La fachada fue renovada totalmente pero manteniendo el aspecto original de la Torre, corrigiendo las modificaciones que el edificio ha sufrido durante estos 50 años. Los vidrios de la fachada que aún quedaban fueron analizados para reproducirlos con el mismo color y así controlando la incidencia del sol al edificio.
Descripción del proyecto por IDOM
La torre Bizkaia es un edificio cuya construcción finalizó en 1969 y que fue destinado originalmente a uso administrativo, alojando la sede del banco Bilbao Vizcaya. El edificio dispone de una superficie de 30.400m2 divididos en tres sótanos y 22 plantas sobre rasante que alcanza una altura próxima a los 90m.
50 años después de su construcción, se ha realizado una reforma integral del edificio que ha permitido la implantación de un uso comercial en las 6 primeras plantas, manteniéndose el uso administrativo en el resto del edificio.
Dado el estado del edificio fue necesario un vaciado completo del mismo, manteniendo únicamente la estructura para acometer una reconstrucción integral.
La estructura del edificio, formada por pilares y vigas metálicas recubiertas de hormigón a efectos de protección contra el fuego, también ha sido reformada con refuerzos generalizados en las plantas comerciales y en las plantas administrativas donde se prevén usos de pública concurrencia. A excepción del bloque central de ascensores y escaleras de la torre, el resto de los núcleos de comunicación han sido demolidos y sus huecos forjados, para generar en unos nuevos núcleos de comunicación otras ubicaciones, de mayor capacidad.
Se han realizado otros cambios estructurales de gran calado fruto de condicionantes funcionales del área comercial, como la implantación de un hueco que une 5 plantas del edificio con escaleras mecánicas y que ha requerido la eliminación de una de las vigas principales del edificio. Esto ha supuesto la necesidad de generar nuevos elementos de arriostrado.
Otro de los aspectos claves de la reforma ha estado centrada en la fachada del edificio, protegida por la normativa municipal. De manera previa al comienzo de la redacción del proyecto constructivo de fachada, se realizó una labor de investigación y toma de datos para poder construir una fachada de idénticas características a la original, corrigiendo las modificaciones que el edificio sufrió a lo largo de los años.
Gracias a que persistieron algunos de los vidrios originales en la fachada de Gran Vía, estos pudieron ser utilizados para reproducir exactamente su color inicial, fabricando la capa de control solar con un magnetrón de última generación. El resultado final ha sido una fachada idéntica a la original, pero muy diferente a la imagen a la que ofrecía el edificio de manera previa a la rehabilitación.
En planta baja, los pilares de fachada se han trasdosado con un mármol idéntico al original y los paños entre estos se han cerrado con vidrios de grandes dimensiones y perfilería oculta que evitan restar protagonismo a la fachada. La entrada a la zona comercial se produce en el frente público de la plaza. El acceso a la zona administrativa se produce a través de la calle gran vía, al igual que ocurría de manera previa a la rehabilitación, pero con un vestíbulo de menores dimensiones ya que la mayor superficie de la planta baja se ha destinado a superficie comercial.
Interiormente, prácticamente no quedaban elementos originales destacables, al haber sufrido el edificio numerosas reformas interiores a lo largo de su vida. Proyectar una entrada acorde a la torre fue otro de los retos del proyecto, especialmente por la geometría del espacio existente, estrecho y alargado que podría generar un efecto túnel. Además, en este espacio próximo a la calle debían confluir tres salidas de evacuación y el acceso a dos montacargas del local comercial, dos cajeros automáticos y el acceso al local de mantenimiento de estos. Por este motivo se decidió dividir este vestíbulo en dos zonas, una exterior a modo de zaguán donde confluyen los espacios anteriormente descritos y después el vestíbulo propiamente dicho con su área de recepción, bloque de ascensores y sala de espera.
La estrategia se centró en integrar y disimular todos los elementos existentes en las paredes, en especial las puertas. Para ello se diseñó una chapa grecada, de sección cuadrada, que ocultaba bisagras, juntas y herrajes de las puertas ofreciendo una imagen limpia de este espacio. Esta chapa se colocó tanto en techo y paredes, utilizando acero un lacado en blanco en el interior y aluminio anodizado en el zaguán exterior.
En el suelo interior se instaló un mármol blanco estremoz, para que junto con la chapa grecada blanca se configurara un espacio interior muy luminoso. En el suelo exterior se instaló con un granito abujardado que junto con el aluminio anodizado se configura un anillo gris que potencia aún más el blanco interior. El mármol blanco del suelo, alistonado siguiendo el ritmo y configuración de las grecas, también se colocó en la mitad inferior del paño de recepción, para formar el mueble de esta zona y enmarcar el acceso a la sala de espera. La sala de espera se configura con mármol verde idéntico a los pilares exteriores, tanto en suelo paredes y techo y al que se accede a través de un pasillo de mármol estremoz blanco también en suelo, paredes y techo. Los encuentros se han llevado a las esquinas y diagonales para generar distintas lecturas geométricas y formales del espacio. En último lugar, se encuentra el núcleo de ascensores configurado como un bloque dorado formado por paneles de acero inoxidable oro, como guiño al edificio que fue la sede de uno de los bancos más importantes de Europa. Por el contrario, los vestíbulos de ascensores del resto de plantas se han configurado como cajas blancas con chapa perforada con velo fonoabsorbente en paredes y un suelo gris, de terrazo micrograno o mortero autonivelante.
Las plantas de oficinas se han diseñado bajo el concepto Core and Shell, y disponen de todas las dotaciones de instalaciones a pie de local a excepción de la instalación de protección contra incendios que ha sido completamente instalada. En las cámaras acorazadas se generado unas salas de carácter especial, manteniéndose las puertas acorazadas y puesto en valor los muros de hormigón originales abujardándolos. Se han complementado estos espacios con elementos cálidos como moquetas, madera y lamas fonoabsorbentes de fieltro o paneles de chapa perforada, tratando de no perder por completo el carácter original del edificio.