Con su próxima portada (08 de diciembre de 2014), The New Yorker está abordando los trágicos disturbios de Ferguson tras la negativa de un gran jurado esta semana para acusar al oficial de policía Darren Wilson de la muerte a tiros del adolescente desarmado Michael Brown, en agosto. The New Yorker nos muestran una imagen del Gateway Arch de Eero Saarinen, diseñado por el ilustrador Bob Staake, con el arco dividido en dos colores, blanco y negro, en referencia a las tensiones raciales.
En arquitectura, el final de la Modernidad fue señalado por el teórico Charles Jencks cuando en 1972 se produjo la demolición del barrio Pruitt Igoe enla ciudad. El arco de la entrada, es un monumento de 630 metros a la expansión hacia el oeste, es un punto de referencia de St. Louis visitado por millones de turistas.
"Yo quería señalar la trágica grieta que estamos presenciando," comenta Bob Staake sobre su cubierta para el número 8 de diciembre, que sale la próxima semana. "Yo he vivido en St. Louis durante diecisiete años antes de mudarse a Massachusetts, así que al ver las noticias en este momento se me rompe el corazón. A primera vista, uno podría ver una representación del arco entrada como separación y división, pero mi esperanza es que los acontecimientos en Ferguson generen un puente y una oportunidad para la ciudad, y también para el país, para aprender y seguir unidos. "
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