Centro de visitantes en el Castillo de Heidelberg por Max Dudler

Memoria del proyecto por Max Dudler

El castillo de Heidelberg es uno de los edificios renacentistas más importantes al norte de los Alpes. Tras ser parcialmente destruido durante la Guerra de los Treinta Años, y en otras ocasiones más, el castillo quedó completamente abandonado en el siglo XVIII. Hoy en día acoge un museo. El propósito del nuevo edificio es familiarizar a los visitantes con el castillo y su historia antes de que accedan al castillo propiamente dicho.

En mayo de 2009 se seleccionó la propuesta de Max Dudler para ser el primer edificio construido en el castillo de Heidelberg desde hace más de cuatrocientos años. El nuevo edificio se encuentra fuera de la antigua muralla, en la puerta de entrada al castillo y al jardín (Hortus Palatinus).

En términos arquitectónicos, el edificio se mezcla con las fortificaciones históricas que lo rodean gracias a la reinterpretación de los elementos de la arquitectura del lugar. Las ventanas del centro de visitantes se colocan de acuerdo a las necesidades interiores del edificio y ofrecen a los visitantes nuevas relaciones visuales con el edificio de entrada y el jardín exterior.

En la fachada se ha utilizado arenisca local del valle Neckar para construir una pared monolítica con juntas apenas visibles. La fachada de fábrica es una reinterpretación contemporánea de la muralla histórica.

A diferencia del exterior, las superficies del interior son lisas. Los grandes vidrios de las ventanas se sitúan al ras de las paredes de yeso blanco y el pavimento del suelo es terrazo pulido de color azul claro.

Garantizar el tránsito de un gran número de visitantes era uno de los retos concretos que planteaba el proyecto. El diseño de Max Dudler soluciona esto con un ingenioso "recorrido arquitectónico" a través del edificio. Los visitantes pasan del vestíbulo a una sala educativa y luego a una terraza cubierta elevada, desde la que pueden observar las vistas del castillo. Después descienden por unas escaleras exteriores que se encuentran en la parte trasera del edificio para, finalmente, iniciar el recorrido por el propio castillo.