El patio interior se convierte en un elemento de control climático gracias a su amplitud que permite la ventilación natural. Pero no solo se concibe como un elemento arquitectónico, sino que desarrolla unas perspectivas visuales con los corredores y las escaleras y las luces y sombras que producen que hacen al usuario vivir escenas únicas. La azotea no sirve únicamente como elemento de cubrimiento, sino que alberga una piscina y unos espacios comunes para las relaciones entre individuos se desarrollen.
Flia por Momento. Fotografía por Gonzalo Viramonte.
Flia por Momento. Fotografía por Gonzalo Viramonte.
Descripción del proyecto por Momento
Vivir en casa. Volver a casa. Sentirse en casa. No hay lugar como casa.
Estas expresiones solemos escucharlas, decirlas y sentirlas seguido sin notar la fuerza y la importancia que tiene la palabra «casa». la capacidad que tiene ese espacio, la responsabilidad que carga y el afecto que genera.
Nuestro proyecto no hace más que perseguir la idea de hacer de un edificio, una casa.
Localizados en Villa Carlos Paz, una ciudad serrana de la provincia de Córdoba, rodeada de naturaleza con sus ríos, lago y acompañada continuamente por sierras que escoltan el ejido urbano. Es aquí donde nació nuestro proyecto, un edificio de unidades residenciales dentro de un barrio colindante al centro de la ciudad, alejado de la vorágine del turismo y a su vez dentro de un entorno natural urbanizado.
Flia por Momento. Fotografía por Gonzalo Viramonte.
Estructurado a partir de tres bloques construidos en torno a un núcleo central que desmaterializa la circulación común, convirtiendo escaleras y pasillos simplemente en veredas, patios, espacio público, a través del desarrollo de una pasarela metálica de ladrillos, acompañando el ritmo visual de los corredores.
El amplio y ventilado vacío se transforma en un elemento de control climático, visuales, luces y sombras, encuentros, permanencia y de tradición. El exterior cobra el mismo sentido que el interior. Espacios amplios, bien ventilados e iluminados se logran gracias a un uso equilibrado de los recursos del entorno. La materialidad acompaña el sitio de implantación, se relaciona con el contexto y busca aportar un valor sensorial con texturas, colores orgánicos, de formas imperfectas e irregulares, creando atmósferas simples que acompañan el habitar una CASA.
Flia fue proyectado pensando en espacios conscientes, sus detalles y su funcionalidad. Es un edificio compuesto por la sumatoria de 12 casas, con sus patios, plaza y cocheras. Flia es un fuerte concepto que habla del buen vivir, del compartir, del habitar consciente, de reconocerse con el entorno, de integrarse al mismo y de ser parte. Vivimos en sociedad, vivimos compartiendo con otros y con uno mismo: vivimos en Flia.