La pieza del dormitorio se separa del salón por una puerta corredera de gran tamaño que podría considerarse un tabique móvil que permite seguir jugando con la apertura de espacios y los flujos de la circulación. El uso del tratamiento de color será crucial, reflejando elegancia y sencillez.
Descripción del proyecto por LAOS
La vivienda a reformar se encuentra en la quinta planta de un edificio construido en 1910 muy cerca de la frontera imaginaria que separa los barrios de Gracia y la Dreta de l’Eixample. Con un núcleo de comunicaciones vertical central el edificio solo dispone de dos viviendas por planta ya que, debido a la estrechez de la parcela, está constituido por una sola crujía que no llega a los 6 metros.
La propuesta tiene dos voluntades: por un lado poner en valor los elementos constructivos típicos de muchas fincas del Eixample barcelonés existentes en el edificio. Por otro lado, se propone redistribuir la vivienda con el fin de eliminar los espacios de circulación y potenciar la sensación de amplitud ofreciendo visuales que abarquen la máxima dimensión del espacio tanto en anchura como en longitud. Algunas de las decisiones de proyecto son viables debido a que la reforma está concebida para un único usuario, por lo que no se exige una gran privacidad.
Para percibir la máxima anchura y longitud del espacio se toman las siguientes decisiones de proyecto:
- Se propone una cocina abierta en la zona de acceso. Se trata de una cocina semi-incorporada al espacio de comedor-sala de estar, espacio con el que se generan visuales cruzadas.
- Dos paneles móviles de grandes dimensiones que discurren por una guía suspendida de casi 8 metros de longitud separan la zona de estar del dormitorio principal permitiendo establecer diferentes tipos de relación entre estos dos espacios.
- Se evita situar ningún cierre ni divisoria entre la puerta de acceso y la fachada opuesta.
- La disposición como secuencia de las piezas / dormitorio - baño - vestidor - espacio de cocina / y la posición enfrentada de sus puertas ofrece un segundo itinerario entre la fachada que da a la calle y la puerta de acceso a la vivienda.
Se busca destacar los elementos existentes y propios de la tipología. Para conseguirlo se retiran los falsos-techos y las paredes medianeras se despojan de sus revestimientos con el fin de crear un juego de texturas. Se pintan de blanco las bovedillas cerámicas y las medianeras de ladrillo poniendo en valor su textura pero huyendo de una imagen demasiado rústica.
También se restauran y recuperan las carpinterías originales y dos puertas interiores con cierto valor se sitúan en una nueva posición; una para separar la cocina del despacho y la otra entre la cocina y el vestuario. Cabe destacar que este vestuario tiene las dimensiones mínimas necesarias para poder funcionar como una segunda habitación en caso de que en el futuro sea necesario.
Finalmente, el nuevo cerramiento que discurre paralelo a los paneles correderos y que separa la sala de estar-comedor de las piezas más pequeñas consiste en un tabique cerámico levantado con piezas de gran formato. Como revestimiento, nuevamente sólo se ha aplicado pintura, conservando así su textura y estableciendo un diálogo con el resto de elementos que han recibido el mismo tratamiento.