Comisariada por Raphaëlle Stopin, la exposición propone unir todos los segmentos de la obra pictórica, fotográfica, gráfica y cinematográfica del artista para conocer sus “vidas creativas”. La muestra reúne cerca de doscientas piezas entre pinturas, fotografías, documentos –algunos inéditos–, películas, maquetas y prototipos para mostrar las diferentes –y a menudo desconocidas– facetas de un artista en el que con frecuencia solo se piensa como fotógrafo.
Klein (Nueva York, 1928) revolucionó la historia de la fotografía, estableciendo las bases de una estética moderna en contacto directo con una sociedad de posguerra aún por reconstruir, imaginar y soñar que todavía pervive. Visionario y radical son los adjetivos que más lo definen, al punto de que la fotografía, tal y como fue en el siglo XX y se concibe hoy en día, no puede entenderse sin él. Klein estuvo tan involucrado en el devenir de la fotografía, que le dio forma.
Inicios y abstracciones fotográficas
Empezó a mediados de la década de los años 1950, tras estudiar en la Sorbona y frecuentar los talleres de André Lhote y Fernand Léger, sacudiendo todas las costumbres y barriendo los códigos existentes súbitamente. En 1952, por invitación del director italiano de teatro Giorgio Strehler, expone en Milán en el Teatro Piccolo; más tarde en la Galleria del Milione y realiza una serie de pinturas murales abstractas para arquitectos italianos. Uno de ellos, Angelo Mangiarotti, le encarga paneles murales en blanco y negro. En respuesta, Klein crea un conjunto de monumentales paneles giratorios de madera montados sobre rieles que, sin que él pudiera intuirlo, constituirán el inicio de su obra fotográfica. Es precisamente al fotografiar estos paneles pintados para documentarlos cuando Klein se encuentra cara a cara con la fotografía y su potencial, y se plantea recrear dichas geometrías blancas y negras en el laboratorio. Así, Klein inicia un corpus –redescubierto tardíamente en 2012– consistente en composiciones abstractas realizadas en el cuarto oscuro y expone sus “abstractos” en el Salón des Réalités Nouvelles de París.
El nacimiento de “lenguaje Klein” y las series de las grandes ciudades
En la década de los años 50 el libro era el primer canal de difusión de una obra fotográfica. En París contacta con Les éditions du Seuil, editorial en la que trabaja el cineasta experimental Chris Marker, quien le garantiza la publicación de su obra, respetando el proyecto original de Klein. Así publica en 1956 Life is Good & Good for You in New York: Trance Witness Revels, que se convierte en su manifiesto, un libro revolucionario que sentó las bases del “lenguaje Klein” e hizo temblar los principios de una fotografía que por entonces buscaba un lugar en las artes. Fue publicado en Italia y Japón y elevado de inmediato a la categoría de fundamental.
En este manifiesto se advierte la mirada global de Klein en su obra: hace de la calle su materia prima, abarcadora, generosa y voraz en todas sus dimensiones. Nos habla de un siglo en movimiento, un siglo de mutaciones, de creaciones, de emancipaciones. Situado siempre en el centro, muy cerca de su tema para captar mejor las líneas de tensión, crea, en la década de 1950, grandes conjuntos fotográficos en el corazón de las ciudades modernas como “New-York 1954-55”, “Rome 1956”, “Moscou 1959-61” y “Tokyo 1961”. Pronto descubre la sociedad del espectáculo, dirigiendo para la televisión y fotografiando para la prensa de moda hasta que llegue el cine para satisfacer su deseo de movimiento y su compromiso como fotógrafo.
El cine y la imagen de moda en la obra de Klein
William Klein también mantiene una relación ambivalente con la fotografía de moda, que le divierte del mismo modo que le incomoda, y esta será, mediante la puesta en escena que implica, su puerta de entrada a la dirección cinematográfica. Llegado al mundo de la moda de la mano del director artístico de Vogue, Alexander Liberman, Klein lleva a la modelo a la calle, dejando que la calle entre en la imagen y la multitud se reúna, vaya creciendo y el tráfico se altere hasta que él pulse el obturador para registrar la tensión urbana en juego.
También Klein ha dirigido veintiuna películas –cortometrajes, mediometrajes y largometrajes– en los campos de la ficción y el documental, y cerca de 250 anuncios publicitarios. El dinamismo artístico que despliega en este ámbito es impactante, cambiando de un estilo a otro, y a veces combinando varios géneros en la misma película, desde la comedia musical a la telerrealidad. Al llegar al mundo del cine de manera tardía, Klein lo concibe como un espacio de libertad en el que escenifica sus proféticas visiones de nuestra modernidad, con un posicionamiento más político que nunca. Así, la exposición se completa con un enfoque sobre su película ¿Quién es usted, Polly Maggoo? (Qui êtes-vous, Polly Maggoo? 1966), una sátira inigualable y visionaria del mundo de la moda y, más ampliamente, de la sociedad del espectáculo. Para interpretar a la protagonista, Polly Maggoo, Klein recurre a la modelo Dorothy McGowan, que había colaborado con él en muchas series de moda para Vogue.
Los contactos pintados
Por último, la muestra recoge también sus “contactos pintados”, realizados en su estudio y donde la fotografía se encuentra con la pintura, que el artista aplica con pinceles de gran tamaño. Las hojas de contactos se utilizaban hasta hace poco por los fotógrafos profesionales para visualizar de una sola vez todas las tomas de la misma película fotográfica. Los que se presentan en la exposición son originales, aunque están ampliados.
Actividades paralelas
Con motivo de la exposición, que podrá visitarse en Espacio Fundación Telefónica entre el 8 de junio y el 22 de septiembre, la exposición se completa con actividades de difusión cultural para el público general, adultos, familias e intergeneracional. Para el público general se celebrarán visitas comentadas sin reserva previa a partir del sábado 15 de junio del 2019 y visitas concertadas con reserva previa. Para los adultos se han programado atractivas actividades como “LaCalleEsNuestra toma Gran Vía”, “La fotografía, el arte y comercio”, “Son ciudad”, “Instante fotográfico y modernidad”, “De cómo William Klein devolvió a París la idea robada de arte moderno” y “Ficciones delirantes de William Klein”. Las familias (niños de 6 a 12 años acompañados de adultos) podrán participar en el taller “Clic, clic… ¡Klein!” y el público intergeneracional (a partir de 14 años) podrá apuntarse al taller “Memoria Urbana”.
Además, se celebró un concurso para Instagram en el que se invitaba a buscar, crear y compartir imágenes inspiradas en la obra de este maestro de la fotografía, a recorrer las calles y viajar en busca de nuevas geometrías, urbanas y humanas, de cambios y revoluciones de lo cotidiano. Para participar, el usuario debía publicar su imagen en Instagram con el hashtag #WilliamKleinContest, hasta el 9 de junio incluido. Las 50 mejores imágenes recibidas se podrán contemplar en la Instagramers Gallery a partir del 18 de junio.