El proyecto llevado a cabo por el Estudio Flume consiste en un espacio de trabajo para procesar la miel recolectada por una cooperativa de apicultores formada por 53 productores rurales locales.
El diseño presta especial atención al confort térmico, lumínico, y a la ventilación natural del espacio, para mantener un ambiente saludable en las salas de producción desde la sostenibilidad: el edificio está suspencido sobre pilotis, y su fachada de bloques de hormigón presenta perforaciones a modo de celosía en algunas zonas.
El edificio incorpora estrategias sostenibles, como el círculo de bananos (Circulo de bananeiras), un método utilizado para tratar las aguas grises y prevenir la contaminación del suelo.
Descripción del proyecto por Estudio Flume
Estudio Flume ha completado recientemente un taller de apicultores en la Amazonia brasileña para la Asociación de Apicultores de Canaá dos Carajás. El proyecto forma parte de una estrategia socioeconómica y ambiental que apunta a desarrollar un negocio local autosostenible que pueda ayudar a recuperar la selva tropical de la deforestación y la explotación de la tierra.
El proyecto se ubica en Canaã dos Carajás, en el estado brasileño de Pará. Consiste en un espacio de trabajo para procesar la miel recolectada por una cooperativa de apicultores formada por 53 productores rurales locales. El sitio tiene una diferencia de altura de siete metros, lo que habría requerido considerables y costosos trabajos en tierra para lograr una superficie graduada. De ahí la decisión de suspender la losa de hormigón en pilotis, que funcionó bien dentro del presupuesto, aunque también representó una oportunidad para ventilar naturalmente el edificio.
La orientación de la Casa do Mel fue diseñada teniendo en cuenta el clima local, priorizando el confort térmico y la iluminación natural del espacio de trabajo. Las instalaciones más permanentes, como el contenedor y las salas de procesamiento para la miel, se ubicaron mirando hacia el este para obtener la luz del sol de la mañana.
La fachada se construyó con bloques de hormigón con malla de insectos para permitir la ventilación cruzada y regular los niveles de luz interna. Esto ayuda a mantener un ambiente saludable en las salas de producción. La separación del piso del suelo, así como el techo de doble capa (losa y chapa metálica corrugada) genera bolsas de aire que ayudan con el confort térmico del edificio. Esta estrategia se ve reforzada por el sombreado provisto por el vuelo de la cubierta.
El proyecto incorpora estrategias sostenibles como el círculo de bananos (Circulo de bananeiras), un método utilizado para tratar las aguas grises y prevenir la contaminación del suelo; un biodigestor para tratar los residuos orgánicos y producir fertilizantes y compost orgánico, y la recolección de agua de lluvia para el agua no potable para usar en inodoros.