
El proyecto de Yemail Arquitectura va más allá de su función utilitaria ya que se concibe como una infraestructura social cuya flexibilidad espacial permite su adaptación a diversas configuraciones y usos a lo largo del tiempo y garantiza un rendimiento funcional y una resiliencia clave ante transformaciones futuras.
Laboratorios de Innovación es un ejemplo de arquitectura que funciona como punto de encuentro entre públicos diversos y como catalizadora de interacciones, y es a partir de su estructura metálica expuesta fusionada con diferentes superficies pétreas que se crea una transición entre los espacios, creando un lenguaje material clave que no solo responde a criterios técnicos y de riqueza táctil, sino que además otorga al proyecto una identidad distintiva dentro del campus.

Laboratorios de Innovación por Yemail Arquitectura. Fotografía por Bé Estudio.

Laboratorios de Innovación por Yemail Arquitectura. Fotografía por Bé Estudio.
Descripción del proyecto por Yemail Arquitectura
El proyecto Laboratorios de Innovación se concibe como una infraestructura híbrida que integra el uso académico y empresarial, con un enfoque social que busca propiciar espacios para la creatividad; ubicada en la sede campestre de una universidad en las afueras de Bogotá. Su estrategia espacial se basa en la repetición de una sección trapezoidal que genera una amplia cubierta metálica, cuyo ritmo estructural organiza tanto los espacios principales como las circulaciones.
La geometría de la cubierta responde a una doble exigencia: ambiental y funcional. El perfil en diente de sierra facilita una eficiente entrada de luz natural, destacando la claraboya sobre el vacío central como su elemento más emblemático. Esta estrategia permite una iluminación generosa y controlada, aprovechando la orientación y las condiciones climáticas específicas del entorno.

El edificio se articula mediante una calle interna que conecta dos puntos clave del campus, transformando lo que podría ser un simple paso peatonal en un eje que activa diversas experiencias. Esta circulación principal une espacios de doble altura con áreas de esparcimiento informal, trascendiendo lo puramente educativo para fomentar encuentros interdisciplinarios y colaborativos.
Las relaciones verticales se resuelven con una gran escalera tipo atrio, que no solo cumple la función de circulación, sino que se convierte en un espacio de intercambio y encuentro. Este gesto arquitectónico queda enmarcado por un ventanal generoso, orientado hacia el paisaje montañoso del oriente, estableciendo un constante diálogo entre el interior educativo y su contexto natural.
Los recorridos del edificio plantean momentos de descubrimiento y contemplación, a lo largo de las circulaciones se encuentran lugares para el esparcimiento en actividades no convencionales como juegos, poltronas para descanso es incluso lugares resguardados para acostarse o permanecer descalzo.

La materialidad del proyecto fusiona estructura metálica expuesta, superficies pétreas en los pisos y un característico color vinotinto que une los elementos de transición entre los espacios. Este lenguaje material no solo responde a criterios técnicos y de búsqueda de riqueza táctil (a pesar de tratarse de materiales industrializados), sino que le otorga al edificio una identidad distintiva dentro del campus.
El proyecto va más allá de su función utilitaria al concebirse como una pieza de infraestructura social, donde la arquitectura se convierte en un catalizador de interacciones y en punto de encuentro entre públicos diversos. La flexibilidad de sus espacios y dispositivos permite adaptarlo a diversas configuraciones y usos a lo largo del tiempo, garantizando el rendimiento funcional y la resiliencia ante trasformaciones futuras dadas por actividades inesperadas en el edificio.