El nuevo centro sociocultural busca recuperar la imagen original del edificio, así como su volumetría. Los materiales recuperados de los muros perimetrales forman parte del pavimento de los nuevos espacios públicos, sobre los que se marcarán las huellas originales de los mismos.
Las dos fases constructivas apoyan la idea de edificios independientes, se crea además un tercer acceso, potenciando la apertura y flexibilidad del complejo.
La fase 1, ahora completada, se corresponde a la rehabilitación del edificio de cabecera, en cuyo interior los espacios diáfanos y el color blanco se convierten en los protagonistas. Estos nuevos espacios albergarán un programa de usos diversos como, la sala de exposición-tienda, el salón de actos- usos múltiples, la zona dedicada a oficinas y el restaurante-cafetería.


Muros etéreos por IH arquitectos. Fotografía por David Frutos.

Muros etéreos por IH arquitectos. Fotografía por David Frutos.
Descripción del proyecto por IH arquitectos
Inaugurada en 1929, la prisión provincial de Murcia llegó a estar ocupada por más de 3.000 presos, siendo un centro preparado para 400. Con motivo de la apertura de la nueva prisión de Sangonera, el edificio cesó su actividad en el año 1981.
Situado en una manzana del centro de la ciudad, el complejo, de estilo ecléctico, está dividido en dos zonas principales, Administración e Internos, distribuido en 3 edificios separados por patios.
Un doble muro perimetral con torres de vigilancia en las esquinas cierra la zona de internos, generando un corredor y una serie de patios vinculados a los módulos.
Como edificio catalogado, es obligada la conservación del conjunto. Deberá preservarse la estructura espacial y sustentante del interior. Cualquier actuación en las fachadas deberá tender a recuperar la imagen original, así como su volumetría.
La Cárcel, designación popular del edificio, se encuentra comprimida en el entorno urbano generado por la propia naturaleza de cierre y exclusión del complejo, lo que genera aceras perimetrales angostas y un tráfico redundante que no invita al ciudadano.
El objetivo de la propuesta es abrir el edificio a la ciudad. Integración urbana, permeabilidad y accesibilidad como elementos para recuperar espacio público. Los muros de piedra perimetrales que aislaban el conjunto se vuelcan formando el nuevo pavimento. Dejan una huella en forma de celosía metálica, un espacio permeable, favoreciendo el flujo peatonal sin perder la tensión original existente.
El nuevo Centro SocioCultural circundado ahora por nuevas plazas vinculadas a la ciudad, es una operación de respeto a la arquitectura existente, la memoria histórica y el entorno.
Concebido para un uso independiente, el edificio de cabecera, acceso (Fase 1) se plantea como un nuevo punto de referencia en la ciudad. Las nuevas plazas ajardinadas hacen a su vez de vestíbulo para el edificio que albergará usos como Sala de exposición-tienda, Salón de actos- usos múltiples y Oficinas y Restaurante-cafetería.
Una arquitectura sostenible, en términos conceptuales, contextuales y energéticos, pero también en el término social. Reutilización de materiales existentes, eficiencia energética y flexibilidad y versatilidad de funcionamiento del centro en su conjunto, soluciones planteadas en pro de un funcionamiento eficiente, sostenible y económicamente viable.