
El complejo residencial proyectado por Ricardo Sánchez González configura un volumen de viviendas en el que la secuencia de espacios exteriores se articula en distintos niveles—planta baja, plantas intermedias y ático—en diálogo con los espacios interiores de encuentro. Estos últimos destacan por los ensanchamientos de las galerías interiores y la presencia de amplias áreas comunes, logrando un equilibrio entre espacios colectivos y privados.
El proyecto convierte en oportunidad las limitaciones del entorno urbano, marcado por un tráfico intenso y la estrechez de la parcela. Para ello, los dos bloques que conforman el complejo se pliegan estratégicamente, evitando la monotonía y la rotundidad de los grandes volúmenes propuestos en el plan urbanístico de la zona, así como las dimensiones imponentes de las edificaciones circundantes.

NSA 14 por Ricardo Sánchez González. Fotografía por Imagen Subliminal.
Descripción del proyecto por Ricardo Sánchez González
Con una inversión de casi 18 millones de euros, está promoción «NSA 14» consta de dos bloques con 205 viviendas, 204 de un dormitorio, nueve de las cuales, además, están adaptadas a personas con movilidad reducida, y una de dos dormitorios. Cuenta también con 208 plazas de garaje y un local comercial. Para favorecer la convivencia vecinal, se van a crear un espacio verde y dos zonas de soportales protegidos de la lluvia.
Los bloques se disponen en una esquina del barrio de Nuestra Señora de los Ángeles, sobre la Avenida de San Diego. Esta, a pesar de su estrechez de un solo carril por sentido, aglutina un tráfico intenso por ser vertebradora de esa zona de Vallecas.

La propuesta busca suavizar la imagen tan rotunda de un edificio de esas dimensiones plegándolo en un ligero zigzag, utilizando paralelepípedos que se van girando suavemente, de tal modo que en ningún caso las viviendas ven comprometida interiormente su forma y construcción ortogonal.
Los quiebros son absorbidos por los núcleos de comunicación vertical, a modo de rótulas que introducen luz natural en el distribuidor de acceso a las viviendas. De este modo, las torres quedan horadadas en su interior por un pasillo central que absorbe las deformaciones, mientras que las viviendas ocupan el perímetro respetando siempre ángulos rectos en todos sus espacios interiores. Los espacios generados son agradables y evitan la monotonía. Como se ya se ha explicado, se ha intentado crear una ventaja de un inconveniente formal urbanístico.

La concatenación de espacios exteriores de relación, tanto en planta baja, intermedias y de ático, con los espacios interiores de encuentro, en los ensanchamientos de las galerías interiores y en los grandes espacios de planta baja generan un buen balance de espacios comunes y privados. Las viviendas cumplen con las superficies útiles establecidas por EMVS Madrid, y se han maximizado y ajustado los espacios de relación, intentando evitar los espacios de mera comunicación. Dos bloques se pliegan ligeramente evitando la monotonía y la rotundidad de volúmenes tan grandes como los que plantea el plan urbanístico, sin renegar de la deseada compacidad.