La nueva organización interior divide el interior en dos espacios claramente diferenciados, el primero, de doble altura, aloja el salón-comedor-cocina en un espacio diáfano que srive de acceso al segundo a través de una escalera de caracol que conecta el espacio de estudio en el altillo. La nueva estrcutura metálica se despega de la envolvente y se deja vista (lacada en color ganate) mostrando todos sus detalles constructivos.
La otra mitad del volumen acoge tres habitaciones, dos baños y un pequeño distribuidor de doble altura que permite una conexión visual y espacial con el altillo y su iluminación natural. El uso del color como elemento de singularización espacial, se decidió involucrando a cada uno de los miembros de la familia.
Casa Rubens por EstudioReciente. Fotografía por Asier Rua.
Casa Rubens por EstudioReciente. Fotografía por Asier Rua.
Descripción del proyecto por EstudioReciente
Rehabilitación integral de una vivienda de una sola planta situada a los pies del Monte Abantos, en San Lorenzo del Escorial. Pensada como casa de fin de semana para una joven pareja de Madrid con dos hijos, toma como referente las viviendas de verano de Cadaqués de la década de los 50. La premisa era crear una vivienda cálida y acogedora, donde además de recrear una sutil idea de lo que entendemos como mediterráneo, el color fuese el otro protagonista. El color como hilo conductor de una vivienda que está pensada para acoger a amigos y presentaciones artísticas de forma periódica.
La intervención respeta la envolvente de la vivienda por tratarse, en primer lugar, de un área de especial protección dada su proximidad al Monasterio del Escorial, y por otro lado, por la composición original de los muros de piedra de 80cm de espesor y el buen estado de la cubierta. El interior, debido a una construcción deficiente de los solados, y el estado ruinoso de los pilares y la estructura de madera, se vació completamente permitiendo una redistribución completa de la planta.
Casa Rubens por EstudioReciente. Fotografía por Asier Rua.
La nueva distribución divide en dos el volumen dando lugar a un espacio unitario de doble altura que acoge el salón-comedor-cocina, y un estudio en el altillo al que se accede a través de una escultórica escalera de caracol. La disposición original de la estructura de madera, con sus complejas uniones, se reproduce de forma exacta en acero. Lacadas en un intenso color granate, el objetivo era hacer visible un trabajo excepcional que antes quedaba oculto tras los tabiques y bajo la cubierta. Los tres pilares y sus capiteles pasan a ser los protagonistas del espacio y además lo distribuyen y ayudan a entenderlo. La otra mitad del volumen acoge tres habitaciones, dos baños y un pequeño distribuidor de doble altura que permite una interacción directa con el altillo y su iluminación natural.
El uso del color como elemento de individualización fue muy importante a la hora de involucrar a cada uno de los miembros de la familia en el proceso de diseño. Incluida la arriesgada combinación del alicatado en los baños, que pese a su sencillez en cuanto a distribución, pasan a reclamar su lugar dentro de la composición global del proyecto.