Según un estudio realizado por los arquitectos, setenta millones de estadounidenses ahora pueden trabajar de forma remota y solo el 6% expresa el deseo de volver al trabajo de oficina a tiempo completo. La huella que deja estas estadísticas, han producido una desocupación de edificios federales que oscila entre un 90 y un cincuenta por ciento.
Visualización. Rehabilitación del edificio federal Robert C. Weaver por Brooks + Scarpa.
El proyecto que presenta el estudio de arquitectura se basa en uno de estos edificios federales que han quedado inutilizados, dotándolo de usos mixtos, tanto de viviendas al que se dedica un 45% de los espacios, servicios comunitarios y un espacio reducido para oficinas. Todo el proyecto se construye pensando en la huella histórica que ha creado el edificio original, por ende se mitiga el impacto ambiental de la demolición y la nueva construcción, así como la naturaleza intensiva en carbono de los materiales de construcción tradicionales.
Al conservar los cimientos y la estructura del edificio y al mismo tiempo mejorar sus sistemas, la eficiencia energética de la estructura mejora drásticamente, reduciendo el consumo de energía hasta en un 40%. Este enfoque se alinea con los hallazgos del Fondo Nacional para la Preservación Histórica, que indican que se necesitan décadas para que los nuevos edificios compensen el impacto climático inicial de su construcción, y al mismo tiempo se preserve una parte importante de la historia arquitectónica.
El trabajo de transformar un edificio de oficinas en una instalación de uso mixto conlleva desafíos, que los arquitectos han superado eliminando el núcleo interior central y obsoleto del edificio. En su lugar, se introducirá un patio central con jardín, que servirá como espacio compartido tanto para los ocupantes de oficinas como para los inquilinos residenciales.
Visualización. Rehabilitación del edificio federal Robert C. Weaver por Brooks + Scarpa.
El jardín central servirá como pulmón del edificio, proporcionando espacios y comodidades compartidos bien iluminados. Estas comodidades incluyen salas de conferencias, gimnasios, salas comunitarias, habitaciones de hotel, áreas de eventos, restaurantes y otros espacios dispuestos en un jardín vertical de varios niveles. Este enfoque no solo adapta el edificio a un modelo de vivienda, sino que también fomenta espacios de oficinas más abiertos y llenos de luz.
Al preservar la estructura diseñada por Breuer, esta propuesta contribuye a un futuro más justo y equitativo para todos los ciudadanos. Sirve como una adaptación a los estilos de vida cambiantes y las necesidades cambiantes de nuestras ciudades, brindando una nueva perspectiva sobre el potencial de reutilizar grandes edificios de oficinas obsoletos.