En el interior, las plantas se dividen en zona de noche arriba y zona de día abajo. La decoración va en conjunto con el resto de la casa, utilizando madera también para los muebles y muros de color blanco.
Casa Talbot-Wallis por Garcés-de Seta-Bonet Arquitectes. Fotografía por Adrià Goula.
Descripción del proyecto por Garcés-de Seta-Bonet Arquitectes
El conjunto de casas «Les Lombards» en «Villard-de-Lans» ha inspirado un proyecto en que la idea de agregación es fundamental: la casa se despliega sobre el terreno en un juego de volúmenes como un fragmento más del pueblecito. El terreno, que baja en sentido este-oeste sobre el valle de «Vercors», ha sugerido la formalización de una casa lineal, alargada en la parte baja de la parcela, creando un espacio tranquilo y asoleado orientado al sud-este.
Un prisma de base rectangular, apaisado y de sección constante, se articula en tres segmentos de orientación ligeramente diferente gracias a una doble articulación.
El resultado es una construcción relativamente estrecha, inspirada en la forma tradicional de las edificaciones vecinas, que se adapta con facilidad al nivel del terreno.
En consecuencia la casa gana un nivel inferior en el extremo sur con un mínimo movimiento de tierras y una óptima exposición solar.
La construcción se compone por dos volúmenes, correspondientes al taller y a la vivienda propiamente dicha, conectados por un invernadero. Un primer cuerpo, separado, sobre la parte alta del terreno, es un porche para el coche. La cumbrera de la cubierta crea una línea horizontal que dialoga sutilmente con el perfil de las montañas.
La construcción en estructura de madera, utilizada por sus altas virtudes ecológicas, permite un conjunto ligero y seco, con un rendimiento energético elevado, en correspondencia con las decisiones respetuosas hacia el sitio, tomadas en los términos de volumetría y colocación en la parcela.
Una cubierta metálica y un revestimiento vertical de madera definen la envolvente exterior de la casa. La continuidad de las superficies de las fachadas y cubiertas contrasta con la transparencia del jardín de invierno en policarbonato.
Como está prescrito en el Plan Urbanístico de la zona, la casa se acaba en el sur con una interpretación contemporánea del «Pignon lauzé». Es una fachada lisa de madera, como toda la casa, que sobrepasa el plano de la cubierta. La parte superior del piñón refuerza la forma homogénea y lineal del edificio, mientras el contacto con el terreno se resuelve con una gran apertura lineal que permite que el estar se abra hacia la panorámica del sur. El trabajo sobre este elemento tipológico tradicional se inscribe en una aproximación arquitectónica que, respetando las normas urbanísticas, no renuncia a la honesta expresión de la contemporaneidad del nuevo edificio. En el extremo norte, la cubierta del taller gira para abrir vistas hacia el oeste y evitar las miradas directas entre vecinos.
Los interiores, zona de noche en el nivel alto y de día en el bajo, se articulan longitudinalmente en una secuencia de espacios muy variados de formas y dimensiones. El conjunto armoniza por la utilización alterna de dos tipos de acabados (madera natural y pintura blanca para muros y tabiques, madera y hormigón para pavimentos).