El edificio sobre el que se asientan los jardines está soportado por unos elementos prefabricados de hormigón cubiertos por una fachada de vidrio que permite las vistas de la ciudad desde el metro y viceversa.
Descripción del proyecto por Sergi Godia y Ana Molino
El trazado de las vías de tren y metro por el interior del barrio de Sants (Barcelona) ha supuesto durante el último siglo una herida abierta en su tejido urbano. Con un ancho medio de 30 m. y una plataforma de 8 vías ha dividido el barrio en dos partes prácticamente incomunicadas, a lo largo de 800 m. desde la Plaza de Sants hasta la calle Riera Blanca, creando las consiguientes disfunciones urbanas, en términos de de contaminación acústica y degradación de su entorno.
En el año 2002 la administración de la ciudad decidió poner en marcha el proyecto de renovación urbana del corredor ferroviario de Sants, se inició de esta manera un complejo proceso que ha implicado a tres administraciones públicas y a las asociaciones cívicas del barrio de Sants.
Descartada la opción de soterramiento del corredor ferroviario, debido a problemas técnicos y económicos, se propuso su confinamiento dentro de una caja ligera y transparente en buena parte del trazado, cuya cubierta debía transformarse en un largo paseo elevado y ajardinado de 800 m. de longitud, que de hecho se prolongaría mas adelante en los municipios vecinos: Hospitalet, Esplugues y Cornellá, dando lugar a un “corredor verde” de 5 Km. de longitud.
La estructura de soporte del edificio – contenedor está constituida por piezas prefabricadas de hormigón en una secuencia diagonalizada que adopta la forma de una gran viga Warren que evoca los antiguos puentes ferroviarios, dejando grandes triángulos vacíos propicios a su acristalamiento lo cual permite mantener la visión del paso del tren por la ciudad, reduciendo al mínimo su impacto acústico.El hecho de no acristalar totalmente el edificio abrió la posibilidad de proyectar tres grandes taludes verdes que desde los puntos bajos del entorno ascienden hasta la cubierta. Estos taludes “anclan” el edificio a su entorno, permiten que el paisaje vegetal de la cubierta de derrame hacia las calles laterales y soportan rampas peatonales que dan un acceso “natural“a la cubierta.
La cubierta del edificio queda elevada respecto a las calles del entorno entre 4 y 12 metros y en consecuencia sus jardines se convierten en un mirador sobre la ciudad. Estos se inician en la Plaza de Sants con un espacio urbano que, cubierto por un gran umbráculo, hace de puerta de entrada a los jardines, que con un ancho promedio de 30 metros finalizan en la Calle Riera Blanca, con un recorrido total de 800 metros lineales. Los jardines se estructuran en base a dos recorridos lineales: uno en el lado Norte de la cubierta, muy sombreado por el arbolado y otro en el lado Sur, permanentemente asoleado. El espacio intermedio entre ambos caminos se configura como la médula espinal de los jardines en base a la configuración de una topografía artificial compleja con una alta densidad de arbolado y una rica plantación de vegetación arbustiva y tapizante, seleccionada en función de una paleta cromática muy selectiva. Las elevaciones que presenta la topografía, reforzadas por la densidad y la estratégica posición de de las masas de arbolado, favorecen la creación de ámbitos en los que el paseante pierde la sensación de estar en el interior de la ciudad y genera la de hallarse inmerso en un entorno natural.
A lo largo de este recorrido naturalizado existen tres espacios con un tratamiento diferenciado debido a que constituyen rótulas en el sistema de accesos a la cubierta, que comprenden: 5 ascensores y 2 rampas adaptadas, complementados por 3 escaleras y 4 escaleras mecánicas. Estos tres espacios interrumpen la secuencia vegetal y se caracterizan por contener unas grandes pérgolas que soportan placas fotovoltaicas que cubren parte del consumo energético de la cubierta y generan espacios de sombra.
El tipo de árboles mas utilizado han sido las Tipuanas, Sophoras, Koeleuterias y Malus evereste caracterizados por presentar una floración amarilla y blanca. En cuanto a tapizantes y arbustivas la plantación se ha repartido entre el césped, la Bulbine,la Salvia roja,las rosas silvestres y la Hedera helix en la parte soleada con floración de colores vivos y cálidos y la Hedera helix, la Vinca, la Gaura y la Lantana blanca, en la parte mas umbría, todas ellas acompañando el recorrido Norte y de fondo verde oscuro y floración blanca.
Junto al ajardinamiento de la cubierta se han plantado a lo largo de toda la fachada Norte plantas trepadoras : Hedera helix, Trasch. jasminoides, Part. Tricuspidata, sobre un sistema de cables que les permitirá, en corto plazo, cubrir todas las fachadas excepto las zonas acristaladas.