Ideas de proyecto
La iglesia de St Moritz ha pasado por muchos cambios desde su fundación, hace casi mil años. Incendios devastadores, cambios en la práctica litúrgica, la evolución estética y los bombardeos durante la Segunda Guerra Mundial han dejado cada uno su huella en la estructura del edificio. El propósito de esta última intervención ha sido la de reactivar la arquitectura existente, desde perspectivas estéticas, funcionales y litúrgicas, con las consideraciones de la atmósfera sagrada siempre en el centro del proyecto. El trabajo ha consistido en un proceso de limpieza meticuloso de los elementos elegidos de la estructura de la iglesia y la reubicación de ciertos elementos, para lograr un campo visual más claro. A partir de las formas y elementos del vocabulario existente, se propone un lenguaje arquitectónico evolucionado y que es reconocible tan solo como algo nuevo en formas sutiles, sin que se presenten elementos extraños discordantes.
St Moritz se presenta conforme los principios lineales claras de Wegekirche y este carácter espacial, con su fuerte enfoque hacia adelante en el ábside, se mantiene y se refuerza el actual reordenamiento, con un simple propósito focalizar en el ábside a través de la nave central y diseñado como una sala de luz, la figura del Christus Salvator realizada por el escultor barroco Georg Petel.
Iglesia de St. Moritz por John Pawson. Fotografía © Hufton+Crow.
Un gesto clave de la intervención es la transformación silenciosa de las ventanas del ábside, que deben funcionar arquitectónicamente como fuentes de luz y liturgia, como expresión de los umbrales a la trascendencia. El vidrio se reemplaza con finas piezas de ónice. El efecto de esto es generar las condiciones de luz óptimas, descartar la luz solar directa y bañar el espacio en una bruma de luminiscencia difusa.
El tratamiento de las ventanas del ábside representa la culminación de una estrategia más amplia para la luz, cuyo objetivo es lograr una clara distribución de la luz, con el ábside como la zona más brillante de la iglesia. Ademas del ábside, el área de la nave donde se realiza la liturgia es más brillante, mientras que las naves colaterales revierten a las condiciones de luz más tenue. Las ventanas del triforio barroco, aliviadas de su antigua función de iluminar la obra de arte y la decoración, ahora sirven como fuentes indirectas de luz.
En línea con las exigencias del Concilio Vaticano II, el altar se trasladó a una isla recién creado en la nave central, con lo que la liturgia es más cerca a la congregación y hace posible el desarrollo de los principales hitos litúrgicos (el altar, el ambón y los Sedilia) en un solo nivel.
Texto.- John Pawson architects
CRÉDITOS
Arquitectos.- John Pawson.
Arquitecto de ejecución.- Rainer Heuberger. Arquitectos de proyecto.- Jan Hobel, Reginald Verspreeuwen. Ingeniero de estructuras.- Dr. Schütz Ingenieure. Ingeniero de instalaciones.- Ingenieurbüro Ulherr. Electricidad.- Electro Seitz, Gattinger. Diseño de iluminación.- Mindseye, Fa. Sonepar. Consultor Acústico.- Müller BBM. Project manager: NPS Bauprojektmanagement.
Superficie.- 1,857 m²
Fecha de terminación.- 2013
Cliente.- Diocese of St Moritz.
Presupuesto final- 3.5M euros.