El proyecto que no sólo se sirve de recursos verdes para ahorrar energía o fomentar la convivencia con otras especies, sino que además y en asociación con la asociación sin ánimo de lucro 'Proyecto Cali', busca promover las iniciativas de este edificio y educar a la ciudadanía a cuidar el ecosistema de su ciudad. Y es que la regío de Cali, en Colombia, posee la mayor diversidad de especies de mariposas del planeta, además de encontrarse en uno de los paises con mayor biodiversidad del mundo. Así el efecto catalizador de aquella pequeña tienda-taller de ropa y decoración que encargase inicialmente Taller Croquis, acabó siendo un espacio de trabajo, talleres y espacios para vivienda.
Descripción del proyecto por Diego Barajas, Camilo García y Francisco Amaro
Este proyecto, en curso desde hace una década, ha consistido en el diseño y construcción de un edificio bioclimático en el centro de Cali y posteriormente en la gestión de diferentes actuaciones para incentivar iniciativas de cuidado medioambiental entre sus habitantes y visitantes. El edificio es un Jardín Hospedero y Nectarífero para Mariposas de Cali (EJHNMC), que alberga viviendas y espacios de trabajo. Nació como encargo para diseñar un edificio para Taller Croquis, un pequeño taller de ropa y artículos de decoración en esa ciudad, pero cuyo territorio se comenzaba a extender en un archipiélago de pequeños puntos de distribución en el mundo.
Por un lado, la fachada vegetal produce en su interior un microclima de confort lo cual disminuye el consumo energético. Por otro, permite que el edificio funcione como un prototipo de jardín doméstico productivo amigable con los insectos y aves de la zona, que dependen de una red de corredores biológicos para moverse de un sitio a otro. Esto se consigue de dos maneras. La primera consiste en utilizar vegetación vinculada al ecosistema local, principalmente plantas nectaríferas y hospederas de mariposas, arbustivas y trepadoras, que a la vez forman parte del hábitat de aves y otras especies de insectos locales. La segunda, que discurre en paralelo al diseño del edificio-jardín y que se ha desarrollado con la colaboración de biólogos y del Zoológico de Cali, consiste en divulgar dentro del barrio la singularidad e importancia biológica de Cali en el mundo, explicando las formas de cuidado que se llevan a cabo en el edificio jardín e incentivando otras acciones de cuidado de lo natural en los jardines domésticos de vecinos y visitantes.
Tanto el edificio jardín como las diferentes acciones de difusión, han servido como estrategia indirecta de negocio para el taller, dentro de una exploración espacial, de lo que pueden ser múltiples formas de una “identidad caleña”, aunque transnacional de la tienda que ha reforzado sus vínculos con el barrio y la ciudad, al mismo tiempo que se ha expandido en diferentes lugares del mundo a través de su pequeña pero dispersa red de ventas.
Micro paisajismo y gestión de un entorno social y natural
El encargo se desarrolló a través de dos estructuras complementarias: El edificio en sí como plataforma física para la realización de acciones biológicas directas además de responder a los usos cotidianos de sus habitantes y Proyecto Cali, como grupo de investigación, gestión y divulgación de conocimientos sobre la biodiversidad local. Este surgió como un pequeño colectivo conformado por Husos, Taller Croquis y biólogos de Madrid y Cali.
Búsqueda de preexistencias y construcción de alianzas
Al comenzar el proyecto se investigaron acciones locales ya existentes que apuntaran a contrarrestar el deterioro del medio ambiente. Se encontró una incipiente pero valiosa iniciativa del Zoológico de Cali, llamada Zoológico Abierto: Jardines para la Ciudad. Su intención era fomentar la creación de una red de jardines en los colegios que atrajeran especies nativas de insectos y pájaros, desarrollando así una labor educativa en la ciudad. Este proyecto se inscribió en el programa del zoológico y colaboró con éste quien aportó un apoyo técnico clave durante el proceso.
