Organiza las plantas en sus dos alturas, a través de curvas y una nueva paleta de colores. Elimina los tabiques en la planta baja, para unificar el espacio del salón, resaltando el pilar alrededor del que gira este espacio. Con el mínimo número de materiales, la reforma de la Casa Witiza, consigue reducir el ruido visual para que la casa se convierta en un telón de fondo donde exhibir innumerables piezas.
Descripción del proyecto por Beatriz Alés Atelier
Casa Witiza
La Colonia Histórica Tercio Terol fue proyectada por Rita Fernández Queimadelos y construida en los años 40 en el barrio de Carabanchel, Madrid. Es una promoción pública construida para alojar familias humildes en régimen de alquiler durante la dictadura franquista y actualmente está protegida como patrimonio urbanístico.
Casa Witiza es una de las 640 viviendas unifamiliares de esta colonia y tiene 70 m2 de superficie útil muy compartimentados. Esta vivienda estaba originalmente designada a familias de 8 miembros e incluía un jardín en la parte trasera donde poder cultivar hortalizas o tener gallinas. Actualmente la configuración es otra: En la casa vive una pareja joven que también trabaja la mayor parte del tiempo allí. Les gusta abrir puertas y ventanas e invitar amigos. Quieren que las habitaciones estén conectadas entre sí y que el exterior esté habitado.
El proyecto de remodelación respeta la volumetría original de la construcción. El espacio habitable se vuelve continuo y fluye del patio a la planta baja y de ésta a la planta primera, pasando por las escaleras. La reforma se vuelve visible a través de nuevas geometrías, como las curvas, y los nuevos colores, que ahora organizan las dos alturas. En la planta baja se eliminan los tabiques para dejar el espacio del salón unificado y se desnuda el pilar alrededor del cual gira este espacio.
La estructura sobre la que se apoya la cubierta de tres aguas protagoniza la planta primera y es independiente de la compartimentación curva que separa el estudio de la habitación. Sin rodapié, utilizando marcos ocultos y con el mínimo número de materiales se ha conseguido reducir el ruido visual para que la casa sea un telón de fondo donde exhibir los innumerables objetos y piezas coleccionistas que la habitarán.