Los materiales utilizados en la nueva construcción recuperaron y reutilizaron parcilamnete los del edificio existente, como las piedras recuperadas de demoliciones que se reutilizaron como pavimentos y bancos al aire libre. Sin embargo, estos nuevos elementos asumen su condición contemporánea y traducen en arquitectura el enfoque de esta intervención, un lugar donde distintas épocas y herencias coexisten en una estrecha unión.
Descripción del proyecto por Merooficina
El proyecto Casas do Capitão fue impulsado por la voluntad de regenerar una parcela de la ciudad ubicada en el borde del centro histórico de Guimarães. Esta pequeña parcela, como la mayoría de las vecinas, se definió por una sucesión de construcciones que, a lo largo de los años, ocuparon todo el espacio disponible.
La intervención tuvo como objetivo adecuar este espacio urbano a nuevas formas de vida, liberándolo de las edificaciones más precarias y valorando los elementos existentes, como el gran edificio del siglo XIX. Este edificio principal fue el punto de partida y la matriz de las dos nuevas construcciones que delimitaron la parcela: una ampliación a nivel del suelo y un nuevo edificio comercial en el lado norte.
La ampliación surge como respuesta a algunas de las premisas iniciales del proyecto: mantener la lógica de accesos y distribución de los apartamentos preexistentes y aumentar la superficie de los creados en planta baja.
En este sentido, la intención era actualizar la organización tipológica del antiguo edificio y adecuarlo a la transformación que la Universidad del Minho viene impulsando en esta zona de la ciudad, sustituyendo los espacios comerciales vacíos a pie de calle por nuevas viviendas, apoyándose en su proximidad, como un eventual estímulo para el uso de soft
modos de transporte.
Esta ampliación del antiguo edificio permitió la creación de un gran espacio verde colectivo al aire libre, que fusiona la nueva construcción con la pendiente agrícola existente. En esta nueva ala del edificio, varios patios hacen la conexión entre las dos construcciones y permiten la entrada de luz y ventilación a los apartamentos.
Esta nueva configuración no pretendía tener un impacto puramente visual o estético en la nueva construcción, sino también medioambiental y hedonista. Intenta relacionarse con las terrazas agrícolas que aún existen en este centro de la ciudad y crear un lugar de calma, descanso y esparcimiento.
La intención principal del edificio comercial era completar el frente de la calle en un diálogo cercano con su vecindario y, al mismo tiempo, extender esta nueva ocupación al interior de la manzana, acercando todos los edificios al largo muro de mampostería de piedra en la parte de atrás.
Los materiales utilizados en las nuevas construcciones a menudo se recuperaron y reutilizaron del edificio existente, como las piedras recuperadas de demoliciones que se reutilizaron como pavimentos y bancos al aire libre. Sin embargo, estos nuevos elementos asumen su condición contemporánea y traducen en arquitectura nuestro enfoque de esta intervención, un lugar donde distintas épocas y herencias coexisten en una estrecha unión.
Los nuevos materiales se eligieron como complemento a las principales características del edificio existente. Los elementos de hierro, vidrio y hormigón se mezclan con el interior del antiguo edificio, donde se conservó casi en su totalidad la carpintería antigua y se reconstruyeron los pavimentos de yeso y madera, resaltando sus rasgos tradicionales y adaptándolos al nivel de vida actual.
Como se mencionó, esta nueva intervención intentó definir una nueva estrategia para esta trama, y se pensó como una capa más de la historia que se agregó. Un proceso que partió de un conocimiento profundo del lugar y trató de mantener el carácter de lo valioso existentes, mientras diseña nuevos espacios habitables de una manera útil, saludable y sencilla.