Edoardo Tresoldi ha presentado la última de sus obras de malla de alambre, en el interior de la Procuratie Vecchie, que tiene como objetivo otorgar al visitante una nueva experiencia en la que sea testigo de la redefinición de la arquitectura monumental, que se puede observar a medida que se asciende por la escalera desde diferentes perspectivas.
Tras una restauración de cinco años realizada por David Chipperfield Architects Milán, promovida por Generali, el emblemático edificio de las Procuratie Vecchie en la Plaza de San Marcos se abre de nuevo a la ciudad, enriquecido por la instalación del Monumento de Edoardo Tresoldi.
Por primera vez en 500 años, este prestigioso recinto revela sus espacios, llamados a cumplir un nuevo propósito social, como atestigua la apertura de la sede de la fundación The Human Safety Net, el movimiento mundial de ONG, voluntarios y socios que trabajan con personas que viven en condiciones vulnerables para transformar la vida de sus familias y comunidades.
A partir de esta importante nueva dirección que el espacio está a punto de inaugurar, la instalación realizada en colaboración con Carlotta Franco, para el desarrollo del concepto arquitectónico y con el apoyo de diseño de GICO Studio, reformula el lenguaje de la columna monumental y los valores a los que aspira la sociedad para reflexionar sobre su propio tiempo.
La columna se sitúa en el espacio alrededor del cual se desarrolla la escalera de la Procuratie Vecchie.
Sus proporciones dialogan con las del espacio y se invita al visitante a una visión cercana que subvierte la retórica tradicional del monumento: al subir la escalera, el espectador puede ver la columna en su totalidad, desde la base hasta el final, en un cambio de perspectiva que a su vez provoca una inversión conceptual.
Tras una restauración de cinco años realizada por David Chipperfield Architects Milán, promovida por Generali, el emblemático edificio de las Procuratie Vecchie en la Plaza de San Marcos se abre de nuevo a la ciudad, enriquecido por la instalación del Monumento de Edoardo Tresoldi.
Por primera vez en 500 años, este prestigioso recinto revela sus espacios, llamados a cumplir un nuevo propósito social, como atestigua la apertura de la sede de la fundación The Human Safety Net, el movimiento mundial de ONG, voluntarios y socios que trabajan con personas que viven en condiciones vulnerables para transformar la vida de sus familias y comunidades.
A partir de esta importante nueva dirección que el espacio está a punto de inaugurar, la instalación realizada en colaboración con Carlotta Franco, para el desarrollo del concepto arquitectónico y con el apoyo de diseño de GICO Studio, reformula el lenguaje de la columna monumental y los valores a los que aspira la sociedad para reflexionar sobre su propio tiempo.
La columna se sitúa en el espacio alrededor del cual se desarrolla la escalera de la Procuratie Vecchie.
Sus proporciones dialogan con las del espacio y se invita al visitante a una visión cercana que subvierte la retórica tradicional del monumento: al subir la escalera, el espectador puede ver la columna en su totalidad, desde la base hasta el final, en un cambio de perspectiva que a su vez provoca una inversión conceptual.
«La arquitectura monumental es un canto que deja de lado la función para ritualizar un pensamiento a través de un acto plástico» -
Edoardo Tresoldi.
«La historia de los pueblos es un flujo hereditario de figuras retóricas que se repiten cíclicamente; redefinen sus significados y establecen simbolismos que no sólo hemos aprendido a leer sino que, generación tras generación, hemos absorbido como una especie de lenguaje latente del inconsciente colectivo.
Así, al despojar a un monumento de su simbolismo, lo que queda es un canto lírico virtuoso y melancólico, desprendido y solemne, pero en busca de contacto porque nace para expresarse, para ser primero un artefacto y un gesto y luego un concepto y una presencia.
Con Monumento utilizo el lenguaje retórico de la columna monumental como reflexión sobre nuestro tiempo y sobre la retórica de los valores a los que aspira nuestra sociedad; una sociedad que reafirma la necesidad de redefinir el concepto de fuerza, de reinterpretar el papel de la fragilidad y que propone la escucha y el diálogo en el centro de las relaciones interculturales».
Una sociedad que reconoce su propia fragilidad está naturalmente inclinada a reconocer también sus partes sensibles, a acoger la diversidad y a integrar los componentes históricos, existenciales y metafóricos que la constituyen, para recomponerlos en un horizonte común. En este proceso de cambio de significado de la fragilidad, su papel se vuelve vital y propulsor en la propia definición de un horizonte finalmente plural e inclusivo.
Al condensar pasado y presente en una narrativa contemporánea, Tresoldi convierte la retórica del monumento en una antirretórica: «Monumento» propone así una completitud imperfecta que desmaterializa lo colosal en etéreo, acompaña la secuencia solemne de lo cotidiano y construye la armonía a través de lo heterogéneo, expresando en la coexistencia de diferentes elementos la reapropiación de un mundo en evolución y la construcción de un futuro más consciente.