La nueva torre marca la finalización de la sede de la fundación en Milán, diseñada por Rem Koolhaas, con Chris van Duijn y Federico Pompignoli, de la firma de arquitectura OMA, y presentada por primera vez en mayo de 2015.
Cuando se presentó la Fondazione Prada en mayo de 2015, la torre con una altura de nueve pisos y 60 metros, diseñada por Rem Koolhaas, todavía estaba en construcción. Ahora terminada, la torre es uno de los tres nuevos edificios que caracterizan el complejo de Fondazione Prada, en la antigua destilería de ginebra que data de la década de 1910. El edificio de hormigón blanco se convertirá en un hito reconocible para la Fondazione, que se revela en el horizonte urbano de Milán, mientras que al mismo tiempo enmarca una vista sin precedentes de la ciudad a través de sus grandes ventanales.
Cuando se presentó la Fondazione Prada en mayo de 2015, la torre con una altura de nueve pisos y 60 metros, diseñada por Rem Koolhaas, todavía estaba en construcción. Ahora terminada, la torre es uno de los tres nuevos edificios que caracterizan el complejo de Fondazione Prada, en la antigua destilería de ginebra que data de la década de 1910. El edificio de hormigón blanco se convertirá en un hito reconocible para la Fondazione, que se revela en el horizonte urbano de Milán, mientras que al mismo tiempo enmarca una vista sin precedentes de la ciudad a través de sus grandes ventanales.
El edificio abrirá oficialmente el 20 de abril.
Seis de los pisos en la Torre en forma de cuña son espacios de exposición. Torre desarrolla nueve plantas, seis de las cuales son espacios de exposición, para una superficie total de aproximadamente 2.000 metros cuadrados. Los tres niveles restantes albergan un restaurante y otras instalaciones para visitantes. La estructura se completa con una terraza panorámica de 160 m² que alberga un bar en la azotea. Los espacios expositivos han sido concebidos para exhibir obras y grandes instalaciones de la Colección Prada, que en su mayoría incluye obras de artistas italianos e internacionales de los siglos XX y XXI, y se convertirá en un recurso de perspectivas potenciales a las que contribuirán proyectos futuros y nuevos artistas.
"Al introducir tantas variables espaciales, la complejidad de la arquitectura promoverá una programación abierta e inestable. La interacción entre los espacios y eventos específicos u obras de arte ofrece una variedad infinita de condiciones", comenta Koolhaas en un comunicado.
Gracias a las variaciones de tres parámetros espaciales (dimensión del plano, altura libre y orientación), cada piso de Torre presenta condiciones ambientales específicas. La mitad de los niveles tienen un plano rectangular, mientras que la otra mitad muestra un trapecio. La altura clara de los techos aumenta de abajo hacia arriba: de 2,7 metros en el primer piso a 8 metros en el nivel superior. Las fachadas externas se caracterizan por una alternancia de superficies de hormigón y vidrio, que permite la exposición desde un lado norte, este u oeste, mientras que la galería superior está expuesta a la luz cenital. El lado sur de Torre presenta un imponente tubo que lo conecta con Deposito, insertándose dentro de este último. Esta estructura inclinada, hecha de hierro y hormigón, se caracteriza por una ranura interna ancha dentro de la cual se integra un elevador panorámico.
La geometría irregular de Torre permite que su apariencia exterior varíe según los diferentes puntos de observación, y encarna perfectamente la visión arquitectónica de toda la Fondazione, que presenta un conjunto de oposiciones y fragmentos que nunca se congelan en una sola imagen. Como explica Rem Koolhaas: "Al introducir tantas variables espaciales, la complejidad de la arquitectura promoverá una programación abierta e inestable".
La Colección Prada incluye numerosas obras importantes de artistas italianos e internacionales de los siglos XX y XXI. Desde la apertura del espacio en Milán, la fundación ha presentado muestras del trabajo del artista S H.C. Westermann, el colectivo austriaco Gelitin y Pamela Rozenkranz, entre otros. En junio pasado, se estrenó la instalación de realidad virtual de Alejandro G. Iñárritu sobre inmigrantes mexicanos que intentan cruzar la frontera de los Estados Unidos, Carne y Arena (Virtually Present, Physically Invisible). La premiada instalación fue coproducida y financiada por Legendary Entertainment y Fondazione Prada.
