La planta más alta tiene acceso a una terraza, las habitaciones que dan a la fachada principal disfrutan de buenas vistas del entorno, mientras que las que dan al norte son perfectas para resguardarse del sol.
Descripción del proyecto por Fernando Oíza
Preliminar
Las ciudades necesitan plantearse qué hacer con las plantas bajas de los edificios residenciales que originariamente se concibieron para uso comercial. Cambios radicales en los hábitos de consumo han llevado a la crisis del comercio de proximidad. Primero fue la competencia de los grandes centros comerciales, y ahora los canales de compra online, están produciendo un progresivo e imparable despoblamiento de los negocios. Consecuencia de ello es la creciente degradación de la escena urbana.
Pero en ello puede intuirse una oportunidad que contribuya a paliar una crisis de vivienda, que se está convirtiendo en endémica. De pronto, se están generando una enorme cantidad de metros cúbicos construidos disponibles en la ciudad consolidada, por tanto, cuentan con todos los servicios. Es responsable –y sostenible- darles un uso, lo cual redundará en beneficioso para el espacio urbano, para los propietarios y para las plantas superiores; pero especialmente para las personas que ocupen esas nuevas viviendas.
Presentación
El local de partida se sitúa en la planta baja de un edificio residencial colectivo construido a finales del siglo pasado, ha llegado hasta nuestros días intacto, tal y como quedó a la finalización del inmueble. Conforma una manzana, en consecuencia el local dispone de doble orientación: a patio y a un parque urbano de ribera por su fachada principal. Una situación verdaderamente privilegiada, toda vez que a ello se suma que recibe abundante soleamiento.
La altura libre interior del local, admite la construcción de entreplanta cumpliendo con las condiciones de habitabilidad convencionales. Si bien las ordenanzas municipales obligan a que estas queden retranqueadas 3.0 m respecto al frente de fachada. Consecuencia de la interpretación creativa de la norma, surge la propuesta de construcción de sendas terradas en planta superior de las viviendas.
Por iniciativa de los autores -altamente concienciados ecológicamente- y con el beneplácito del promotor, la nueva construcción se concibió bajo criterios de consumo casi nulo, combinando estrategias de diseño bioclimático con otras de construcción de alta eficiencia energética; empleando la madera como material prácticamente único de la intervención.
Solución Adoptada
La propuesta parte de una interpretación positiva de las condiciones de partida (construcción y entorno), adaptándolas a una forma de vida contemporánea. El local se piensa como “hogar”, no solamente en el aspecto generador de confort, sino como un ámbito preparado para generar satisfacciones a sus habitantes. Espacios concebidos de manera fundamentalmente fenomenológica adaptados a condiciones específicas de uso, incidencia solar, estación del año, momento del día… En ello la madera juega un papel determinante.
El resultado de la distribución es una planta baja diáfana en la que conviven acceso, salón, comedor y cocina en un único espacio fluido, y una habitación con su correspondiente baño. En planta primera una sala conectada espacialmente por la escalera y uno o dos dormitorios, según la vivienda, con un baño para uso de la planta.
Las estancias de planta elevada se prolongan en amplias terrazas orientadas al patio y al parque respectivamente. Esta última se concibe como un estar exterior desde el que disfrutar de las vistas hacia la ribera del río y aprovechar el sol de atardecer especialmente en los meses templados del año. Por el contrario, la terraza opuesta – con orientación prácticamente Norte- es un espacio idóneo para su uso en verano al quedar protegida de la radiación solar. Gracias al retranqueo del cerramiento en planta elevada, las estancias adquieren intimidad mediante este sencillo gesto arquitectónico.
Tecnología y Construcción
El carácter contemporáneo se aplica en el diseño de la solución a través de la Tecnología. No obstante es precisamente gracias a ella que concepciones espaciales no convencionales pueden disfrutarse con pleno confort ambiental dentro unos estándares de consumo energético responsables. La técnica y los materiales desarrollados por la industria que permiten el control o la fluencia del espacio a voluntad, son el complemento necesario de las instalaciones para alcanzar la síntesis entre el espacio fluido propio de la Arquitectura Moderna (indistinto y de complicado confort ambiental) con el premoderno, en el que el confort junto con la escala doméstica son sus principales virtudes.
Mediante la combinación de un cuidado diseño bioclimático, con una construcción guiada por criterios de consumo energético casi nulo: una envolvente hermética y altamente aislada, ausente de puentes térmicos, el confort térmico queda asegurado con una reducida demanda de calefacción (2.3 y 2.6 kW para sendas viviendas 100 y 120 m2 útiles respectivamente).
Madera
El proyecto confía plenamente en la madera no solo por su expresividad, sino por sus posibilidades funcionales. O mejor aún porque la sinceridad inherente a la construcción en madera sintetiza a la perfección el binomio funcionalidad-expresividad. A lo anterior añadiremos que la madera el único material que puede considerarse realmente polivalente ya que admite su utilización en un amplio catálogo de soluciones: estructuras y forjados, distribución interior, también revestimientos y carpinterías tanto interiores como exteriores, pavimentos, falsos techos y cubiertas.
Una obra de rehabilitación de estas características demandaba de una solución constructiva que minimizara las molestias propias de la fase de la obra. La madera es el material idóneo para este tipo de intervenciones, ya que permite la semiprefabricación en taller de los elementos para su posterior montaje en obra. Con las ventajas propias de la “construcción seca”: reducción de los tiempos de obra, consecuentemente de las afecciones al entorno y la práctica desaparición de los residuos generados.
Conclusión
En resumen se ha pretendido obtener el máximo rendimiento de la construcción existente: partiendo de una tipología y un programa estándares, acondicionar funcional y energéticamente un local sin uso, utilizando materiales y técnicas de construcción contemporáneas basadas en la madera y sus derivados, en la que se posibilite el desarrollo de formas de habitar actuales.