El estudio ARDE Arquitetura + Design constrye brillantamente un nuevo entorno en un espacio vacuo, herido y sin apenas referencias, creando una ampliación de la construcción existente íntegramente de ladrillo macizo, hechos a mano, a modo de contrafuerte que cierra la herida del muro dañado de la casa, enlazando el nuevo método de construcción con la artesanía del alfarero.
Las zonas rehabilitadas son un almacén, una cocina, un baño y un espacio de trabajo de alfarería, consiguiendo que el conjunto este dotado de un carácter industrial que da protagonismo al ladrillo y a la arcilla, materiales vinculados a la tierra, que son un homenaje a la ladera colindante.
El proyecto mejora la relación del edificio existente con su entorno mientras reordena el paisaje junto con la entrada principal. Así pues, mediante la integración de dos rampas, se crea una conexión más suave entre el edificio, el entorno cercano y la Quinta da Estrela.
Olaria Municipal por ARDE Arquitetura + Design. Fotografía por Ivo Tavares Studio.
Descripción del proyecto por ARDE Arquitetura + Design
El proyecto se sitúa en la Quinta da Estrela, que ocupa un valle en Odemira, un paisaje significativamente alterado en las últimas tres décadas. La pendiente que rodea la casa de la Quinta da Estrela fue eliminada para dar paso a un aparcamiento, aislando el edificio y provocando problemas estructurales debido a la excavación.
La propuesta de intervención y rehabilitación adapta el programa alfarero al edificio sin alterar la construcción existente y crea un volumen adyacente para la ubicación de hornos y áreas técnicas. Las áreas rehabilitadas del edificio existente incluyen un almacén, una cocina, un baño y el espacio de trabajo del alfarero. La ampliación propuesta sirve de contrafuerte al muro dañado de la casa. Está hecha íntegramente de ladrillo macizo hecho a mano, alineando el nuevo método de construcción con la artesanía del alfarero.
La forma sencilla de la ampliación hace que el ladrillo y la arcilla sean los protagonistas de esta nueva construcción, dándole un carácter industrial al tiempo que vincula el material a la tierra como un monumento a la ladera excavada.
Para mejorar la relación del edificio con su entorno, se rediseñó el paisaje junto a la entrada principal y se integraron dos rampas para crear una conexión más suave entre el edificio, la ciudad y la Quinta da Estrela.