Todas las habitaciones están cubiertas por guiones específicos, escritos por diez autores seleccionados, desde escritores hasta diseñadores o arquitectos. Los guiones se convierten en texturas tipográficas y se insertan en la superficie de los techos de hormigón.
Descripción del proyecto por Pedra Líquida
El proyecto parte de un recinto existente erigido en 1916 para albergar pequeñas actividades industriales (un Taller de Tipografía y otro de Gráfica), que ya ha cerrado. En los últimos años, la estructura del edificio se ha deteriorado, lo que ha hecho imposible su plena reutilización para las nuevas funciones previstas. De esta anterior ocupación del Taller, quedan algunos recuerdos en el nuevo diseño del Hotel: la fachada principal de piedra (de estilo Deco), la reutilización del patio central para la iluminación y la ventilación, y su flexibilidad espacial interna, especialmente en la planta baja. Esta evocación se extiende al diseño de las nuevas fachadas alrededor del patio -una composición tipográfica en una estructura de madera de Riga (reutilizando las vigas del antiguo Taller)-; pero también, a los elementos decorativos de los techos, formados por textos en bajorrelieve que aluden a la idea de la imprenta y la edición tipográfica.
Las habitaciones del Hotel recuerdan los antiguos ambientes del Taller: en las proporciones de los techos; en la forma en que los gabinetes de los aseos acristalados están colocados en el espacio; en los ecos de las elegantes superficies de madera. Todas las habitaciones están cubiertas por guiones específicos, escritos por diez autores seleccionados, desde escritores hasta diseñadores o arquitectos. Los guiones se convierten en texturas tipográficas y se insertan en la superficie de los techos de hormigón. Puntuales tijeras metálicas doradas sobresalen de los fondos del techo, enriqueciendo la lectura de esos guiones.
La planta baja del hotel, que incluye un amplio Café Cultural, sigue siendo un espacio largo y flexible, que da acceso al patio central y al patio trasero. Se utiliza como "escenario" para diferentes eventos culturales -conciertos, talleres, exposiciones, presentaciones de libros-, intermediando entre el exterior y el interior, y puede adaptarse a las necesidades diarias.
En términos generales, el hormigón (piedra líquida) es el elemento básico de este proyecto. El hormigón se moldea o acaba en tres tipos de texturas: "liso" para techos y pavimentos; "rayado" para las paredes interiores; y "rugoso" para la fachada posterior. En el interior, el hormigón se acompaña de elementos puntuales en metal dorado -en la decoración de los techos, los pasamanos de las escaleras y las columnas de los ascensores- creando un deseado contraste entre aspereza y refinamiento. En el patio central, se establece otra relación entre las nuevas fachadas de madera, que evocan las placas tipográficas que allí existían, y una alfombra abstracta de baldosas blancas en las paredes laterales, que refleja la luz.
Todas las zonas comunes -vestíbulos, ascensores, escaleras y niveles- prolongan esa relación de contraste entre el hormigón visto y las superficies metálicas doradas, entre los nuevos detalles y los objetos de mobiliario reciclados. La fachada trasera, que bordea el jardín y la piscina, también se reconstruyó en hormigón visto (martillado in situ), manteniendo una composición similar a la de la fachada principal. De este modo, se mantuvieron las alineaciones originales, así como la matriz tipológica del solar existente.