Esta vivienda proyecta y construida por el estudio brasileño de arquitectura SPBR da la vuelta al enfoque tradicional de una vivienda y convierte los espacios normalmente entendidos como secundarios en las zonas principales de la casa. Es decir, todo el programa gira en torno a la piscina y el solarium. Otra de las premisas del proyecto es aprovechar al máximo el soleamiento de la parcela, por esta razón la piscina se eleva 6 metros sobre rasante por encima de las edificaciones colindantes. En definitiva han creado un oasis en medio de una urbe como es la ciudad de Sao Paulo.
Descripción del proyecto por SPBR arquitectos
Sao Paulo es una metrópolis de 20 millones de habitantes. Se encuentra, aproximadamente a una hora de la costa. Debido a los graves atascos de tráfico, sus habitantes pasan muchas horas en atascos cada día. Los fines de semana, especialmente en el verano, cientos de miles de coches se dirigen a las playas, provocando graves atascos.
Con el fin de evitar estar atrapado en el tráfico todos los fines de semana, recibimos un encargo inesperado, una acción lógica a contracorriente: una casa de fin de semana en el centro de Sao Paulo.
Con un enfoque anti-edificabilidad, una piscina, un solarium y un jardín son los principales elementos de este proyecto. En una jerarquía invertida, todo lo demás en este programa es complementario: un dormitorio, un pequeño apartamento para un trabajador y un espacio para cocinar y recibir amigos. El sitio se encuentra en el centro de la ciudad, en una vía arterial, la avenida Faria Lima y en medio de un eje de infraestructuras metropolitanas [ carreteras y vías férreas] contruido a la orilla del río Pinheiros. Además, la parcela está hubicada exactamente debajo de la zona de espacio aérea, es decir, todos los vuelos procedentes de Rio de Janeiro vuelan sobre la vivienda cada 7 minutos.
La piscina y el solarium se muestran como dos volúmenes paralelos. Dos "columnas" con una separación de 1 metro entre ellas. Los 12 metros de crujía de la parcela se encuentran divididos por los apoyes de la piscina y por los soportes del solarium del que cuelgan las estancias. Estructuralmente la masa de la piscina se contrapone al volumen que contiene los espacios habitados. En otras palabras, el agua equilibra a la playa.
El nivel del suelo se mantiene libre de cualquier construcción a fin de lograr la máxima superficie de jardín posible. Como resultado hay tres capas diferentes o tres niveles para tres ambientes diferentes: el nivel del suelo [jardín-introspectivo-limitado por la parcela], el nivel de apartamentos [el único espacio interior que flota sobre la tierra y debajo de la piscina] y la azotea [piscina y solarium, un espacio lúdico y panorámico].
Este edificio se diferencia del enfoque tradicional de proyectar por dos razones: la metrópoli se convierte en un posible lugar para alojarse y disfrutar de los fines de semana y los elementos considerados generalmente secundarios en una casa pasan a ser componentes fundamentales.
Las nubes, la llovizna, la lluvia, la nieve o el granizo, en todos sus estados físicos el agua se relaciona con el cielo.
Sin embargo si se nos pide que pensemos en una piscina, nuestra imaginación comienza automáticamente a cavar en el suelo. Mares, lagos y estanques explican la razón por la que reaccionamos en esa dirección: esencialmente entendemos una piscina como una pequeña parte de un lago. Tiene sentido, la imagen hace referencia a la palabra, el agua se apoya suavemente en el suelo. El agua se define como una superficie.
Pero si menciono un tipo específico de piscina, un tanque de agua o una torre de agua, lo primero que imaginamos es un volumen elevado de agua, una piscina separada del nivel del suelo. En este caso la presión hidrostática es un requisito para cumplir con las instalaciones y el suministro de agua. El nivel de agua tiene una posibilidad potencial.
Mientras caminamos por el suelo, podríamos preguntarnos: ¿dónde está la base, la superficie? En el sentido específico de la palabra, superficie no tiene capas o espesor. Sin embargo, si uno camina por una ciudad como Sao Paulo o Nueva York el nivel del suelo ya no se corresponde con el de la base. Hay zonas del suelo que no han sido bañadas por el sol durante décadas, puesto que grandes rascacielos han arrojado sombra sobre estas zonas permanentemente.
En la parcela de esta casa en concreto la altura media es de unos 6 metros de altura. El edificio al Este de nuestra parcela arroja sombra la mañana entera hasta el mediodía, cuando el edificio situado al oeste comienza a arrojar sombra durante toda la tarde. De esta manera si deseamos construir una piscina en esta ubicación para poder disfrutar de un soleamiento adecuado debemos situarnos sobre la cota de los 6 metros.
Se parte, entonces, de la suposición de nadar en una torre de agua y diseñar el resto de la casa en torno a esta premisa. Una nueva "posición" del agua en el cielo de Sao Paulo.