El EJHNMC en la región biogeográfica de los Andes Tropicales
Colombia siendo uno de los 12 países megadiversos, concentra el 10% del total de la biodiversidad mundial en el 0.7% de la superficie terrestre . Además está entre los 3 países con mayor diversidad de mariposas diurnas. Cali está justo entre dos de las 34 zonas sensibles de biodiversidad mundial llamadas hotspots. El conocimiento de esta riqueza es una realidad poco difundida y poco interiorizada por los habitantes del barrio, de la ciudad y la región, prueba de lo cual es el hecho de que en muchos casos se siguen plantando especies comerciales en los jardines, frecuentemente no nativas, y mucho menos endémicas, contribuyendo en gran parte a la homogeneización del paisaje, en vez de intentar preservar su biodiversidad y su especificidad. El proyecto, a través del diseño del jardín y de los trabajos divulgativos, buscó responder a la especificidad de los ecosistemas en Cali, y a la vez hacer visible su valor único en el mundo entre los vecinos del barrio.
Plantas Hospederas y Nectaríferas, Edificio cambiante
Las plantas hospederas del edificio albergan a mariposas y otros insectos en sus etapas de huevo, oruga y crisálida; sirviendo, además, sus hojas como alimento exclusivo de las orugas. Las plantas nectaríferas son visitadas por distintos tipos de mariposas adultas para alimentarse del néctar de sus flores. Se intercalan especies nectaríferas con especies hospederas para que en las épocas de defoliación de las hospederas las nectaríferas siga habiendo cobertura vegetal.
Edificio biómetro, Las mariposas como bioindicadores
El EJHNMC ha funcionado como un biómetro o detector del estado del entorno natural del barrio. Las mariposas son especialmente buenos indicadores de los cambios en la diversidad de especies que ocurren como resultado de las transformaciones antrópicas del medio ambiente . A través de las actividades comerciales del taller, se explica a vecinos y visitantes el funcionamiento biológico y biométrico del edificio.
El EJHNMC como catalizador de acciones no antropocéntricas
Los insectos y aves que llegan al EJHNMC requieren de los jardines y plantas existentes en la ciudad, siendo necesario fomentar su ampliación y mantenimiento, de manera que se creen puntos y caminos próximos entre sí, formando una red por la que se puedan desplazar y puedan conectarse también con espacios no urbanizados en los alrededores de la ciudad. Durante la última década se han promovido diferentes micro acciones como por ejemplo la entrega de semillas y pequeñas plantas de especies locales a los visitantes del edificio. Se organizaron talleres con los niños del barrio, explicando a los vecinos y a otros visitantes del taller el funcionamiento del jardín vertical por medio de folletos informativos y por medio de los estampados que viajan por la ciudad y por el mundo pegados en las etiquetas de los productos del taller. Estas acciones han buscado contribuir a mantener los corredores biológicos dentro de la ciudad invitando a quienes reciben las semillas a plantarlas en sus balcones, antejardines y patios.
Energía y bioclimática
El EJHNMC usa estrategias sutiles de refrigeración, necesarias en un clima cálido tropical como el de Cali, donde la temperatura media anual es de 26ºC durante todo el año y con una humedad relativa del 72% de media. Las separaciones del edificio de 1,2 metros de sus vecinos, permiten el flujo permanente de aire fresco, lo que ayuda a eliminar el calor a través de las fachadas laterales, aumentando además en 250 m² la superficie para el jardín vertical. Este queda cubierto con especies de plantas trepadoras, formando una capa de follaje que ayuda a reducir las temperaturas en el interior mientras que también proporciona sombra. Adicionalmente, el color plata mate elegido para paredes y estructura ayuda a evitar la absorción del calor. Los balcones con plantas proporcionan sombra a las ventanas y espacio para las macetas. Existe ventilación cruzada en todos los niveles y espacios, eliminando así la necesidad de ventiladores eléctricos o el uso de aire acondicionado.
En este prototipo, especies animales socialmente percibidas como «deseables», aves y mariposas por ejemplo, lejos de convivir pasivamente en el mismo como «mascotas», habitan como «caballos de Troya». Estas especies se convierten en el motor de diferentes estrategias de «eco-seducción» para facilitar acciones integrales de cuidado del ecosistema y permiten abrir la puerta a un mayor entendimiento del mismo.
A través del diseño y la gestión del edificio-jardín, el proyecto ha funcionado como un conjunto de dispositivos afectivos multimedia que fomentan relaciones simbióticas entre la casa-taller y su entorno, reconociéndolos como entidades que funcionan en distintas escalas, desde la local hasta la global. Los procesos sociales y naturales que en él se han llevado a cabo a lo largo del tiempo, lo ha convertido en un laboratorio de ensayo sobre el cómo aproximarse desde la arquitectura y su gestión a algunas de las dinámicas y temporalidades de “lo biológico” en la ciudad.