necesidades contemporáneas que se alinean con la realidad socioeconómica de una población joven, activa y diversa, que busca un estilo de vida ligero, flexible y emprendedor en un núcleo urbano.
La céntrica ubicación del edificio, sus conexiones con redes de transporte colectivo y la infraestructura urbana circundante brindan a los nuevos residentes la oportunidad de llevar una vida accesible, sostenible y digna en la ciudad más importante de México. Este proyecto de reciclaje se fundamenta en un profundo respeto por el patrimonio y un fuerte compromiso por preservar y realzar el carácter histórico de la edificación, contribuyendo al mismo tiempo a la revitalización de la colonia intervenida. Su motivación principal es recuperar lo que ha dejado de ser eficiente, pero ha demostrado resiliencia frente a eventos sísmicos devastadores, para aprovecharlo y darle una nueva vida, fomentando así la sustentabilidad en la ciudad y la viabilidad económica del proyecto para sus propietarios.
Finalmente, este conjunto habitacional tiene como propósito elevar los valores humanos y enaltecer el entorno intervenido para crear espacios extraordinarios y accesibles que atraigan a personas dinámicas que desean invertir en la cultura de «su colonia», habitar con conciencia, hacer comunidad, respaldar lo local y abrazar prácticas de vida sostenibles.