La terminal de Eero Saarinen de 1962, en el aeropuerto de John F. Kennedy, fue ya publicada en un artículo en METALOCUS con fotografías de Connie Zho en noviembre del año pasado, ahora, en junio de 2015, mientras el personal de un equipo de escaneo digital (formado por la conservadora Lori Walters y su equipo en ChronoPoints) estaba trabajando para grabar cada detalle de la terminal de Eero Saarinen y hacer un modelo digital 3D, Curbed NY envió al fotógrafo Max Touhey para documentar el proceso y capturar el edificio cerrado al público justo antes de su transformación en un hotel boutique.
Es un lugar especial para fotógrafos, los amantes de la arquitectura y el diseño de mediados del siglo pasado. Touhey dijo de su experiencia en las tomas y filmación.-
Incluso cuando estoy muy emocionado de filmar un espacio, si se produce demasiada expectación la emoción no sobrepasa un determinado nivel. Pero con la TWA es diferente. Puedes estar en 100 lugares diferentes y aún así estar emocinado. La interacción de las curvas es realmente fascinante y cambia dramáticamente dependiendo desde donde estés mirando. Una de mis tomas preferidas es el afilado angulo formado por dos lados de la "passion pit", dos formas aerodinámicas en un mar de curvas. ¡Casi podía oír un avión despegando! Ahora voy a tener que ver qué recuerdan mis padres de sus días por la TWA cuando les enseñe las imágenes.
En 2014, escribí acerca de mi experiencia en el uso de la terminal durante un viaje a Los Ángeles.-
Es uno de los iconos más famosos de la modernidad de mediados del siglo XX, la terminal de la TWA, cuidadosamente restaurado durante los últimos seis años, está catalógado en el Registro Nacional de Lugares Históricos de EE.UU.
Una de las últimas veces que tuve la oportunidad de pasar por la terminal de la TWA fue en 1998 camino de LA, había perdido el vuelo después de estar esperando en una interminable cola y de haber llegado al aeropuerto desde Manhattan en el tranquilo Subway, recorriendo toda la ciudad de madrugada desde mi hotel en la 109. La azafata que me atendió, fue extremadamente amable (ahora las líneas Lowcost, entre sus recortes para abaratar también han reducido la amabilidad) y pude coger el siguiente vuelo para Los Ángeles. Después regresaría y volvería a pasar por ella, siempre mirando de reojo, pensando que aquella era un sitio especial, pero creyendo que era atemporal.
José Juan Barba