El edificio de la Torre Astro, originalmente construido en 1974 por el arquitecto Albert Donker, fue completamente rehabilitado y modernizado para satisfacer los nuevos criterios de la sostenibilidad. Gracias al proyecto de renovación del Estudio Lamela ahora la Torre Astro es practicamente autosuficiente y cuenta con la certificación Bâtiment Passif 2014 y 2015, conviertiéndose en uno de los referentes de la arquitectura verde mundial.
Descripción del proyecto por Estudio Lamela
El Estudio Lamela presentó el pasado 1 de febrero de 2017 la Torre Astro en Bruselas (Bélgica), que tras su rehabilitación – a cargo de Estudio Lamela y sus socios belgas Altiplan Architects – se convierte en el edificio verde más alto de Europa en términos de ahorro y consumo energético. El proyecto representa una remodelación profunda de un icono de la ciudad para responder a los requisitos de sostenibilidad que requiere una urbe del siglo XXI. Al tiempo, renueva el skyline de la ciudad.
“Cuando ganamos el concurso, en 2010, apostamos por rehabilitar el edificio desde la estructura original y preservar su esencia. Para ello, hemos sustituido las fachadas por otras con las que se gana en luminosidad y, lo que es más importante, el control energético de la Torre”, afirma Carlos Lamela, director de Estudio Lamela.
Torre Astro, uno de los edificios más altos de la capital europea - con 113 metros y 41 plantas (32 de oficinas), construido en 1974 por el arquitecto Albert Donker - contará con la certificación Bâtiment Passif 2014 y 2015. Esta acreditación corrobora que es un edificio prácticamente autosuficiente desde un punto de vista energético. En concreto, Torre Astro reduce el consumo de energía hasta en un 90% y rebaja el gasto de calefacción en un 60%.
“Para Estudio Lamela es un privilegio firmar la reforma de un edificio de estas características. Uno, porque la Torre Astro es ya un hito en Europa en eficiencia energética en altura. Pero, además, intervenir sobre una arquitectura existente es un reto: supone convivir con una obra ya creada y buscar las fórmulas y las vías que –desde el respeto de la propuesta original– innoven y actualicen la edificación”, señala Carlos Lamela.
El proyecto ha mejorado sustancialmente el aislamiento y la estanqueidad de las fachadas para evitar pérdidas de energía. Se ha utilizado un triple vidrio con control de factor solar para regular el intercambio. Además, se limita y regula el consumo eléctrico y de climatización mediante sistemas más eficientes. Por ejemplo, se recurre a la climatización por techo radiante (plafond actif). El empleo de estas técnicas y sistemas de vanguardia sitúan a la Torre Astro como un referente en altura dentro de la arquitectura verde mundial.
Desde un punto de vista estético, las fachadas (de vidrio con bandas verticales y acero) se prolongan en los últimos pisos para aumentar la sensación de esbeltez y ocultar las plantas técnicas retranqueadas en cubierta. El proyecto ha supuesto la renovación de 52.600 m2, de los que unos 41.000 m2 han sido sobre rasante (por encima del suelo).
Torre Astro cumplirá la misión de ser la sede central de Actiris, el organismo público que se encarga de ayudar a encontrar empleo en la región de Bruselas, que a partir de este momento centralizará su actividad en el edificio verde más alto de Europa.